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¿Puede alterar la crisis sanitaria la construcción del acelerador de partículas en Granada?

  • La UGR encarga un estudio para determinar el alcance de la pandemia en el proyecto y cómo éste puede ser un revulsivo económico para la provincia en tiempos de pospandemia

Proyección de la instalación de Escúzar.

Proyección de la instalación de Escúzar. / R. G.

Hace casi un año, el secretario general del Ministerio de Ciencia e Innovación, Rafael Rodrigo, negaba en una entrevista con este diario que lo que entonces era una crisis sanitaria circunscrita a China pudiera afectar al proyecto del acelerador de partículas por el que puja Granada. La pandemia, sin embargo, lo ha alterado todo y, posiblemente, sus efectos se dejen ver en el ambicioso proyecto que quiere dar a luz un nuevo modelo energético. Con un ojo puesto en la crisis económica y el otro en el proyecto, la Universidad de Granada (UGR) ha encargado un estudio sobre el impacto socioeconómico asociado al proyecto previsto en Escúzar dentro del escenario del Covid-19.

El documento de la licitación del estudio reflexiona sobre el efecto que la pandemia en España. “La probabilidad de insolvencia de las empresas españolas se multiplicara por más de tres veces en 2020, sin tener en consideración las medidas de mitigación del sector público”, indica el documento, que apunta a que “esto hace que el escenario en el que se inserta el proyecto IFMIF Dones pueda verse grandemente alterado por la deficiencia o inexistencia de tejido productivo que permita establecer unas condiciones de mercado ordinarias en la construcción e implementación del proyecto”.

Del otro lado, el estudio que plantea realizar la Universidad de Granada aborda también la importancia que el proyecto del acelerador de partículas podría tener, precisamente, en una provincia tan castigada por la pandemia como Granada. “El impacto socioeconómico del proyecto puede ser aún más importante para relanzar la economía y tejido productivo de la localidad y provincia en la que se radique el proyecto IFMIF Dones”, señala el texto.

El estudio que quiere realizarla UGR “debe identificar el impacto directo, indirecto e inducido del proyecto IFMIF Dones en los diferentes ámbitos territoriales afectados (local, regional, nacional y europeo) teniendo en cuenta su actuación en una situación de pandemia y de recuperación económica y social”, se especifica en la licitación. Cabe recordar que el proyecto prevé la creación de 9.000 empleos, según se indicó en 2017 en unas jornadas organizadas por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Aproximadamente el 70% de esas contrataciones serían a nivel local y la cuantía en contratos nacionales “supondría más de 340 millones de euros” durante la operación Dones, se indicó entonces.

El proyecto IFMIF Dones es una iniciativa internacional en la que Granada aspira a meter la cabeza como sede de la infraestructura. Su nombre son las siglas de International Fusion Material Inspection Facility (IFMIF) y Demo-Oriented Neutron Source (Dones) y es una de las piezas destinadas a crear los futuros reactores de fusión. Es, en realidad, un banco de pruebas de lo que se entrevé como una futura fuente de energía, a partir de la fusión nuclear. El siguiente paso –una vez que en el acelerador de partículas de Escúzar se hayan realizado los estudios previos y éstos validen que se trata de una fuente segura–, será la construcción de un reactor con fines comerciales.

Dada la envergadura del proyecto, se hace necesario, justifica la UGR, este estudio. Éste, específicamente incluirá un apartado sobre el “marco general del impacto de la pandemia Covid-19 en el proyecto IFMIF Dones” y el “impacto socio-económico de la inversión en la infraestructura de investigación con especial incidencia a las condiciones que introduce la pandemia sanitaria”.

Además de esos impactos, se incluye el análisis de la “contribución del proyecto al desarrollo socioeconómico de la zona” y “su efecto multiplicador ante la pandemia sanitaria”. Asimismo, se determinará la contribución al PIB, “identificando y diferenciando por sectores, así como la divergencia, por efecto de la pandemia sanitaria, respecto de la contribución estimada inicialmente”. También se perfila la necesidad de calcular el coste “por áreas, de las actuaciones a desarrollar para la adaptación del proyecto IFMIF Dones a la situación de pandemias sanitarias, e impacto positivo que el proyecto IFMIF Dones pueda tener en el entorno con especial incidencia en épocas de pandemias sanitarias”.

El proyecto, pese a la pandemia, ha continuado con sus trabajos. El pasado 9 de diciembre el Consejo de Ministros dio el visto bueno al convenio del consorcio para impulsar la candidatura de Granada, que establece que “la financiación de las actividades del convenio, para el periodo de 2020 a 2023, asciende a 1.502.000 euros, que será asumido al 50% por la Administración General del Estado y la Junta de Andalucía”, según lo comunicado por el Gobierno.

Por parte de la Junta dio el mismo pasado el pasado 15 de diciembre en Consejo de Gobierno. Entonces se destacó que “Andalucía verá aumentada la producción de bienes y servicios en 4.156 millones de euros”. “Para la provincia de Granada estos efectos se contabilizan en un aumento de 1.945 millones en la producción y de 346 empleos de media anual”, según la información de la Junta.

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