Los vecinos que residen en Zaidín Campus le han declarado la guerra a cualquier iniciativa cultural o de ocio juvenil que pueda llevarse a cabo en el distrito. Tras conocer que el Ayuntamiento de Granada tiene previsto acabar con el botellódromo del entorno de Arabial y construir nuevos espacios culturales de ocio en otras áreas de la capital posiblemente en el Zaidín o en el recinto ferial de Almanjáyar, los vecinos han pedido al alcalde de Granada, José Torres Hurtado, una reunión para transmitirle su más absoluto rechazo. Una petición a la que se suma la creación de una página web en Facebook titulada No al botellódromo del Zaidín donde pretenden recabar apoyos contra la construcción de un "contenedor cultural o de ocio", que podría convertirse en un generador de ruidos y molestias a los vecinos que residen en la zona.

La polémica se originó el pasado lunes 22 de febrero cuando el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada insinuó que ante el inminente cierre del botellódromo el Consistorio estaría barajando la puesta en marcha de una propuesta de ocio alternativa para jóvenes en dos puntos de la ciudad: el recinto ferial de Almanjáyar y el Zaidín. Se trata de dos zonas estratégicas donde coincide que previamente ya se barajaban dos ambiciosos proyectos de ocio. Por un largo, el equipo de gobierno del PP, presentó el pasado año la remodelación del ferial que planteaba la construcción de pistas de padel, restaurante durante todo el año, área de máquinas biosaludables, minikarts, zonas para skate, o anfiteatro para conciertos. De este megaproyecto solo se ha llevado a cabo, hasta la fecha, la remodelación de media calle principal -este año se reformará la otra mitad- y la construcción de un pequeño anfiteatro con capacidad para 550 personas. Por otra parte, los vecinos del Zaidín Vergeles han presentado en el área de Urbanismo un proyecto para la construcción de un espacio escénico donde celebrar conciertos o llevar a cabo representaciones teatrales, donde además se podría celebrar el Zaidín Rock que, dada la inminente apertura del Hospital del PTS -prevista para verano-se ha quedado sin recinto posible. Es, precisamente, este espacio escénico el que ha abierto la guerra entre los vecinos del Zaidín Campus con el Zaidín Vergeles.

"El pasado viernes nos reunimos para tratar lo que sospechamos es un botellódromo encubierto", explicó Mari Ángeles Urbano, vecina de la zona donde está prevista la construcción de este espacio y que es portavoz de la asociación contra el ruido. Según Urbano, los vecinos no están dispuestos a permitir que se construya en unos terrenos ubicados al lado del aparcamiento Los Cármenes esta infraestructura con capacidad para 15.000 personas dadas las molestias de ruido y suciedad que ello pueda conllevar a los vecinos. "Por eso hemos pedido la cita con el alcalde, para que nos explique detalladamente lo que tienen previsto y paralizar este tipo de construcción que el Zaidín Vergeles quiere meter sin contar con nuestra opinión que somos quienes lo vamos a soportar", remarcó Urbano que también hablará sobre el tema en la próxima junta municipal de distrito junto al resto de vecinos afectados. En este sentido, Urbano destacó que desde la asociación de afectados por el ruido no se desea perjudicar a nadie pero "no entendemos por qué el Zaidín Vergeles habla por todo el distrito y no cuenta con nuestra opinión cuando nos afecta principalmente a nosotros".

Por otra parte, el presidente de la asociación de vecinos, Zaidín Campus, Juan de Dios Jiménez también mostró su disconformidad. Según relata la asociación también se ha puesto en contacto con el resto de portavoces de los grupos municipales del Ayuntamiento de Granada para transmitirles sus inquietudes. "Los más afectados serán los vecinos de Torre de Comares y del Campus de la Salud", incidió Jiménez que detalla que esta zona ya sufre el trasiego de multitud de bares y de los partidos que se celebran en el Estadio de los Cármenes: "No puede ser que lo traigan todo al Zaidín", dijo Jiménez, que cree que la construcción del espacio escénico choca además en distancia con el Hospital del PTS que, por normativa, no puede estar a menos de un kilómetro de distancia de este tipo de espacios o eventos dadas las graves molestias de ruido que puede generar a los pacientes ingresados.