"Si ahora un alférez se va a casa, cualquier universidad reconocerá sus créditos"

El general Álvarez, desde hace dos años director de Enseñanza del Mando de Adiestramiento y Doctrina (Madoc) del Ejército de Tierra, cuya sede está en Granada, ha trabajado intensamente para que los nuevos planes de estudios de los oficiales puedan modernizarse y homologarse al sistema educativo general. Gracias al Plan Bolonia, la enseñanza de las Fuerzas Armadas ha cambiado por completo y los próximos oficiales que egresen en 2015 serán, además de tenientes, graduados en Ingeniería de Organización Industrial. Sólo hay un escollo que salvar: "aumentar la captación de alumnos" y "evitar el elevado índice de abandono".

-¿Cómo ha ido el primer año de implantación del Grado?

-El 76% de los alumnos de primer curso ha aprobado todas las asignaturas. Y eso que la Ingeniería es muy técnica y exigente. La propia Universidad de Zaragoza (donde está la Academia General Militar) tiene un 60% de aprobados en las carreras técnicas. Estamos orgullosos del esfuerzo de nuestros cadetes que, con un mayor número de créditos que sus coetáneos (se examinan obligatoriamente de todos los créditos del curso), han alcanzado tasas superiores a la media universitaria.

-Y la carga lectiva de los cadetes de la AGM es mayor, ¿no?

-Sí, un 25% más que sus compañeros de universidad, pues el cadete cursa 76 créditos anuales mientras que el alumno de la universidad cursa 60.

-Algunos son muy críticos con la homologación de los planes de estudio, porque consideran que se ha perdido formación militar.

-Hay un sector hermético y reacio contra los nuevos planes, pero es que a la gente le cuesta evolucionar. Nos costó mucho porque, todavía un año después, tenemos que andar convenciendo de la bondad del sistema.

-Pero, ¿realmente se pierde carga militar en el nuevo Grado?

-Sí, perdemos 4,4 créditos en formación militar general y específica, pero ganamos 17 créditos con la especialidad. Es decir, el de Infantería ahora será más infante que nunca y el de Caballería más caballero. También hemos ganado en idiomas, ya que se imparten 4 créditos específicos de inglés y un crédito más en educación física. Nuestros planes de estudio tenían ya más de 20 años. Era necesario cambiarlos. Entre otras cosas porque, si un alférez causaba baja, después de estar uno o dos años preparándose y tres años en la Academia salía sin ningún reconocimiento. Si ahora se va a casa, cualquier universidad europea reconocerá los créditos que ha cursado.

-Pero las cifras de ingreso no han mejorado. El curso pasado se presentaron 2.600 candidatos para oficiales y este año han sido un millar menos, ¿a qué se debe?

-De 2010 a 2012 se ha establecido una transitoria sobre las edades máximas para el ingreso en la Academia Militar. La edad mínima se rebajó de tener los 18 años cumplidos para la oposición, a tener cumplidos los 18 el año de incorporación, por lo que puedieron acceder todos los aspirantes que terminaron ese año Bachillerato. Además, en 2011 la edad máxima disminuyó a 21, en 2012 será 20 y en 2013 llegará a los 19 la edad máxima definitiva de ingreso. La idea es rejuvenecer el perfil de los oficiales.

-Entonces esperan aumentar la demanda en unos años. ¿Va a hacer algún cambio para mejorar los resultados?

-Sí. He ordenado que se inicien los estudios para que las materias de grado puedan cursarse durante cinco años de formación en lugar de cuatro, de forma que se descarguen los primeros cursos. Eso permitiría una mejor adaptación del alumno a la dureza de estos dos planes de estudios, el militar y el civil. Para hacer más atractivos los primeros años, deben llevar más asignaturas militares.

-¿Qué ventajas tiene el nuevo modelo de formación?

-Se ha suprimido el acceso de los oficiales por concurso-oposición para evitar que los candidatos pierdan tiempo preparándose. Con esto esperamos que se rejuvenezca la edad de los futuros oficiales. La principal novedad es que el acceso a la Academia General Militar se realiza de la misma forma que el de cualquier universidad, a traves de la Selectividad, además de las ineludibles pruebas psicofísicas y de inglés.

-Y ¿qué inconvenientes tiene el nuevo sistema?

-Los alumnos que quieran llegar a teniente tendrán una mayor exigencia en su formación, dado que tienen mayor carga de trabajo que una titulación universitaria civil. Pero a medio y largo plazo será una ventaja, puesto que esta exigencia impulsa otras virtudes, como la abnegación, el espíritu de sacrificio, la gestión óptima del tiempo disponible, etc.

-La instrucción es más corta ahora, ¿no?

-Sí, aunque eso es una desventaja, ya que se pasa de 46 semanas a 32. Para paliar esto, se aprovechan seis créditos del Grado para prácticas externas militares, que equivalen a tres semanas más. Pero habrá que buscar alternativas para incrementar la preparación militar del cadete, en forma de actividades complementarias no evaluables que podrán suponer unas 8 o 10 semanas más.

-Pero no han cubierto toda la oferta de plazas, ¿no?

-Nuestra previsión era que ingresara el 50% más de las plazas ofertadas para primero, que eran 334. Debían haber ingresado 167 más, pero sólo lo hicieron 20. La idea era que pudiéramos hacer una selección de los aspirantes para que los egresados cumplieran el perfil del joven abnegado y con valores que buscamos.

-Y ¿cuántos se dieron de baja?

-Un total de 92. El año pasado hubo 27 bajas sólo en las dos primeras semanas de adaptación a la vida militar y este año 30. Pero con la ventaja de que este curso no hamos disuelto el tribunal hasta que no han acabado las dos primeras semanas de instrucción, que son las más duras y en las que se produce siempre un abandono masivo. Y hemos podido tirar de la lista y cubrir las bajas con nuevas incorporaciones

-¿Qué estrategia de captación van a desarrollar ahora?

-Ahora queremos captar alumnos en los colegios. La campaña informativa debe comenzar a edades más tempranas, porque los aspirantes tienen que saber que para entrar en la Academia deben tener hecho un Bachillerato de Ciencias, porque las asignaturas son de contenido tecnológico y muy técnicas.

-¿Ofrecen becas?

-No, porque toda la formación es gratuita. Los alumnos que cursan estudios en la Academia General Militar tienen cubiertas sus necesidades de alojamiento y manutención y perciben un sueldo de unos 400 euros para sus gastos. El principio de igualdad queda así garantizado porque el coste es cero para todos los alumnos provengan de una familia rica o una familia pobre.

-¿Cuánto cobra un oficial y cuánto un suboficial?

-Un teniente cobra 1.600 euros de media y un suboficial 1.300. Luego, los complementos rondan los 300 euros, aunque estos dependen de la unidad y si tiene más peligrosidad o más actividad.