sucesos El matrimonio prestará declaración hoy ante el juez

"En la cárcel hasta que se pudran", claman los familiares de Alejandro

  • Joaquín Maya Martos, el detenido junto a su mujer por la muerte del niño de Almanjáyar, pertenece a una familia marcada por la violencia · Su hermano, El Marce, mató en 1985 a dos guardias civiles en Granada

Pasarán a disposición judicial esta mañana. La pareja detenida por la muerte de Alejandro, el pequeño de seis años cuyo cadáver fue hallado en la madrugada del miércoles en la parte posterior del edificio donde vivía con sus padres en el barrio de Almanjáyar, prestará hoy declaración ante el juez.

La hija de ambos, una niña de doce años con la que supuestamente Alejandro subió a jugar antes de los hechos, se encuentra ya en un centro de protección de menores de la Junta de Andalucía por orden de la Fiscalía de Menores hasta que se resuelva la investigación que instruye el Juzgado de Instrucción número 3 de Granada.

Según indicó ayer en Almería la consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro, la niña se fugó el día 5 de abril del centro de protección de menores en el que estaba ingresada y la Junta puso la "pertinente denuncia", por lo que la Policía "la estaba intentado localizar como es habitual en estos casos".

Fuentes policiales consultadas por este periódico explicaron que se trata de "un caso claro de homicidio", ya que la autopsia ha certificado que el pequeño cayó por una ventana del tercer piso, donde acudió a jugar con su vecina y, al parecer, el pequeño no pudo subirse solo a esta ventana debido a la altura de la misma.

No obstante, las mismas fuentes rehusaron dar detalle alguno sobre la investigación, puesto que "está aún en marcha y están abiertas todas las hipótesis". Así, no se descarta la posibilidad de que la niña pueda tener alguna responsabilidad en lo ocurrido, si bien no sería la primera vez que se inculpa a un menor porque hasta los 14 años todo joven está exento de responsabilidad criminal y sólo se le aplicarían medidas de protección.

Para exigir justicia, los familiares y vecinos de María y Justo, los padres del pequeño, acudieron a las cinco de la tarde de ayer a los Juzgados de la Caleta pensando que los detenidos declararían ante el magistrado a esa hora. A las puertas del edificio se vivieron momentos de dolor, rabia e impotencia hasta que Ángel Linares, abogado de un vecino de la familia, acudió a interesarse por el caso y ofreció su ayuda a los padres, que se han citado con él a las nueve de la mañana.

Las casi doscientas personas que se concentraron a las puertas del edificio se ofrecieron a poner diez euros para costear los gastos derivados del juicio y expresaron su indignación ante el trágico suceso. Así, y alentados por las peticiones de la familia de Mari Luz, la pequeña asesinada en Huelva, pidieron "cadena perpetua" para el detenido, Joaquín M. M., un hombre de 54 años que cuenta con antecedentes penales por robo y por tentativa de homicidio. La mujer, M. A. G., de 36, tiene problemas de adicción con las drogas.

Indignados y apenados, los familiares y vecinos de Molino Nuevo llegaron incluso a pedir "la silla eléctrica" para el detenido que, según gritaban, "mató a su padre y por eso estuvo catorce años en la cárcel". Al tiempo, otros proferían gritos de "Estados Unidos, no Albolote" o "Criminales, habéis tirado a un niño chico desde un tejado. Que se pudran".

Fuentes de la Policía Local recordaron que el detenido protagonizó un suceso en el centro municipal de servicios sociales de la zona Norte cuando "amenazó con una pistola a los trabajadores sociales" porque, al parecer, quería llevarse a la pequeña a su domicilio. Los hechos ocurrieron el pasado febrero y los trabajadores de este centro llegaron a manifestarse para exigir que una pareja de agentes vigilara la entrada del edificio.

Por si esto fuera poco, un familiar del pequeño Alejandro que responde al nombre de Justa, comentó que un hermano del detenido ya fallecido, Antonio Maya Martos, conocido como 'El Marce', protagonizó uno de los episodios más trágicos que se recuerda en la Granada de los años ochenta.

Ocurrió el 1 de diciembre de 1985, en la antigua prisión provincial, donde dos guardias civiles resultaron muertos y otro herido grave cuando este individuo y otros cuatro reclusos más intentaron escapar del centro penitenciario. Antonio Maya Martos, que entonces tenía 25 años, estaba considerado muy peligroso. Consiguió huir y los otros cuatro se amotinaron, reteniendo a tres funcionarios de prisiones, hasta que se rindieron al cabo de tres horas y media.

El propio huido, Antonio Maya, fue quien, en la puerta de la cárcel, hirió mortalmente a los agentes de la Guardia Civil Antonio Bailón García, de 42 años, y Ramón López Vilches, de 40. Finalmente el preso fugado fue detenido una semana después por la policía tras el registro del domicilio de sus padres, una modesta casa unifamiliar del barrio obrero granadino de Cartuja.

Joaquín, su hermano, había huido un mes antes de la cárcel de Burgos aprovechando un permiso eventual. Fue detenido el 15 de noviembre en Granada en compañía de una mujer. Según declaró entonces la policía, esgrimió un arma y forcejeó con dos funcionarios. También detuvieron a su acompañante porque asumió la propiedad del arma.

Algunos funcionarios de la cárcel contaban que días antes de la fuga de El Marce, cuando su hermano abandonó la prisión de Granada para ser conducido hacia Burgos, estaba muy nervioso y se despidió con especial vehemencia de él. En esto se basaron para sostener que la fuga ya había sido planeada y que la pistola estaba en una de estas celdas.

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