Solo 18 de los 1.125 transformadores eléctricos que hay en la ciudad de Granada generan el 97% de las incidencias con el fluido eléctrico de la capital. Todos ellos, en la zona Norte de la capital. Estos son los datos que se desprenden de un informe de Endesa, la principal compañía de suministro eléctrico, en el que se analizan las causas y efectos que tienen los enganches ilegales a la red y que generan la gran problemática humanitaria, sobre todo en los meses de invierno, en los barrios más empobrecidos de la ciudad. Endesa, en el fondo, se defiende en este informe de quienes la acusan con que podría hacer más para evitar esos cortes (mejoras de la red, aumento de la potencia). Pero los datos son demoledores: de 2017 a 2022 la potencia instalada en la zona Norte de Ganada se ha incrementado un 226%, algo que ha hecho que las incidencia crezcan de la misma forma. Y a pesar de las operaciones y actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en estos barrios, la actividad delictiva se mantiene. "Existe una correlación directa del crecimiento del fraude eléctrico vinculado al crecimiento de las plantaciones de marihuana", reza el informe de Endesa.

Los datos

La radiografía se extiende más allá de los barrios de Almanjáyar, Rey Badis, Campo Verde o La Paz. También habla de que en la barriada de Haza Grande hay un 20% de enganches eléctricos ilegales a la red, mientras que en Casería de Montijo son en 18%. Además, también se pone especial foco en municipios del Área Metropolitana y de la provincia, como Iznalloz donde poco más de la mitad de los enganches son legales (53%). El resto, un 47%, son fraudulentos. En Pinos Puente hay un 35% de conexiones eléctricas ilegales.

Los datos de lo que va de año tampoco indican que la situación vaya a ir a mejor. En estos dos meses y medio de 2023 Endesa ha realizado 1.868 inspecciones con un 32% de fraude detectado, prácticamente en la media de todo 2022 (35%) de un total de 18.045 revisiones de la red. "Asimismo, Endesa sigue trabajando con las fuerzas del orden para llevar a cabo de forma conjunta acciones para luchar contra el fraude eléctrico, principalmente derivado de las plantaciones de marihuana", añade el informe. Estas revisiones han llevado en lo que va de año a realizar diez acciones con Policía Nacional y Guardia Civil que han resultado con 198 cortes. En 2022 hubo 95 para 2.665 cortes de suministro ilegal de electricidad.

Una redada de la Policía Nacional contra la marihuana en Granada

Radiografía

El informe aporta datos que dan una visión completa también del cultivo de marihuana en la zona Norte de Granada a partir de las memorias de la Fiscalía de Andalucía de los ejercicios 2019, 2020 y 2021. De la primera se extraen como conclusiones para ver dónde está el problema social que lleva a los habitantes de estas áreas a delinquir por la "levedad del reproche penal del Delito de Defraudación de Fluido Eléctrico", mientras que la del siguiente año es más extensa. En ella se admite la el mantenimiento de "la situación de los cortes de suministro por enganches ilegales a la red" en Granada, y recuerda la existencia de una comisión formada por autoridades y Endesa para resolver el problema" y los castigos leves por la defraudación del suministro eléctrico. Además, e pone el foco en el "archivo de las diligencias preprocesales –no penales– por considerar la Fiscalía que no existe delito por parte de Endesa".

Es en el del año 2021 en el que más se hace una radiografía de la situación. Se habla de la existencia en la zona Norte de Granada de "16 clanes familiares disfrutan de un espacio de confort" y que ejercer "intimidación sobre los vecinos", según Endesa, que además ha participado en 2.231 apoyos a la Policía Nacional, en los cuales 753 viviendas tenían contrato y 1.478 estaban en fraude eléctrico.

En este informe la Fiscalía se destaca que el 25% de la producción de marihuana en España está en las provincias de Barcelona y Granada, "pudiendo afirmar que el narcotráfico de marihuana se extiende como una mancha verde por la casi totalidad de los municipios de la provincia de Granada".

En la provincia destaca la situación de Iznalloz.

Como polígonos

El dossier admite que la red de distribución de Granada se encuentra sometida "en ciertos puntos de la ciudad a una sobrecarga excesiva de potencia derivada del fraude masivo, especialmente dedicado al cultivo de marihuana, lo que ocasiona interrupciones de suministro", y que esta sobrecarga "no tiene ninguna justificación ni explicación técnica", ya que la capacidad de las instalaciones, según Endesa, es "muy superiores" a la que teóricamente se necesitaría si todos los usuarios legales utilizaran su máxima potencia a la vez. Es más, Endesa dice que incluso dándose esa situación, los transformadores tienen aún capacidad para multiplicar por cuatro el suministro.

Volviendo al dato inicial, esos 18 transformadores dan servicio a 4.875 suministros, de los cuales el 45% de ellos no tienen contrato en vigor con la compañía eléctrica, es decir, están cometiendo un delito de defraudación que repercute en aquellos abonados que sí obtienen el servicio de forma legal.

"En ese sentido, la diferencia entre la potencia de electricidad que circula por los transformadores que dan servicio a estas zonas de Granada y la que miden los contadores de las viviendas con contrato es hasta de un 1.000% mayor, según se desprende de la sensorización de los centros, lo que da una idea del volumen de enganches ilegales y de la cantidad de energía que demandan", introduce el informe de Endesa.

Además, esta energía la demandan las 24 horas al día, 365 días al año, y con ello provocan situaciones de gran riesgo eléctrico al sobrecargar la red. Para evitar que esa sobrecarga provoque incendios, esta infraestructura eléctrica dispone de protecciones, como los fusibles, que absorben la sobretensión y evitan males mayores.

Instalación de un transformador en la zona Norte de Granada por parte de Endesa

En estas zonas se han registrado picos de 15 fusibles fundidos al día por centro de transformación. "Cada vez que se funde un fusible hay que reponerlo para poder tener continuidad en el suministro, pero para realizar su cambio hay que esperar a que el centro de transformación baje de temperatura, para que los técnicos puedan manipular la red. Esto supone que el cambio de un fusible desde que Endesa tiene conocimiento hasta que se ejecuta pueda suponer una media de dos horas", explica la compañía.

El informe también indica que las infraestructuras eléctricas que utilizan los terceros para propiciar el cultivo de plantaciones de marihuana en estas zonas de Granada son cada vez más sofisticadas, "demandando potencias compatibles con un uso del suministro de naturaleza industrial, lo que evidencia la enorme carga eléctrica que soporta la red de distribución, que está diseñada y autorizada administrativamente para abastecer viviendas, no polígonos industriales".

Todas estas impresiones quedan reflejadas en datos y cifras. En comparación con el resto de la capital, Endesa ha instalado una potencia por cliente en la zona Norte de 12,02 kilovatios mientras que en el resto de la ciudad es de 4,2 en el año 2022. Es más, desde 2016 esa evolución ha pasado de 3,4 a 4,2 en la ciudad, pero en los barrios del Norte ha pasado de 5,37 a 12,02 kilovatios por cliente. En los últimos tres años, la inversión en estas áreas de Granada por parte de Endesa ha sido de más de 8 millones de euros que, según la compañía, hacen que tenga la red de distribución "más renovada" de la capital.

Un agente de la Policía Nacional incauta un saco de plantas de marihuana

Conclusiones

Así, Endesa cierra el informe con varias conclusiones. De un lado enfatiza que "se está trabajando con Fuerzas del Estado en la detección y eliminación de esta sobrecarga, viendo el resultado de la desaparición de las interrupciones. Asimismo, Endesa colabora desde el inicio de este problema social con la administración local, regional y con organismos sociales en las diferentes mesas técnicas convocadas".

Como solución apunta a que "es necesaria la colaboración de todas las administraciones competentes, así como de las entidades sociales y de la sociedad en su conjunto para erradicar el cultivo ilegal de marihuana en entornos urbanos". Por ello Endesa aboga por una reforma legal "para endurecer las penas y evitar las reincidencias".