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Altas temperaturas, falta de cuidados y reuniones de multitud son el caldo de cultivo perfecto. El calor que se ha extendido durante los meses de septiembre, octubre y a principios de noviembre en la provincia de Granada, así como el regreso de las clases y las actividades extraescolares, han provocado un aumento de la presencia de liendres y piojos en las cabezas de los granadinos.
El verano siempre es el periodo más propicio para la aparición de estos parásitos, y la continuación de las altas temperaturas en el otoño ha provocado ese mantenimiento de los requisitos para su supervivencia en el pelo. El retorno a las aulas y a las actividades extraescolares, con agrupaciones de niños que no dudan en juntar sus cabezas, posibilita la continua supervivencia de estos y la explosión de los contagios.
"Los niños se contagian sobre todo en verano, y llegan a los colegios y actividades con ellos. Al juntarse con otros es cuando se produce el 'boom', y tenemos los contagios masivos y los padres preocupados", ha asegurado Charo Montero, fundadora de 'Kids&Nits', empresa granadina con 60 centros en toda España y que se dedica en exclusiva a la eliminación de este parásito.
La poca vigilancia y la falta de costumbre de limpieza con la liendrera, ese peine especial de púas finas de metal para eliminar los huevos del parásito, también son factores de riesgo a la hora de propagar las infecciones por piojos.
"El piojo y la liendre sufren con temperaturas extremas. Es difícil que se reproduzcan por debajo de los 12 grados o por encima de los 40. Ahora ya no hay estaciones gracias a las calefacciones o los aires acondicionados, por lo que el piojo vive muy a gusto y tiene posibilidades de vivir durante todo el año si no se ataja su presencia", ha comentado Montero.
En los últimos años, en 'Kids&Nits' han visto como la edad en la que están presentes los piojos ha cambiado. De niños pequeños está pasando a adolescentes, y las mujeres, por tener el pelo largo, son más susceptibles de tenerlos.
Además, también destaca una nueva forma de contagio, que hace algunos años no era comun: los dispositivos móviles y las videoconsolas portátiles."Puede parecer una tontería, pero también favorece la presencia de piojos el uso de dispositivos electrónicos. Los niños y adolescentes juntan las cabezas para mirar una pantalla, jugar o hacerse 'selfies'. Y si hay piojos, se produce el contagio con una facilidad pasmosa".
Pese a ello, hay que recordar que las liendres y piojos no son solo exclusivamente de niños. "Si tienes cabeza y pelo, te puede pillar. El 70% de los padres que tienen hijos con liendres se contagian, sobre todo las madres". También hay que diferenciar entre el piojo de cabeza y el piojo de barba, que es el mismo que la ladilla, al ser el pelo facial más grueso que el cabello.
La forma de evitar la presencia de piojos y liendres no tiene misterio, según Charo Montero: prevenir. Es fundamental la limpieza del cabello y el cepillado con la liendrera, así como vigilar el cuero cabelludo de grandes y pequeños. "Y es fundamental mantener ese cuidado siempre. Es como evitar los dientes picados: si no quiero caries, me cepillo todos los días. Pues si no quiero piojos, igual".
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