Cierra Ruido Rosa, el bar de la Granada alternativa

Era un secreto a voces y finalmente se ha confirmado. Ruido Rosa, el mítico local de calle Sol, cerrará sus puertas a finales de junio, cerrando también de paso una etapa que comenzó en 2017, cuando Sergio Vela tomó los mandos de un bar inaugurado a finales de los 80 por 091 y el mánager que compartían con Enrique Morente, Paco Ramírez. A estos se suman otros nombres como Lori Meyers (Noni trabajó como camarero), Grupo de Expertos Sol y Nieve o Dolorosa, cuya vocalista, Natalia Muñoz, también fue camarera del lugar. Un sinfin de nombres, junto a los anónimos que aporta la clientela, que muestran el papel que este bar ha jugado en la cara alternativa de Granada.

El mensaje de despedida, publicado por el propio establecimiento en sus redes sociales y que cierra con unos versos de The End, de The Beatles, destaca el "viaje mágico, inexplicable y maravilloso" surgido tras esta nueva etapa en la que se ha creado "un sentimiento de amistad y comunidad que no ha entendido de género, raza, nacionalidad ni generaciones".

Aún sin fecha fija en el calendario para ese "persianazo", como lo califica el mismo mensaje, los responsables animan "a disfrutar y a darlo todo estos últimos fines de semana que nos quedan" y agradecen a toda la "gente increíble" que durante estos años han"aportado un amor y un cariño imposible de explicar con palabras".

Inmediatamente, el mensaje se ha llenado de pésames y muestras de despedida para el local y sus responsables. "Ruido Rosa, donde lo maravilloso ocurre", reflejaba un usuario; "Larga vida al Ruido", podía leerse más abajo; "Nuestro sitio favorito x siempre", escribía Colectivo da Silva también entre los mensajes de despedida.

Situado en primera línea de Pedro Antonio, Ruido Rosa se ha convertido, a lo largo de más de tres décadas, en un lugar de referencia para esa cultura alternativa, diferente a la que ofrece el resto de la calle, epicentro del ocio nocturno en la ciudad. Dada su ubicación, bajando unas escaleras en la ya mencionada calle Sol, y la cantidad de nombres que han pasado por ahí, el espacio, al que aún le queda vida, se ha configurado como el kilómetro -1 de la cultura granadina alternativa.