Incendios

El ‘adiós’ al mito del brasero

  • Los fuegos con víctimas mortales originados por causas eléctricas superan por primera vez a los que se producen por descuidos en radiadores o chimeneas

Una llama junto a una tablet enchufada y colocada en un sillón.

Una llama junto a una tablet enchufada y colocada en un sillón. / J. C. Vázquez

En las crónicas de sucesos han sido durante años un clásico: un grave incendio en una vivienda, en el que su propietario se quedó dormido o se fue a la cama sin apagar el brasero bajo la mesa camilla, que termina prendiendo enaguas. Pero las cosas parece están cambiando porque, según el Estudio de víctimas de incendios en España en 2017 de la Fundación Mapfre, por primera vez la electricidad se ha convertido en la causa principal de los fuegos que causan víctimas mortales. Por encima de los aparatos productores de calor (radiadores, chimeneas y braseros) que hasta 2016 estaban detrás del mayor número de siniestros de este tipo.

Ello se debe no sólo a que se utilicen más aparatos eléctricos para calentarse, sino a la proliferación de móviles, tabletas y portátiles, que se dejan cargando por la noche. Se sabe que la electricidad ha sido la causa del 14,2% de los incendios con víctimas mortales, mientras que lo que se denominan productores de calor han pasado al segundo puesto, con el 11,8%. La fuga de gas está detrás del 9,4% y los accidentes de tráfico, del 7,5%. Les siguen el fuego directo y los causados por los cigarrillos y al cocinar, que van a la baja.

En el caso de los fumadores, fueron 10 víctimas en todo el país en 2017, frente a las 17 de 2016 o las 22 en 2015. “El fuego surge por el mal uso y descuido en los aparatos eléctricos, una incorrecta instalación o mal estado de la misma y la sobrecarga de los circuitos a través de los cables de extensión, ladrones, regletas no homologadas, etcétera”, destaca sobre el nuevo fenómeno el estudio, que se elabora con las estadísticas de Bomberos.

Con el mismo fin se analizan otros parámetros que ayudan a acotar las conductas o los perfiles de población de mayor riesgo. Por ejemplo: la mitad de las víctimas mortales en incendios que se registraron en España en 2017 tenían más de 65 años y la ratio de fallecidos por edad, que de media es de 3,08, se eleva a 14,27 a partir de los 80. Además, el riesgo se dispara cuando se trata de personas que viven solas, con más víctimas hombres que mujeres.

Los mayores son el segmento de población “que padece mayor riesgo (...), requieren de cuidados y vigilancia. Está claro que tenemos como sociedad un amplio campo de mejora en su atención y seguramente requiera un empuje en materia de legislación y de supervisión de las condiciones de vida, a través de los Servicios Sociales, y seguridad de las casas de este grupo de edad por parte de los Bomberos”, señala el estudio de cara a la prevención.

Los expertos de la Fundación Mapfre recuerdan en este sentido que la esperanza de vida va en aumento en España y el número de las personas que viven solas. “En algunos municipios, bien de manera voluntaria o bien de la mano de instituciones, se han organizado campañas específicas de prevención para personas mayores. También, en ocasiones, de manera gratuita se han instalado detectores de humo en pisos de personas de la tercera edad de personas que viven solas”.

Por otro lado, el 44,4% de los fallecidos padecían alguna discapacidad física o trastorno psíquico y de éstas, el 79,1%, también eran mayores. “Es esencial que los Servicios Sociales los tengan localizados y hagan un seguimiento” y que se trabaje más “para desarrollar métodos de detección de riesgos y socorro más ágiles y eficaces”, que se sumen a campañas de educación y concienciación específicas, que pueda ayudar a salvar vidas.

En lo que respecta a las zonas de la casa en las que surgen los incendios con víctimas mortales, en un 39,5% fue en el salón y en el 34,2, en el dormitorio; seguidos de la cocina (14,5%), lo que da una idea “clara” de dónde se deben colocar los detectores. Hay de tipo óptico para salones y dormitorios y de incremento de temperatura para las cocinas, se señala. En el informe se subraya que hay países europeos en los ya se ha asumido su colocación y hasta se ha legislado exigiendo que sean obligatorios en todas las viviendas. “Económicamente, es un gasto mínimo”.

La mitad de los incendios con víctimas en España coincidieron con los meses de más frío. Destaca enero (15,6%) y diciembre (en 11,3%). Pero en tercer lugar está julio, con 9,4%, lo que evidencia el tirón de la electricidad también por el calor y su vinculación a estos siniestros. En cuanto a los días de la semana, fueron sábados y domingos los que registraron más casos. La mayor parte se produjo de noche, un porcentaje que va en aumento, mientras que los casos diurnos bajan.

En cuanto al tamaño de las poblaciones, el mayor índice de víctimas lo registran, “como todos los años”, las que tienen en mil y 1.500 vecinos, con 4,8 fallecidos por millón de habitantes. Tiene relación con que a partir de 20.000 vecinos los ayuntamientos están obligados por ley a tener servicio propio de bomberos y la rapidez al intervenir es determinante. No obstante, en números absolutos hay más víctimas en ciudades mayores.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios