"Las cajas de ahorros como entidades de crédito han desaparecido del país"

Lleva mucho tiempo fuera, pero a Julio Rodríguez López no se le olvida que es de Motril, donde vio la luz en 1943. Desde entonces ha llovido mucho y él se ha trabajado a fondo llegar donde ha llegado. Es doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo el premio a la mejor tesis doctoral del curso 76/77. Fue presidente del Banco Hipotecario, de la Federación Hipotecaria Europea y, entre los años 1994 y 2001, de CajaGranada. En la actualidad es vocal del Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid y miembro del colectivo Economistas frente a la crisis. Su currículum también tiene referencias políticas: fue consejero de Economía, Industria y Energía de la Junta de Andalucía entre1982 y 1986. Para hablar de economía, pocos como él.

-¿Esto es un rescate suave o una intervención? ¿Es un simple préstamo con condiciones favorables o traerá consecuencias a la economía de los españoles?

-Se trata de un préstamo de la Unión Europea al FROB, un organismo controlado por el gobierno, para facilitar la capitalización de los bancos, cuyas condiciones de solvencia se han reducido en 2012 como consecuencia de la elevada presencia de activos tóxicos inmobiliarios en sus balances y de la implantación de los Reales Decretos Leyes 2/2012 y 18/2012.

-Hay quien opina que lo que ha pasado es sólo una antesala de una intervención a gran escala. ¿Está excluido un rescate al Estado a la manera que se ha hecho en Grecia o Portugal?

-No está excluido. De momento las condiciones del préstamo son mejores que las aplicadas a los tres países de la Eurozona que han sido objeto de operaciones de salvamento dirigidas por la troika: Comisión UE, FMI y BCE.

-Aseguran que el objetivo es mejorar la situación de los bancos para que vuelva a fluir el crédito, pero por otro lado ya se habla de un nuevo decreto que les obligaría a aumentar su aprovisionamiento para responder no sólo por sus activos inmobiliarios sino por sus líneas de ayuda a las pymes y el comercio. ¿No se corta así la posibilidad de generar crédito? ¿Realmente el rescate ayudará a que fluya?

-El rescate u operación de crédito al Gobierno para que éste capitalice los bancos mejorará la posición de solvencia de las entidades de crédito, pero no se traducirá en una recuperación a corto plazo de los préstamos bancarios. Por supuesto, un nuevo Real Decreto en la línea de los dos citados podría complicar más la vida a los bancos.

-¿Si los bancos tienen que pagar al 8,5% de interés no es previsible que el que pongan al ciudadano sea aún más caro que ahora y que eso también corte la posibilidad de generar crédito? Y, por otra parte, si el Estado recibe de la Unión Europea un crédito a un interés del 3% y le exige a los bancos que lo devuelvan al 8,5, ¿no se está convirtiendo en una entidad especuladora?

-Desde el FROB se distribuirán los recursos (en forma y cantidad) en función de las circunstancias específicas de cada entidad. Habrá toma de participaciones en el capital y posibles préstamos. En el caso de Bankia, por ejemplo, lo más probable es que la ayuda sea a través de compra de acciones. Como usted dice bien, en situaciones como las de dicha entidad no cabe pensar en préstamos al 8%.

-En los tres últimos años hemos asistido a una reestructuración bancaria sin precedentes y a la práctica desaparición de las cajas de ahorro tal y como estaban concebidas. ¿El modelo de cajas estaba mal diseñado o se habían extralimitado en sus funciones y se les ha cargado el peso de la reforma financiera?

-En las reformas desarrolladas en España tras la crisis bancaria de 2008, iniciada con la quiebra del banco norteamericano Lehman Brothers, se ha impulsado no sólo la concentración de entidades sino también la transformación de las cajas de ahorros en bancos, a la vista, por ejemplo, de que las fusiones frías se iniciaron sobre la base de los SIP, a los que se dio naturaleza de bancos. Las cajas de ahorros como entidades de crédito han desaparecido en España. Se puede decir que en 2007 empezaron a morir de éxito, ante el apoyo y empuje de los gobiernos autónomos, lo que provocó su principal problema. La hiperconcentración de créditos en la promoción inmobiliaria y la alimentación de estos últimos mediante la apelación a los mercados de capitales fueron la madre de los problemas de ahora, visibles en la elevada morosidad de tales préstamos (hubo exceso de oferta inmobiliaria) y en el intenso endeudamiento en los mercados de capitales, endeudamiento privado que con la crisis se está ahora convirtiendo en endeudamiento público.

-¿Tienen algún sentido las obras sociales de las cajas en el panorama actual?

-La obra social de las cajas ha sido una actuación positiva de estas entidades. En el futuro solo subsistirá si los bancos en los que las cajas tienen participación obtienen beneficios como para pagarles dividendos, con los que se pueda hacer obra social. Lo difícil ahora es la consecución de tales beneficios.

-¿Permitir que una autoridad europea supervise el proceso de recapitalización de los bancos no es poner en entredicho la autoridad del Banco de España?

-Quien presta puede poner las condiciones que le parezcan razonables, eso no va en detrimento de nadie.

-¿Qué cree que ha fallado en el caso concreto de Bankia? ¿Puede haber más entidades financieras con problemas similares que aún no han salido a la luz?

-Al tratarse de la mayor entidad de crédito con dificultades, se hacen todo tipo de cábalas sobre la misma. Parece que la fusión de siete cajas con problemas no iba a producir una entidad óptima.

-En ese mismo sentido, ¿cómo se deberían regular las primas y los dividendos de los consejeros de entidades que ya han sido salvadas, como Bankia, para evitar situaciones como las indemnizaciones millonarias?

-Se debe impedir la presencia de remuneraciones y primas desproporcionadas, sobre todo en las entidades que reciban ayuda pública, en lo que parece se va a avanzar de forma rápida en el plano legal.

-CajaGranada ha sufrido una profunda transformación, no creo que tenga nada que ver con la caja que usted presidió. ¿Qué futuro le augura a corto y medio plazo? ¿Podrá sobrevivir BMN en solitario?

-CajaGranada (qué fácil es ahora denominarla asi, con lo difícil que fue intentarlo en mi etapa de presidente) es hoy una de las entidades que forman parte del capital del banco BMN. De momento parece que persiste el proceso de concentración bancaria, con lo que es probable que la presencia de CajaGranada se diluya más en una entidad de mayor dimensión. No es imposible la supervivencia de BMN en solitario, una vez resueltos los problemas de capitalización comunes ahora a la mayoría de las entidades de crédito.

-En caso de fusión, ¿cree que la opción más adecuada es Unicaja o que esto significaría para CajaGranada perder el poco peso que le queda en Andalucía?

-Lo importante es que la entidad en la que se ha integrado CajaGranada alcance a cubrir los requisitos de solvencia y liquidez precisos para funcionar holgadamente en el futuro. Importa su dimensión en clave de España y la UE, y no sólo en Andalucía.

-También en relación con la caja granadina y las fusiones, en su momento hubo un gran revuelo acerca de la idoneidad de unirse con Cajasol, ahora en Banca Cívica, y Unicaja. ¿Hablar de la caja andaluza suena obsoleto en el actual contexto, aunque fuera en forma de banco?

-Un gran banco, saneado, con sede en Andalucía pero con proyección importante en el conjunto de la Eurozona, no le viene mal a esta autonomía.

-Hasta ahora los analistas económicos se han equivocado cuando han vaticinado una fecha para la salida de la crisis. ¿Es arriesgado aventurar una mejoría o tenemos crisis para rato?

-Todo apunta a que se va a prolongar la salida de la crisis. Es de lamentar, por las fuertes y negativas implicaciones sociales que conlleva. Lo importante es que los políticos hagan lo posible y lo conveniente para acelerar la salida. Ello no debe complicarse por la presencia de unas políticas de austeridad que sólo conducen a generar más desempleo y más miseria. La austeridad no mejora la competitividad. También es incierto el porvenir de la Eurozona.

-¿A estas alturas es insuficiente decir que la crisis es únicamente económica? ¿Hay también una crisis de valores, de confianza?

-Por supuesto, hay una seria crisis política y una fuerte necesidad de que los dirigentes refuercen su moralidad. Se trata de volver a los principios de que no todo valga, de no abusar del pragmatismo. Tampoco vale el consenso por el consenso, los acuerdos políticos deben de establecerse sobre unos programas claros de actuación. Resulta imprescindible mejorar la transparencia de las administraciones públicas en España y racionalizar el mapa de las competencias autonómicas. El Estado debe de poder influir algo en el planeamiento urbanístico municipal, aunque haya que cambiar la Constitución de 1978 para lograr dicho propósito.

-Hay teorías para todos los gustos: una habla de una especie de unión dentro de la Unión Europea, con Alemania, Italia, Francia y España como motores. Otra, de una Europa del norte y otra del sur. Una tercera, con Alemania por un lado y los demás por otro. ¿Son descabelladas o alguna tiene sentido?

-Lo de la Europa de varias velocidades es viejo. Ahora la cuestión está en salvar la Eurozona sobre la base de la unión fiscal, de la unión bancaria y de la unión política.

-En Grecia han ganado los partidarios del euro. Se supone que esta situación iba a ser un bálsamo, pero de nuevo se ha disparado la prima de riesgo y la deuda. ¿Cuál es la explicación?

-Hay desconfianza sobre la deuda española, derivada de la inquietud sobre la realidad de las entidades de crédito españolas y del control presupuestario de las autonomías. Y sobre todo hay desconfianza por la debilidad de la economía española, de la que se desconfiará hasta tanto no se recupere el crecimiento positivo.