El cine Madrigal ha cerrado de forma "voluntaria" esta tarde debido a la crisis del coronavirus. La última sesión ha sido a las 16:00. "Aunque somos un cine pequeño y débil, no tenía ganas de seguir abierto. Si recomiendan a la gente estar en casa, ¿cómo vamos a tener un espacio de concurrencia abierto? No tiene ningún sentido. Debemos ser coherentes", señala Juan Torres-Molina, gerente del Madrigal.

Torres-Molina habló ayer con la distribuidora de la película en cartelera para organizarse. "Hace dos días no había casos de coronavirus en la ciudad. El miércoles fue bien. Vinieron casi 200 espectadores. Percibí algo de preocupación, pero nada grave. El jueves empezó a precipitarse la cosa con el cierre de colegios y universidades. Ayer, la respuesta del público fue contundente", relata uno de los dueños del cine, que a esta hora está "cerrado a cal y canto".

Las repercusiones económicas, reconoce el gerente del Madrigal, van a ser "terribles, malísimas. "Es doloroso, tremendo. Qué le vamos a hacer, es un tema de salud. Somos responsables de cerrar ante algo así", reconoce Torres-Molina. Los Kinépolis (Pulianas y Nevada) también han dejado de proyectar películas. El gerente del Artesiete Alhsur tampoco se ha planteado abrir hoy: "Desde esta mañana teníamos claro esta decisión".

Ocine Serrallo celebrará su último pase a las 20:00. "Como consecuencia de la situación y evolución del virus, Ocine se ve obligada cerrar sus centros cumpliendo con las medidas preventivas de salud pública dictadas por las autoridades sanitarias", explican en un comunicado. "A partir de mañana cerramos, es una obligación moral. No queda más remedio. Haremos todo lo posible porque los trabajadores reciban su sueldo y estamos a las órdenes de las autoridades pertinentes", explica la dirección del cine.