Los comerciantes del centro podrán proteger sus escaparates con persianas
Urbanismo y Cultura, tras cuatro meses de trabajo, llegan a un acuerdo que permite instalar cierres de seguridad en los establecimientos de la zona centro y casco histórico
Finalmente parece que todas las partes han llegado a un acuerdo y los comercios del centro y casco histórico -unos 2.600- podrán instalar persianas en los escaparates además de en su puerta de entrada.
El acuerdo a tres bandas -Ayuntamiento, Junta y Comerciantes- llega tras cuatro meses de negociaciones que, en cualquier caso, deberán pasar por el pleno municipal y la Comisión de Patrimonio, eso sí, con la garantía de que ya no hay discrepancias que bloqueen el plan acordado.
Ayer, el delegado de Cultura en funciones, Pedro Benzal, acompañado de su homólogo en Turismo, Alejandro Zubeldia, explicó que el visto bueno al proyecto se da después de incluir 6 premisas clave. "Partíamos de la base de que en el 90% de las cuestiones estábamos de acuerdo pero había que limar algunos puntos para fomentar la actividad comercial sin dañar al patrimonio", expuso Benzal.
Algunos de los aspectos que los comerciantes deberán tener en cuenta son, por ejemplo, la catalogación de los inmuebles. En el caso de que la tienda esté en un edificio catalogado, los propietarios deberán presentar junto con la solicitud del permiso de la instalación de la persiana, un análisis histórico y una justificación de que la intervención no afectará a valores patrimoniales.
La instalación de seguridad deberá integrarse tanto en diseño, color como en materiales en la composición de la fachada, de manera que no parezca un elemento agregado de mal gusto. Asimismo, las persianas que se instalen serán tubulares de malla abierta o chapa perforada, de manera que se pueda ver el interior del establecimiento y que el centro histórico no se convierta en algo parecido a en una jaula de metal.
En el caso de que las persianas sean opacas, deberán de acreditarse y sólo podrán colocarse detrás del vidrio en el interior del local.
Por último, tanto los técnicos de Urbanismo como los de Cultura han decidido que los sistemas de cierre deben ser enrollables y no de 'librillo o ballesta', al igual que quedan prohibidos los cierres continuos a lo largo de varios escaparates o los instalados con varias piezas con los elementos divisorios fijos.
Igualmente, el documento consensuado indica que las condiciones antes detalladas no son de aplicación a los cierres provisionales de los huecos de los locales mientras están en obras que deberán realizarse con fábrica enfoscada y pintada.
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