Instituciones Penitenciarias

La cárcel de Albolote: entre el aumento de agresiones y la falta de personal en el primer trimestre de 2021

Patio interior de la cárcel de Albolote.

Patio interior de la cárcel de Albolote. / G. H.

A mayor número de funcionarios, menos presos por trabajador a los que controlar. O lo que es lo mismo, cuantos menos funcionarios hay, mayor es el número de reos que tiene que vigilar cada uno y, por ende, mayor es la posibilidad de que se den situaciones de peligro para los trabajadores de los centros penitenciarios. La ecuación es sencilla, la fórmula para resolverla está clara: aumentar el número de efectivos; pero lo de llevarlo a cabo aún sigue en un stand by indefinido también en este 2021 en el que han aumentado el número de ataques a los funcionarios del centro penitenciario granadino.

Durante el primer trimestre del pasado 2020, tres funcionarios fueron agredidos por reclusos en la cárcel de Albolote, según datos del sindicato APFP facilitados a Granada Hoy. Sin embargo, esta cifra se ha multiplicado este 2021, en un periodo en el que han sido seis las agresiones sufridas por los trabajadores de la prisión granadina, a lo que además se suma un intento de agresión a dos enfermeras, a las que un interno trató de lanar una silla, sin que esta llegase a impactar en ninguna de ellas ni que el reo pudiera hacer más al lograrse una rápida intervención que evitó que el ataque se llevase a cabo.

Estas situaciones, que entre 2004 y 2020 han afectado a dos centenares de funcionarios de Albolote –según datos de APFP, se han contabilizado 200 agresiones en ese periodo en la cárcel granadina– podrían evitarse, como ocurrió con ese intento de ataque a dos enfermeras, si hubiese más personal ya que habría más capacidad de reacción. Sin embargo, el centro penitenciario de Albolote, que además cuenta con sobrepoblación de reclusos según lo que marca su catálogo (hay más de 1.200 según el sindicato, pese a que el catálogo fija 1.008), sigue acusando una falta de funcionarios que deja la plantilla por debajo de lo que debería.

Tal y como explicaron desde APFP, "la relación de puestos de trabajo del Centro Penitenciario de Albolote a finales de 2020 era de 505 plazas. Si bien, solo había ocupadas 419, quedando 86 vacantes. De ellas, 46 vacantes son en el área de vigilancia, a las que se suman los pases a segunda actividad, que son otras 26 plazas, lo cual hace que en la zona de servicio interior, que es la encargada de la vigilancia de los internos, tengan 72 plazas vacantes”.

Si bien, esta no es la única área que se ve afectada por la escasez de personal, pues "es también significativa el área tratamental, donde la figura del Educador es fundamental en el Centro penitenciario, algo que está regulado en el artículo 296 del Reglamento Penitenciario de 1981, con una dotación de 17 plazas. Si bien, en Albolote sólo hay 9 efectivos, 5 están vacantes, uno en comisión de servicios y dos con bajas de larga duración”, indicaron desde APFP.

De este modo, queda "una media de 136 internos por trabajador para su atención, lo que realmente es inviable a corto, medio y largo plazo, sin que desde la Secretaría General se cubran todas las vacantes”, expusieron.

Al igual que ocurre en la cárcel de Albolote, en el CIS Matilde Cantos de Granada también se acusa una falta de personal. "El CIS de Granada está compuesto por cinco edificios, con un total de 304 plazas, pero actualmente tiene vacantes un tercio de la plantilla”, indicaron desde APFP.

De este modo, un año más, la falta de personal continua siendo una de las grandes asignaturas pendientes en la prisión granadina, un hecho al que, además, los trabajadores han tenido que hacer frente durante el año de pandemia en el que las bajas por coronavirus o cuarentena obligatoria han mermado aún más a la plantilla.

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