Movilidad

Los autobuses de Granada servirán de banco de pruebas para nuevas gasolinas cero emisiones

Granada sigue teniendo una de las áreas metropolitanas más contaminadas de España. Tanto que solo está por detrás de las dos grandes capitales, Madrid y Barcelona. Así que acelerar el proceso de descarbonización del aire, ya sea con electrificación con medios como el Metro, o con el empleo de nuevos combustibles es una estación vital para que la capital y su Vega más cercana sean un espacio más habitable con los años sin perder las posibilidades de movilidad. Con ese fin, la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía y la compañía Repsol acaban de firmar un acuerdo de colaboración en el que la multinacional petrolera "probará" nuevos combustibles "limpios" en la flota de autobuses de las trece empresas que componen el Consorcio Metropolitano de Transportes del Área de Granada, incluido el servicio de la capital, con la ventaja que supone, en el caso de que las pruebas salgan con resultado favorable, no tener que realizar apenas adaptaciones en los actuales vehículos y sus motores para contaminar menos. O lo que es lo mismo, que los autobuses que ahora contaminan no lo hagan sin necesidad, tanto de utilizar energías alternativas, como de renovar la flota de las empresas.

Aun así, el acuerdo firmado hoy, primero que se implanta en Andalucía por los esfuerzos de los delegados granadinos de la empresa, va más allá e incluye e impulso de estudios entre ambas entidades para "evaluar" las "distintas alternativas" de alimentación energética para el transporte de pasajeros en el Área de Granada, de entrada, a través de renovables como biocombustibles avanzados o combustibles sintéticos, pero también la electrificación y el hidrógeno. Así, las líneas del Consorcio de Transporte Metropolitano serán el banco de pruebas para estos nuevos combustibles en un total de 62 rutas que al año transportan a siete millones de usuarios. Según la Junta, los combustibles renovables son una solución equivalente y complementaria a otras vías de descarbonización, como son la electrificación y el hidrógeno, debido a que son compatibles con la flota actual de vehículos del Consorcio, así como con la infraestructura logística existente, lo que los convierte en una opción que permite reducir las emisiones netas de CO2 de manera significativa y de forma inmediata. 

Gasolinas no contaminantes

Los combustibles que se empezarán a utilizar en Granada como banco de pruebas serán los considerados renovables, que se dividen en sintéticos y biocombustibles avanzados. Los primeros se hacen a partir de la captura de CO2 y de hidrógeno renovable para crear nuevas moléculas de hidrocarbono como las de las gasolinas tradicionales pero que son cero emisiones netas. Para esta línea de investigación Repsol ha invertido más de 100 millones de euros en su planta de Bilbao, ha explicado el director ejecutivo de Movilidad de Repsol, José Barreiro. En segundo lugar están los biocombustibles avanzados que se elaboran a partir de residuos como aceites usados de cocina, restos forestales, o desechos agrícolas. La compañía abrirá a finales de año la planta de Cartagena dedicada este fin con una producción prevista de 250.000 y que posteriormente se extenderá a otros complejos para producir dos millones de toneladas en 2030.

José Barreiro ha destacado que este acuerdo forma parte la "apuesta" de la compañía por las "cero emisiones netas en el año 2050", para lo cual Granada se posiciona como uno de los espacios de pruebas más importantes para la multienergética en su camino hacia la descontaminación del aire. "Descarbonización no es sinónimo de electrificación del transporte", ha explicado posteriormente el dirigente, que se ha referido a la "neutralidad tecnológica" para explorar no sólo una vía, sino más de una para poder alcanzar el objetivo de crear energías de combustión no contaminantes. Estas alternativas tecnológicas que se pretenden aplicar en Granada forma parte de la apuesta de la compañía por los combustibles renovables, que ya son una solución con los medios de distribución, vehículos y motores actuales. "Permite la descarbonización de otros sectores que de otra manera lo tendrían muy difícil como la aviación, la navegación y el transporte, tanto de viajeros como de mercancías", explica.

Por su parte, la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, ha destacado que la firma de este protocolo "es un paso más, de los muchos que se han dado dentro del afán del Gobierno andaluz de reducir los niveles de contaminación que sufre Granada y su Área metropolitana". "En los últimos años hemos observado una disminución de los niveles de dióxido de nitrógeno, pero no es suficiente: hay que hacer más y mejores acciones", ha manifestado la consejera.

Revolución Verde

Con la firma de este protocolo, que se enmarca en la Revolución Verde del Gobierno andaluz, se avanza en la lucha frente al cambio climático con la adopción de modelos energéticos sostenibles como la descarbonización del transporte público para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones, la consolidación de la movilidad sostenible y la colaboración en I+D+i orientadas a la transición energética. En este sentido, el uso de combustibles renovables es una solución de emisiones netas cero de CO2, explica la Junta.

El objeto de este protocolo es establecer el marco de colaboración para el impulso de esta transición energética en el ámbito de la movilidad del área metropolitana de Granada. Este protocolo tendrá una vigencia de cuatro años, que se puede prorrogar con un acuerdo unánime de las partes. Con el fin de velar por su cumplimiento, se constituirá una Comisión de Seguimiento, que estará integrada por cuatro miembros, dos en representación del Consorcio y otros dos designados por Repsol.

Marifrán Carazo ha precisado que este protocolo se suma a otras iniciativas para contribuir a reducir la contaminación, como la reciente puesta en marcha del Plan de la Mejora de la Calidad del Aire de Granada, con 76 medidas dirigidas a diferentes sectores, entre ellos el del tráfico, con actuaciones como la renovación del parque de vehículos, el establecimiento de Zonas de Bajas Emisiones, el fomento del transporte público, compartido y no motorizado, restricciones a los vehículos más contaminantes o la renovación de flotas de servicios públicos y concesiones, entre otras.

Zonas de Bajas Emisiones

De igual forma, ha precisado que a lo largo del año se aprobará el Plan de Transporte Metropolitano del Área de Granada, que será "un aliado indiscutible en este objetivo de la reducción de emisiones", ya que entre sus objetivos figura apostar por el transporte público y medio menos contaminante para así reducir el uso del vehículo privado, que ocupa casi la mitad de los desplazamientos (48,4 por ciento).

"Se trata de mejorar el aire que respiramos entre todos: las administraciones, los propios granadinos y, como no, empresas con una responsabilidad social como está demostrando Repsol", ha manifestado la titular de Fomento.

El Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Granada se constituyó en diciembre de 2002 y lo componen 33 municipios de pleno derecho: Albolote, Alfacar, Alhendín, Armilla, Atarfe, Cájar, Cenes de la Vega, Chauchina, Churriana de la Vega, Cijuela, Cullar Vega, Dilar, Fuente Vaqueros, Gojar, Granada, Güevejar, Huetor Vega, Jun, La Zubia, Láchar, Las Gabias, Maracena, Monachil, Ogijares, Otura, Peligros, Pinos Genil, Pinos Puente, Pulianas, Santa Fe, Valderrubio, Vegas del Genil y Viznar. También hay otros 18 municipios que están suscrito mediante convenio, por lo que la población atendida asciende a 584.712 habitantes, un 63,46% de la provincia.

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