Arrancan las obras de Cervantes entre las velas del rechazo vecinal

Este lunes por la mañana llegaban las primeras vallas a la Avenida de Cervantes. El personal de las dos empresas adjudicatarias de las obras, que se hará por fases, ha comenzado a descargar el material necesario para emprender la gran reforma de la calle. Un proyecto que ha levantado polémica ya que se generó el rechazo de parte de vecinos y comerciantes.

Esta semana se va dedicar a dar información de las fases y cortes de tráfico a residentes, padres del colegio, comerciantes y propietarios de garajes, además de comunicar la afección al transporte público. Y "hasta el 11 de noviembre no habrá cortes de tráfico ni incidencias de movilidad". "Esta es la semana de informar y de señalizar para que todos conozcan cómo se va a organizar la movilidad a partir de la semana que viene. Es una gran noticia para los vecinos porque habrá una inversión de 3,4 millones para conseguir una avenida moderna, accesible y mucho más verde con más árboles que antes, más aparcamientos y con zonas de ocio infantil para las familias", ha dicho el portavoz municipal, Jorge Saavedra.

Urbanismo inicia así el inicio de la gran reforma incluida en el Plan Municipal de Obras para este distrito. Y aunque ha habido controversia, el Ayuntamiento defiende su proyecto dentro de los diseños de calles que se están llevando a cabo en otros distritos, como Emperatriz Eugenia o San Antón: ganar espacio para el peatón. El problema en este proyecto ha sido que desde que se conocieron los primeros bocetos, desde la Asociación de Vecinos y de Comerciantes se organizaron protestas por dos elementos: pedían paralizar la tala de árboles y que no se quitara el carril de servicio porque lo consideran esencial para la zona. Urbanismo finalmente redujo al máximo el número de árboles a cortar, unos cinco, pero no atendió a la petición del carril secundario porque consideran que ganando aceras se va a fomentar más el comercio de la zona y por lo tanto se quita esa zona de aparcamiento, que se ganaría en calles próximas. Una solución que no gustó a los vecinos, que se han quejado este tiempo de falta de negociación. La última protesta que incluso llegó a la Fiscalía por parte de Podemos fue por el protocolo de eliminación del amianto. Paralelamente, otro grupo de vecinos también se organizó en favor de la obra.

La obra que supone una inversión de 3,4 millones de euros y una ejecución aproximada de 11 meses, por lo que tendrá que estar terminada para octubre de 2026. El tráfico se cortará por fases y quedará reabierto tras la Semana Santa.

Los trabajos comenzarán estos días con las tareas previas de implantación, que incluyen el vallado, la instalación de la red provisional de abastecimiento de agua, la señalización informativa, la protección del arbolado existente y las catas de reconocimiento de servicios, garantizando una intervención segura y ordenada, con el menor impacto posible para residentes y comercios.

La obra se ejecutará en dos tramos simultáneos, entre Puente Verde y Alcalá de Henares (que hará le empresa GLESA) y entre Alcalá de Henares y Sancho Panza (que ejecutará la empresa Urbana Infraestructuras). Para minimizar afecciones a la movilidad, se organizará por fases: un primer corte de tráfico entre el 11 de noviembre y el 23 de diciembre, con reapertura durante la Navidad, y un segundo entre el 7 de enero y el 27 de marzo para la actuación en la calzada. Tras Semana Santa, el tráfico quedará reabierto, limitándose a operaciones puntuales mientras se complementan aceras, arbolado, alumbrado y zona infantil.

Durante estos periodos, se garantizará el acceso a residentes con cochera, al Colegio Ave María La Quinta y a vehículos de emergencia, manteniéndose además la circulación de la línea S0 de autobús urbano en la propia avenida.

La remodelación contempla la creación de un bulevar peatonal de 425 metros de longitud y 13,75 metros de anchura, que permitirá ensanchar las aceras y facilitar la movilidad peatonal, especialmente para personas mayores y familias. Se instalará una zona infantil de 150 metros cuadrados con pavimento amortiguador y juegos accesibles, así como banco, fuente y papeleras que favorecen la estancia y la vida de barrio.

Velas e indignación vecinal

Por otra parte, vecinos y comerciantes de la zona han celebrado esta tarde de lunes una concentración frente al Colegio Ave María la Quinta en repulsa de estas obras. A esta cita han acudido algo menos de un centenar de personas vestidas con prendas negras y portando velas.

Tras la lectura de un manifiesto, los asistentes han colocado pancartas reivindicativas con mensajes como "Vial integrado, barrio salvado", "no a la eliminación vial. Es un barrio, no un bulevar" o "Salvemos nuestros árboles".

Además, los vecinos han escenificado un simbólico “velorio” por la avenida, en señal de duelo por la pérdida de sus árboles y del carácter original de la zona.

La protesta se ha desarrollado en un ambiente tranquilo aunque cargado de indiganción. Los participantes portaban carteles con lemas como “Salvemos la Avenida de Cervantes” y “No a la tala indiscriminada”, mientras entonaban consignas contra la actuación prevista por el Ayuntamiento.

Finalmente, uno de los momentos más simbólicos de la tarde se ha producido cuando varios asistentes han alzado y transportado un gran tronco de cartón pintado, representando los árboles que serán retirados con las obras.