IFMIF-Dones

El acelerador de partículas de Granada tendrá más seguridad que una central nuclear

Los representantes del CSN e institucionales observan las obras del acelerador junto a un mapa explicativo

Los representantes del CSN e institucionales observan las obras del acelerador junto a un mapa explicativo / Jesús Jiménez / Photographerssports

Las medidas de seguridad que se aplicarán en el acelerador de partículas IFMIF-Dones de Granada, que está previsto que entre en funcionamiento en 2030, serán igual o más exigentes que las que tienen las centrales nucleares sin que ambas instalaciones sean similares ni tengan el mismo nivel de peligrosidad radiológica. Así lo ha explicado Francisco Castejón, comisionado del Consejo de Seguridad Nuclear de España a Granada Hoy tras la reunión mantenida esta mañana en la ciudad.

"Estamos aplicando una normativa más exigente, muy conservadora, del nivel de exigencia de una central nuclear cuando los problemas que esto tienen están muy por debajo", ha explicado el consejero del CSN. "Esta ha sido la tercera reunión de seguimiento porque desde el CSN enseñamos cómo hacer esta instalación mientras aprendemos a hacerla porque es única, todo eso antes de hacerla", explica Castejón, que añade que para eso las posibles medidas de protección radiológica que haya que tomar "hay que saberlas con antelación, por eso seguiremos teniendo reuniones, mirando normativas". 

El experto sostiene que el IFMIF-Dones "no tiene nada que ver" con una central nuclear "porque el único accidente que puede haber en esta instalación no va a afectar a las cercanías, por lo que no va a haber planes de emergencia exterior", tranquiliza Castejón que sentencia: "Es impensable una situación como la que pudo haber en Chernóbil o Fukushima". Las medidas a aplicar o los protocolos de seguridad radiológica "son medidas locales que afectarían a los trabajadores de la instalación y nada más, y no va a haber planes de emergencia exterior porque no son necesarios".

Sin embargo, Castejón reconoce que "sí que hay elementos que tener en cuenta, que es minimizar el numero de residuos, gestionar sobre todo bien el tritio", un es un isótopo del hidrógeno que es natural pero que también se puede producir de forma artificial, y que es radiactivo con un periodo de semidesintegración de 12,3 años. Este componente, en fusión con el deuterio, supondría lograr una fuente de energía inagotable, que es la finalidad última del IFMIF-Dones.

"Lo que hay que hacer es guardarlo y soltarlo poco a poco sin que genere algún problema", explica el miembro del Consejo de Seguridad Nacional, que añade que "el único residuo será el tritio porque luego se van a irradiar materiales, probetas, que van a servir para seguir haciendo investigación con ellos y no son propiamente residuos". A diferencia de una central nuclear, estas sí generan residuos que son radiactivos durante cientos de miles de años, "y aquí no va a haber eso".

"El tritio hay mucha experiencia en su gestión. Lo que se hace es que se deja decaer y se suelta en agua en pequeñas cantidades. Se genera también de forma natural en el agua por el efecto de los neutrones que hay allí. Hay experiencia y las cantidades que va a haber tampoco van a ser grandes", tranquiliza el experto, que confirma que "no afectan al consumo" y que todo estará supervisado por el CSN.

En la reunión mantenida este martes, por parte del regulador, se presentaron los sistemas de gestión de residuos radiactivos líquidos y gaseosos en operación normal y en condiciones de accidente con que deberá contar el proyecto. También se abordaron los requisitos de seguridad de alto nivel de la instalación y el estado de las licitaciones relativas a la construcción de edificios de oficinas y almacén, explica el Consejo de Seguridad Nuclear en una nota.

La consejera del CSN y catedrática de la Universidad de Granada, Elvira Romera, presidió este comité cuyo objetivo es coordinar las actividades de un grupo de trabajo permanente, que tiene como misión preparar todos los aspectos de la instalación científica que deben estar revisados antes del inicio de la fase de operación de la infraestructura. "El papel del regulador es clave dado que permite poner de manifiesto la capacidad española para licenciar esta instalación singular a nivel mundial, en los aspectos referentes a la seguridad nuclear y la protección radiológica", explica.

La reunión, que fue dirigida por los consejeros Elvira Romera y Francisco Castejón, contó con la participación del presidente Juan Carlos Lentijo, del consejero Javier Dies, el secretario general, Pablo Martín; y los directores técnicos y subdirectores del CSN involucrados. Por parte de IFMIF-Dones asistieron el director del Laboratorio Nacional de Fusión del CIEMAT, Carlos Hidalgo; el vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Granada, Enrique Herrera; el presidente del consorcio, Ángel Ibarra; y el jefe de Seguridad del proyecto, Francisco Martín-Fuertes.

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