Granada

La apertura de la Autovía a la Costa pone fin a una vida de conos y atascos

  • José Blanco puso ayer en marcha el último tramo de la A-44, con lo que la infraestructura está totalmente operativa desde Granada hasta Motril · La carretera pasa a denominarse Autovía de la Costa Tropical

El ministro de Fomento, José Blanco, demostró sus tablas y se marcó un auténtico golpe de efecto con el que se metió a casi todos los presentes en el bolsillo al dar a conocer que la A-44 va a pasar a denominarse Autovía de la Costa Tropical. Blanco resaltó que "nunca es tarde si la dicha es buena", una opinión generalizada, aunque todos se acuerdan de la tardanza que ha tenido una de las vías que tiene que significar el despegue definitivo de la costa granadina.

Con la Autovía a la Costa se cumple uno de los anhelos de la provincia: poder tener el litoral a tan sólo 30 o 40 minutos. Por ello, el ministro consideró que "todos nos tenemos que sentir orgullosos por la importancia que tiene para la cohesión de toda España" y porque a partir de ahora se abren "nuevas posibilidades de comunicación" que generarán mayores oportunidades para la salida de productos de la comarca.

Blanco aseguró que la construcción del último tramo de autovía ha precisado la mayor inversión por kilómetro de España, con un coste medio de 14 millones de euros por cada mil metros, lo que supone un desembolso similar al precio de un kilómetro de línea de alta velocidad.

Además, la construcción de este tramo ha contado con grandes dificultades geotécnicas, ya que discurre por una zona con una orografía abrupta y con problemas de inestabilidad en algunas laderas con fuertes pendientes, que en la primavera de 2006 provocaron un problema técnico en el viaducto sobre el río Guadalfeo, causa del último retraso.

Por su parte, la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, manifestó que la puesta en marcha de esta autovía "mira hacia el pueblo de Granada y acerca Granada a su costa y toda Andalucía a la costa granadina".

La inauguración de la A-44 se efectuó ayer después de que el Partido Popular denunciara por la mañana ante la Junta Electoral Provincial el "tinte electoral" del acto y pidiera su suspensión, extremo que finalmente fue rechazado por unanimidad por este órgano. No fue la única nota discordante de la jornada. En el acto, el comentario y crítica más generalizada por la ausencia del alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP). Aunque en algún momento se planteó la posibilidad de que se hubiera producido algún problema de protocolo y no se hubiera invitado, fuentes de la Subdelegación del Gobierno confirmaron ayer a este diario que se remitió la invitación, se comprobó que había llegado y fueron informados además de que no iba a asistir. Por lo tanto, una ausencia decidida que situó a la portavoz socialista Carmen García Raya como la única representante del Ayuntamiento de la capital, ya que tampoco acudió ningún concejal del equipo de gobierno del PP.

Junto con el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, el subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz, el presidente de la Diputación, Antonio Martínez Caler, y multitud de autoridades, políticos y ciudadanos, decenas de alcaldes de la provincia acudieron a la inauguración. Incluido el alcalde de Almuñécar, Juan Carlos Benavides, y el alcalde de Motril, el popular Carlos Rojas.

Con la inauguración de este último tramo se pone fin a más de una década de espera desde que comenzaran las obras de la prolongación de la autovía Bailén-Granada hasta la costa granadina, una reivindicación histórica de ciudadanos e instituciones que ha contado con numerosas promesas incumplidas y plazos incompletos.

El 6 de julio de 1998, el por entonces delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado (PP) -actual alcalde de Granada-, puso la primera piedra del tramo entre Alhendín y Dúrcal, de unos diecinueve kilómetros de distancia, que se inauguró casi tres años después (el 2 de marzo de 2001) por el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos.

Los 8,5 kilómetros de autovía que comunican Dúrcal e Ízbor no comenzaron a construirse hasta el 8 de diciembre de 1999 y fueron inaugurados el 15 de marzo de 2002, por lo que para completar la conexión entre la capital y la Costa sólo faltaban 30 kilómetros más.

El 4 de agosto del año pasado se pusieron en funcionamiento unos 15 kilómetros que comunicaban la actual N-340 con Vélez de Benaudalla, a falta únicamente de que se construyera el puente del tramo entre Vélez e Ízbor, que se puso en funcionamiento ayer tras más de seis años de obras.

Durante el acto de puesta en marcha del último tramo de la A-44 el ministro anunció también que el tramo de la A-7 entre Almuñécar y Taramay se abrirá en julio y que la totalidad de esta vía se acabará en esta legislatura.

Asimismo, José Blanco aseguró que el centro de control de túneles que se construye en el enlace de La Herradura, con una inversión de más de 12 millones de euros y que gestionará todos los túneles situados en la A-7 y la N-340 entre los límites de la provincia de Granada y el cruce con la A-44, estará listo en septiembre.

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