La ciudad abraza a la Virgen

Los cohetes, el revuelo de las palomas, el redoble de las campanas y el estallido de los aplausos enmarcaron un año más la salida de la Virgen de la Angustias de su templo. Aunque la junta de gobierno de la hermandad se había levantado mirando al cielo y tardó en decidirse, el tiempo fue generoso y a las seis y media en punto la Patrona de la ciudad salía a la calle después de varios días de pronósticos meteorológicos poco optimistas. Las expectativas del gentío que abarrotaba el centro de Granada pudieron cumplirse, después de que el año anterior la procesión se suspendiese a causa de la lluvia.

Aunque la Virgen salió a las seis y media, la procesión se había iniciado una hora antes. A las cinco, en la esquina de la Plaza de la Mariana con Ángel Ganivet, María Dolores Soto, una joven de 22 años, portaba la cruz parroquial tras la que se organiza la procesión de los miles de fieles que anteceden a la virgen portando velas.

Las idas y venidas, los consejos o las regañinas del grupo de horquilleros encargados de organizar la procesión permitieron que el orden del día se cumpliera religiosamente: a las cinco y media arrancaba la procesión de las velas, a las seis se abrían las puertas de la basílica para dar comienzo a la de la hermandad y a las seis y media la Virgen dejaba su casa.

Este año, además de encargarse de las directrices habituales para que no se formen grupos ni tampoco se paren las filas de devotos, algunos hermanos, como Antonio Jiménez, estaban también encargados de repartir los conos que ha preparado Inagra para minimizar los problemas de la cera en las calles. Ayudados por algunas azafatas contratadas por el Ayuntamiento, la hermandad tenía previsto repartir 15.000 palmatorias de papel.

Este año el recorrido sufría alguna ligera variación respecto a otros años, pues se había sumado a la trayectoria la calle Alhóndiga. En concreto, el itinerario procesional de la Virgen partía de la Carrera del Genil hacia la Plaza del Campillo, Mariana Pineda, Ángel Ganivet, Reyes Católicos, Gran Vía, Cárcel Baja, Plaza de las Pasiegas, Marqués de Gerona y Mesones, para volver por Alhóndiga, Recogidas, Acera del Darro y Carrera del Genil.

Además del grupo de cofrades elegidos por la Hermandad, una veintena de agentes de uniforme de la Policía Nacional, 80 efectivos de Protección Civil y numerosos agentes de Policía Local se encargaron de vigilar el orden fuera de las filas de la procesión.

La Patrona realizó este itinerario acompañada por su fieles y escoltada por todos los cuerpos de la hermandad. Sirviendo de antesala a la Virgen, a las seis empezaban a desfilar las camareras de riguroso negro y en rigurosas filas. Maquilladas, con sus guantes blancos sosteniendo un rosario, empezaba la hilera de feligresas con zapatos de medio tacón para aguantar la caminata.

Tras ellas, con menos seriedad y más desorden, empezó a desfilar el cuerpo de horquilleros que era azuzado por el hermano responsable de la marcha de la procesión: "Más rápido. De dos en dos, que no se rompan las filas".

Cuando terminó la comitiva de los 2.200 horquilleros que tiene la cofradía, salió del templo el Arzobispo de Granada, que había oficiado en la Basílica la eucaristía de las doce de la mañana, acompañado por el párroco de la Virgen de las Angustias con varios sacerdotes, y el grupo se colocó frente a la puerta para encontarse de cara con la Patrona.

Los 110 palieros de la Virgen dieron todo para sacar y colocar el palio que la protege en caso de inclemencias y el trono hizo su aparición triunfal.

En ese momento los objetivos de todas las cámaras de televisión local estaban fijos en la puerta del templo, incluidas las de la nueva cadena municipal, que comenzó a emitir ayer con motivo de las fiestas patronales.

Con esas imágenes que tanta expectación generan entre las calles, TG7 quiso ayer estrenar la cadena. Y para esta carta de presentación realizó ayer un gran esfuerzo técnico: un total de seis cámaras y una unidad móvil que emitía en directo desde pleno corazón de Puerta Real permitieron dar una amplia cobertura a la festividad religiosa más importante de la ciudad.

Jorge Martínez fue el encargado de conducir el programa en directo que contó con la presencia de un nutrido grupo de invitados, entre los que se encontraba Encarna Xímenez de Cisneros, pregonera este año del pregón a la Patrona.

Al paso de la virgen, llegó el turno de la comitiva de representantes de las principales instituciones de la ciudad que todos los años acompaña a la hermandad y la Patrona.

Tras la orden de Maestantes, la primera en asomar su estandarte por las puertas de la iglesia de la Carrera del Genil fue la Diputación de Granada, con la ausencia notable de su presidente, Antonio Martínez Caler, que fue sustituido por la vicepresidenta, Juan María Rodríguez Masa.

El segundo estandarte fue el del Ayuntamiento de Granada, que contó con la presencia de todos los concejales del Partido Popular y del alcalde, José Torres Hurtado.

La comitiva se cerró una representación de las juntas de gobierno de las cofradías granadinas hermanadas con la Virgen de las Angustias, del Madoc, el Ejército de Aire, la Guardia Civil, los Bomberos, la Policía Nacional y la Fiscalía. Y, como establece el protocolo, el fin del desfile recayó en el teniente general del Mando de Adiestramiento y Doctrina en Granada, Francisco Puentes Zamora, como representante de la figura del Rey de España.

Además de la Banda Municipal y otras procedentes de distintos pueblos de la provincia que acompañaron a la imagen en su recorrido procesional por la ciudad, la encargada de tocar el himno de España a la salida fue una procedente de la capital hispalense: la formación musical de la capitanía de Sevilla.

Todas ellas fueron las encargados de ponerle banda sonora a una larga tarde de domingo, que culminó con la entrada de la Virgen al templo a las once menos cuarto de la noche.