Leandro Cabrera toma el mando en el Colegio de Abogados

El Colegio de Abogados de Granada ha puesto fin al proceso de renovación de la Junta de Gobierno con el solemne acto de toma de posesión de los 16 cargos que –por primera vez de forma íntegra– fueron elegidos en los comicios del pasado 6 de noviembre, encabezados por Leandro Cabrera Mercado, que sucede a Eduardo Torres González-Boza como decano de la institución.

Durante la ceremonia, los diputados que han finalizado su mandato han cedido, uno a uno, el testigo a los nuevos integrantes de la Junta de Gobierno, simbolizando el traspaso de poderes con la entrega de la medalla del Colegio a los respectivos miembros entrantes y el pronunciamiento del juramento o promesa por parte de estos últimos.

“Han sido dos mandatos complicados”, señaló Eduardo Torres durante su discurso de despedida, resaltando el “excepcional” trabajo de todo el equipo de gobierno y del personal de la corporación, un “activo imprescindible”. “De todos los compañeros he aprendido, incluso de los críticos, y a todos tengo que agradecer el trato que me han dispensado”, ha añadido el hasta entonces decano.

En su intervención, el decano saliente también ha dado la bienvenida a los nuevos representantes de la abogacía granadina a este mandato de cuatro años que requerirá “esfuerzo, sacrificio y trabajo”, con especial mención a su sucesor.

“Me voy con la satisfacción de que el Colegio se queda en magníficas manos y estoy seguro de que será un gran decano: tiene preparación y conoce el Colegio a la perfección”, ha comentado Torres, recordando la participación histórica y el gran ejemplo de democracia que dio el colectivo profesional en las últimas elecciones.

Por su parte, Leandro Cabrera, arropado durante el acto por familiares, amigos, compañeros y personalidades del ámbito judicial, militar, policial y de la Guardia Civil, político y social de la provincia, se refirió a la nueva etapa que comienza junto a su equipo, que estará basada en tres ejes: la participación de los colegiados, la mejora en la prestación de servicios y la defensa del ejercicio de la profesión y de los propios letrados. “Somos conscientes de que tenemos por delante un reto difícil, como es que los cerca de 3.500 colegiados (entre ejercientes y no ejercientes) sientan el Colegio como algo propio”, por lo que será necesario “hacer del Colegio una institución participativa y abierta a todos los colegiados, con absoluta transparencia, un instrumento de servicio al colegiado para facilitar el ejercicio de la profesión en todos los ámbitos”, afirmó Cabrera.