Granada es una de las capitales de provincia andaluzas que más gases de efecto invernadero emite a la atmósfera, duplicando a otras como Jaén o Cádiz, y muy cercana, por encima, a Almería, según los datos del Mapa del Clima de Andalucía publicado por la Junta y con datos referentes a 2020. El lado bueno, o menos malo, es que la ciudad de la Alhambra se encuentra a bastante distancia que el Mapa coloca en primera posición, que sería Málaga, Sevilla y Córdoba.

Este ranking no va de la mano del número de población. Así, el padrón de 2020, año que toma como referencia el Mapa de la Junta de Andalucía, daba a la ciudad de Córdoba una población de 781.451 habitantes, frente a los 919.168 de Granada o a los 1.244.049, de la tacita de plata. La respuesta, habría que buscarla en otro lugar fuera de la población, o al menos no de forma directa, pues las poblaciones emiten gases de efecto invernadero principalmente debido a las actividades humanas. La quema de combustibles fósiles, tanto para la generación de energía como para el transporte, es una de las principales causas. Los vehículos motorizados, omnipresentes en áreas urbanas, son una fuente significativa de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros contaminantes. Las industrias también desempeñan un papel importante. Procesos como la fabricación de cemento, acero y productos químicos liberan gases de efecto invernadero en grandes cantidades.

Además, la agricultura contribuye a estas emisiones a través de actividades como la gestión del suelo, la producción de alimentos y la gestión de residuos orgánicos. La gestión de residuos en sí misma puede generar metano, un gas de efecto invernadero aún más potente que el CO2. Estas emisiones, acumuladas a lo largo del tiempo, han llevado a un aumento en las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, exacerbando el problema del calentamiento global y el cambio climático.

En la provincia de Granada, como es lógico, la capital es la que emite más toneladas de CO2, con un total de 652.903 toneladas de dióxido de carbono equivalentes anuales (tCO2 equiv) de acuerdo al mapa de la Junta de Andalucía, una situación que, según las previsiones para 2026, no variará mucho, pues para dentro de dos años se esperan 657.903 toneladas. Por lo tanto, es el cielo menos limpio de contaminación de toda la provincia de Almería y uno de los más perjudicados de la comunidad autónoma.

En segundo lugar está Motril (incluyendo Torrenueva Costa), que emitió en 2020 265.652 toneladas de CO2 y en tercer lugar se encuentra Loja, aunque eso sí con bastante distancia, pues según los datos de la Junta esta cabecera de comarca lanzó a la atmósfera 95.033 toneladas.

Ya fuera del podio, en cuarto lugar está Baza, con 85.193 toneladas, seguida de Guadix, con 76.477 toneladas y, de nuevo en el Litoral, Almuñécar, con 73.592 toneladas de CO2 emitidas hasta 2020. Le siguen Atarfe (69.336) y Albolote (63.627).

A partir de aquí, se vuelve a producir un nuevo corte y el resto de poblaciones más contaminantes, todas grandes urbes, rondan los 50.000 toneladas. Tal es el caso de La Zubia o Las Gabias. 

Los datos de hecho chocan un poco con el volumen de población, pues si municipios como la propia capital o Motril es lógico que estén en primeros puestos, más aún en el caso de la ciudad costera, la segunda más poblada de la provincia, con todo lo que supone el Puerto a nivel de emisión de gases. Sin embargo, resulta curioso el lugar predominante que ocupan lugares como Baza o Loja, que pese a ser cabecera de comarca no disponen de gran peso en cuanto a población, frente a otras como Armilla, que de acuerdo al Mapa Climático emitió 71.683 toneladas.

Los que menos contaminan

Y en el otro extremo, la zona que menos contamina de la provincia se encuentra bastante repartidos, así uno de los que menos contaminación aporta sería Carataunas, en la Alpujarra, con 721 toneladas en 2020, seguido de Fornes, en Alhama, con 804 toneladas o Soportújar, de nuevo en la Alpujarra, con 938 de acuerdo al Mapa Climático. 

A cierta distancia se encuentran otros como Escúzar, que a falta de saber en qué se traducirá la instalación del acelerador de partículas y todo el desarrollo que ello conllevará, hasta 2020 había emitido 5.019 toneladas de CO2, una cifra aparentemente pequeña pero que contrasta con las arriba mencionadas. 

Más cercana es la cifra que ofrecen, por ejemplo, Cacín, también en la comarca de Alhama, con 4.396 toneladas; Villamena, en el Valle de Lecrín, con 3.674 toneladas; o Lentegí, en la Costa, con 1.482 toneladas.