Asaja anuncia movilizaciones para presionar ante la propuesta de una nueva PAC que "condena al campo granadino"

La proposición de la Comisión supondría un recorte del 22% que dejaría sin 30 millones de euros anuales en ayudas directas a agricultores y ganaderos de la provincia

Agricultores de Granada piden una solución urgente a la situación del cultivo del cereal

Los dirigentes de Asaja Granada mostraron su preocupación por la nueva PAC. / José Velasco / GPMedia
Pablo Quílez

30 de julio 2025 - 12:47

Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) Granada ha lanzado una seria advertencia ante la propuesta de reforma de la Política Agraria Común (PAC) presentada por la Comisión Europea el pasado 16 de julio en Bruselas y que entraría en vigor en 2028, al considerar que, de salir adelante, supondría un varapalo insostenible para la agricultura y la ganadería de la provincia. De hecho, según el secretario general de Asaja Granada, Manuel del Pino, "no esperábamos que fuese tan duro el recorte".

El recorte planteado por Bruselas —una reducción en torno al 22% del presupuesto comunitario de la PAC, que pasaría de 387.000 millones de euros a 302.000— tendría un impacto devastador sobre el sector agrario andaluz, y en particular sobre Granada, que perdería alrededor de 30 millones de euros anuales solo en ayudas directas a las que se podrían sumar otras pérdidas en ayudas de desarrollo rural. Actualmente, más de 30.000 agricultores y ganaderos granadinos reciben 131 millones de euros al año en el marco de la PAC 2022-2027 solo en lo que se refiere a ayudas directas. Con este nuevo escenario, se daría un nuevo paso atrás tras el recorte del 20% ya aplicado en la reforma anterior, lo que acumularía una pérdida de más del 40% en una década.

Ante esta propuesta, que "no es definitiva", tal como aclara Del PIno, "tenemos que empezar a movilizarnos y pelear para que la Comisión recoja, entre otras cosas, ayudas a zonas con limitaciones a la producción, que hasta ahora no se han contemplado". "Sabemos que es muy difícil, pero no imposible", añade el secretario general de Asaja Granada, "pero necesitamos el apoyo del Gobierno y de la Junta, y también de la ciudadanía, pues hemos de ser conscientes en los efectos que puede provocar la nueva PAC, como el abandono de superficies agrarias y, a la postre, el encarecimiento de la lista de la compra". También pidió coherencia a los partidos políticos españoles para "que defiendan en Europa lo que dice aquí porque a veces aquí dicen una cosa y luego en Bruselas votan lo contrario".

Situación en Granada

La situación es especialmente preocupante para una provincia como Granada que arrastra importantes limitaciones estructurales como la escasez de lluvias, dificultades orográficas o recursos hídricos limitados que la sitúan en clara desventaja competitiva, a lo que se añaden otros factores como la falta de mano de obra en campañas clave como la aceituna o el espárrago y los cada vez más elevados costes de producción. Sectores estratégicos como el olivar tradicional, el almendro, los cereales de secano y la ganadería extensiva quedarían gravemente afectados especialmente en comarcas como el norte de la provincia, Los Montes, Alhama-Temple, La Vega o La Alpujarra. donde constituyen uno de los pilares económicos y sociales.

Otro aspecto alarmante de la propuesta es la exclusión de los agricultores jubilados del sistema de ayudas, una medida que aceleraría el abandono de tierras, en una provincia donde más del 40% de los titulares de explotaciones tienen más de 65 años. Esta decisión pone en jaque el relevo generacional y la continuidad de miles de explotaciones familiares.

A todo ello se suma un rediseño del presupuesto que elimina el epígrafe propio de la PAC, integrándola en un fondo único multisectorial junto con otros instrumentos de desarrollo rural, que no solo reduce el peso específico del sector agrario dentro del presupuesto europeo, sino que obliga a la agricultura y la ganadería a competir con otros sectores por los mismos recursos generando tensiones innecesarias. Tambiénm según Asaja, pone en riesgo líneas de apoyo como las destinadas a la modernización de explotaciones, la mejora de regadíos o la incorporación de jóvenes, pilares básicos para la sostenibilidad y el futuro del medio rural.

Por tanto, desde Asaja Granada se rechaza totalmente la nueva orientación que debilita la PAC como política estratégica, reduce su capacidad para garantizar una alimentación segura, asequible y sostenible y aleja a Europa de los principios de cohesión territorial, equilibrio rural y soberanía alimentaria. El reto de las organizaciones agrarias, también las europeas, es intentar llegar a un acuerdo, para lo que, según Del Pino habrá que presionar: "Quizá tengamos un otoño caliente si no hay más remedio".

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