Granada

La Zona Norte reclama que a los planes se le unan las actuaciones policiales necesarias

  • El debate de Localia y Granada Hoy plantea conocer la realidad de las barriadas de la mano de tres personas que los conocen desde dentro · Aseguran que la participación vecinal es clave en el cambio

"De las 35.000 personas que viven en la Zona Norte, 1.000, incluso menos, son las que se encargan de empañar la realidad del barrio". Las palabras son de Fermina Puerta, vecina del barrio de Cartuja desde hace 30 años y una de las participantes en el debate que Localia y Granada Hoy dedicaron a una de las zonas que, por diferentes motivos, se encuentra en el candelero durante estos días. A la veterana vecina le acompañaron el director del área de Familia y Bienestar Social del Ayuntamiento de Granada, Manuel Martín, y el abogado y trabajador en la rehabilitación de la Junta en Molino Nuevo, Miguel Ángel Mancheño.

Todos ellos, que conocen la Zona Norte desde dentro, coincidieron al afirmar que la percepción que la ciudadanía tiene del barrio no coincide con la realidad. "La idea que se tiene la Zona Norte es injusta e irreal, principalmente, porque todos aquellos que hablan de los barrios no han pisado ni el mercadillo", comentó la vecina. Los contertulios consideran que juzgar y estigmatizar una zona -que ya de por sí está marcada por razones coyunturales- no soluciona nada. "No se puede permitir que una minoría distorsione la imagen ni la convivencia de numerosas familias trabajadoras que luchan por salir adelante", comentaron. Pero la realidad, es que resulta que una minoría hace que la Zona Norte salte a la palestra diariamente, cuando no es por un disparo a un agente, es por pedradas a los autobuses u otros altercados. ¿Solución?

Mucho trabajo. Pero para todos los asistentes una de las bazas principales se encuentran en el problema de la vivienda. "Sólo si se legalizan, se escrituran y se controlan se podrá comenzar a trabajar desde otras perspectivas", apuntó Manuel Martín. "¿Puede ser que por una casa de Las Parcelas hayan pasado en una temporada 17 familias? ¿Qué cuidado van a tener si no es suya?", añadió la vecina. Mancheño, que fue uno de los encargados en la rehabilitación de Molino Nuevo, subrayó que a la importancia de solventar el tema de la vivienda -exigiendo que no se construyan más pisos sociales en la zona- habría que sumarle las tareas de inserción socioeducativa. "Evidentemente, todo va unido. En las diferentes barriadas hacen falta planes integrales y que cada administración se comprometa con sus competencia", apostilló el director municipal.

Fermina Puerta fue un poco más allá. "Claro que los planes son importantes, pero llevamos treinta años de planes y no se ha conseguido lo esperado; es por eso por lo que considero que es necesario que las fuerzas de seguridad tomen cartas en el asunto". La residente asegura que "todos" -vecinos, instituciones y agentes de las fuerzas de seguridad- conocen quienes son los que causan mayores problemas en los distintos barrios, pero que no se actúa. "Da la sensación de que allí se permite todo lo que no se consiente en otros distritos y se hacen actuaciones que no son corrientes, ¿cómo unos operarios pueden dejar de hacer un trozo de acera porque un hombre ha puesto colchones en la calle?".

Los asistentes al debate consideran que todas las actuaciones previstas tendrán sentido si en ellas se suma la participación ciudadana. "Sólo si la voz de los vecinos y su opinión en temas claves de organización de las viviendas está presente se puede conseguir algo. No hay otra alternativa", concluyeron.

Zona Norte. Presente y Futuro

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