"Se procede a notificar la existencia de la siguiente aeronave que se encuentra en evidente estado de abandono". El Aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén ha iniciado, con un texto en el que reza la frase anterior, el procedimiento para encontrar al dueño de una avioneta que lleva en el aeródromo granadino casi catorce años. Según reza en el anuncio del Boletín Oficial del Estado (BOE), la nave está en sus instalaciones, no cabe duda de que nadie la hecho uso de la misma en un periodo de tiempo largo y es hora de darle solución al asunto, bien por la vía de encontrar a su legítimo dueño o por la de buscarle comprador. En anuncio también señala el dato de la matrícula, que puede ser clave para que el propietario identifique el aparato y, llegado el caso, se haga cargo del mismo. Se trata de una avioneta del modelo Socata TB-9 Tampico, con matrícula EC-KDB. 

El proceso que ha iniciado el aeropuerto de Granada tiene como finalidad encontrar al propietario. Si éste no apareciera, se entiende que la aeronave puede ser subastada. El anuncio indica que el procedimiento legal incluye la realización de tres publicaciones en tres meses consecutivos. Una vez que haya pasado un año desde la última publicación "sin que concurra reclamación del propietario" en ese periodo, "se estimará la presunción legal de abandono y se procederá a su venta en pública subasta". El dinero que se saque de la transacción se lo quedará el Estado, que tendrá que deducir de la cuantía los gastos.

La página no oficial del Registro Español de Aeronaves indica que el aparato es de titularidad privada y está registrada desde marzo del año 2007. Poco después se aparcó en Granada y por lo que parece nunca más voló. Según Aena, la avioneta está en Chauchina desde octubre de 2007. Ahora se ha iniciado el procedimiento  para darle salida, una solución que es habitual en los aeropuertos para este tipo de situaciones.

Existen precedentes en Granada. En 2014 se subastaron dos aeroplanos en el Federico García-Lorca, y en 2012 se buscó, también como es preceptivo a través del BOE, al propietario de un avión abandonado desde el año 2003. ¿Dónde terminan estos aparatos? Lo habitual, indican otras fuentes consultadas, es que acaben vendiéndose. En muchas ocasiones, interesan como chatarra o incluso se compran para utilizar sus componentes como repuestos.