Tribunales

La mujer atacada por dos perros en Armilla (Granada) dice que engancharon a su hija al salir de comprar chuches

Sede de la Audiencia de Granada.

Sede de la Audiencia de Granada. / G. H.

La mujer que resultó herida grave al ser atacada por dos perros de raza potencialmente peligrosa (rottweiler) en octubre del año pasado en Armilla (Granada) ha declarado ante el juzgado que instruye la causa que los canes salieron de una vivienda que tenía la puerta entreabierta y "engancharon" de la chaqueta a su hija, que entonces tenía cinco años, cuando salía de una tienda de chucherías. Comenzaron a "arrastrarla" hacia el portal, por lo que fue detrás y se encaró con los perros para salvar a la pequeña, que sufrió mordeduras en un brazo, según han detallado a Europa Press fuentes del caso.

La madre fue quien salió peor parada, pues mientras forcejeaba con los perros recibió mordeduras en el rostro, a escasos milímetros de uno ojo, en el glúteo y desgarros en una pierna. La mujer va por la quinta operación desde lo ocurrido y arrastra secuelas físicas y psicológicas, según se ha puesto de manifiesto en este procedimiento que está instruyendo el Juzgado de Instrucción número 3 de Granada.

El juez, que reabrió la causa a petición de la Fiscalía hace un par de semanas, citó a declarar el pasado miércoles 15 de febrero a la madre, la cual ha ratificado lo que ya dijo en su día ante la Guardia Civil; que los perros estaban atados con una cuerda a la barandilla del portal de la vivienda donde residen sus dueños y que la puerta estaba entreabierta. No llevaban bozal y la correa era lo suficientemente larga como para que pudieran asomarse a la vía pública, donde atacaron a su hija.

Los policiales locales de Armilla que intervinieron en el atestado han ratificado ante el juez que los animales no estaban atados con correas reglamentarias sino con una cuerda doméstica cuya longitud les permitía acceder a la calle.

La noticia de esta agresión se extendió rápidamente por el pueblo y tras lo ocurrido fueron varias las personas que se desplazaron por iniciativa propia a la Guardia Civil y Policía Local para exponer que la situación de estos perros "no era algo puntual" sino que venía de largo, pues se les solía ver sin bozal e incluso sueltos, y que suponían una "amenaza". El abogado de esta familia, Manuel Zurita, de Zurita Abogados, apunta que estos testimonios son importantes a la hora de valorar el grado de imprudencia de los dueños de los perros, contra los que se sigue esta causa como presuntos autores un delito de lesiones por imprudencia grave.

Uno de estos perros es el que también atacó el pasado 6 de febrero a otra niña de cinco años cuando paseaba sin bozal por la localidad de Ventas de Huelma (Granada) junto a su dueña, a la que también atacó cuando intentó separarle de la pequeña.

La Guardia Civil arrestó hace unos días a la propietaria del animal por las lesiones que ha sufrido esta menor y por un presunto delito desobediencia a la autoridad y también está investigado por desobediencia su pareja, después de que los agentes hayan averiguado que paseaban con regularidad al animal fuera de la perrera donde un juez había determinado que debía permanecer tras el ataque en Armilla en octubre del año pasado.

El tercer presunto implicado es el dueño de la perrera de Ventas de Huelma que permitió que el animal saliera pese a la orden judicial, por lo que ha sido detenido por desobediencia.

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