cuando la comida es el retoElca, unidad de día:
Salud | Trastornos alimentarios
La Unidad Multidisciplinar de la Conducta Alimentaria, presta ayuda a más de 300 enfermos El centro acaba de ampliar sus instalaciones
Entre tres y cinco años puede durar la recuperación completa de un paciente con trastorno de alimentación, según la experiencia de la nutricionista Carolina Oblaré. En ese largo periodo de tiempo el paciente atraviesa etapas muy diferentes que requieren tratamientos distintos. Para dar respuesta a esos estadios en los que el enfermo no requiere un ingreso hospitalario pero todavía tiene dificultades para controlar la patología surgió Elca, una unidad multidisciplinar de la conducta alimentaria que Oblaré creó hace cuatro años con la psicóloga Elena Martínez y de la que ayer se inauguraron sus nuevas instalaciones.
Ellas son las socias fundadoras de esta empresa, pero junto a las dos trabaja un grupo de profesionales con amplia experiencia en el tratamiento de los trastornos alimentarios. El objetivo es llevar a cabo un abordaje integral desde una perspectiva bio-psico-social en la atención que se presta a estas personas y a sus familiares.
La unidad de trastornos alimentarios ofrece un tratamiento individualizado, integral y multidisciplinar (psiquiátrico, nutricional, psicológico, etc.) en dos modalidades: unidad de día y consultas externas.
"Desde que empezamos a trabajar hasta ahora hemos notado más que un cambio en el perfil de los usuarios -que siguen siendo en su mayoría chicas jóvenes- un aumento de la demanda. Empezamos atendiendo a 6 chicas en la unidad de día, que tenía aforo para 12 pacientes, y ahora atendemos a una veintena", cuenta la nutricionista sobre la ampliación del local, situado en la calle Ricardo del Arco y que ayer se inauguró de forma oficial pero que lleva funcionando con el nuevo aforo desde septiembre.
La unidad de día está dirigida a pacientes que han realizado ingresos hospitalarios de media o larga duración, pero también para aquellos que están en régimen ambulatorio sin apoyo familiar o social adecuado y que requieren de un soporte terapéutico de contención durante una parte del día. Durante todo el día, de lunes a viernes de 8:30 a 18:30, allí reciben terapia psicológica individual y grupal, terapia nutricional, ocupacional y psiquiátrica, a la vez que participan en actividades y talleres que facilitan la superación de la enfermedad, mejoran habilidades sociales o logran hábitos de vida saludables. "El precio del tratamiento depende de si vienen a diario o sólo unos cuantos días a la semana", comenta la nutricionista, que rehúsa hablar de cantidades.
Puede beneficiarse de la unidad de día aquellos enfermos con mayor conciencia de enfermedad y mayor motivación para el tratamiento, ya que permiten a los individuos ir adquiriendo la autonomía que necesitan y enfrentarse a las posibles situaciones personales conflictivas que pueden desencadenar una recaída. Esto hace posible que, en algunas ocasiones, el paciente no deba interrumpir su ritmo de vida anterior y pueda seguir parcialmente algún hábito de vida normalizado.
Precisamente, el tratamiento que presta la unidad de día se caracteriza por su flexibilidad, la personalización y la continuidad. Su adaptabilidad reduce el coste emocional al ofrecer un tratamiento menos traumatizante que permite al paciente evitar su desconexión de la realidad.Y a las familias, les ofrece, en palabras de Oblaré, un respiro. "Hacemos un control exhaustivo, de las comidas, control de baños, reciben consultas psiquiátricas, una enfermera supervisa que se tomen la medicación...".
Las consultas externas con psicólogos, nutricionistas y psiquiatras están dirigidas a pacientes con buen pronóstico o detección precoz de la enfermedad, con aceptable motivación, buen apoyo social y que no presentan complicaciones médicas ni psicológicas graves. Está recomendado en los casos en que solo se requiere un tratamiento en las fases más leves del trastorno, siendo posible este abordaje puntual mientras la persona continua en su domicilio. "En consultas externas tratamos en la actualidad a unas 300 personas. Además de personas con anorexia y bulimia atendemos a personas con trastornos de la conducta alimentaria no específicos, como pueden ser los atracones. Hay personas que vienen sólo para que las ayudemos a adelgazar", comenta Oblaré.
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