La cooperativa Valle y Vega de Churriana de la Vega gana los Premios BBVA a Mejores Productores Sostenibles

Los Premios BBVA a los Mejores Productores Sostenibles ya tienen ganadores y, por primera vez, una asociación granadina se lleva el galardón. Se trata de la cooperativa Valle y Vega, de Churriana de la Vega, que ha sido seleccionada por su mermelada de pera, nueces y canela.

El galardón busca premiar aquellas iniciativas que, desde el emprendimiento agroalimentario, "impulsan modelos de producción responsables, generan oportunidades económicas en el territorio, protegen el entorno natural y contribuyen a la vida y actividad de los pueblos", ha explicado BBVA en la nota de prensa difundida.

La asociación, fundada en 2016, está conformada principalmente por mujeres. Ha sido reconocida por sus medidas de eficiencia energética y compromiso comunitario. Se ha destacado su labor para consolidar un ecosistema agroecológico ejemplar a través de un modelo de trabajo basado en "la equidad, el relevo generacional y la economía circular".

Entre las prácticas que promueve, se encuentran el compostaje, el aprovechamiento de excedentes y la producción con variedades locales, dedicándose principalmente a la producción y comercialización en canal corto de frutas, verduras, pan y conservas ecológicas.

Su principal objetivo es "hacer llegar a los consumidores alimentos ecológicos de nuestras huertas con los costes mínimos de distribución y trasporte" con la intención de generar conciencia en torno a la importancia de mantener sistemas agrarios respetuosos con los procesos naturales de producción, la salud de la sociedad, el cuidado del entorno y de las condiciones laborales de los productores, según explican en su página web.

El premio que recibirán consiste en formar parte de un plan de difusión que dará a conocer sus historias. Además, su producto será incluido en una receta elaborada por los hermanos Roca, chefs referentes a nivel nacional. Con ello, Valle y Vega se suma a los 56 ganadores que ha habido hasta el momento en estos premios, siendo uno de los diez elegidos a nivel andaluz en esta edición. Cinco son de la provincia de Córdoba, tres de Almería, uno de Jaén, y este de Granada.

La diversidad territorial de los productores reconocidos pone de relieve la presencia de la entidad financiera en el medio rural, con cerca de 500 oficinas en zonas con fuerte presencia del sector agrario, 90 de ellas en Andalucía. En esta sexta edición de los premios, han reconocido proyectos procedentes de Andalucía (como es el caso de la cooperativa granadina), Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Cataluña, Comunitat Valenciana y Galicia. Una vez más se han presentado candidaturas de todas las comunidades autónomas, que unidas a las de toda la trayectoria de los premios suman ya 800.

El resto de premiados

Desde Girona, Font Rovira Agrícola (Can Font) ha sido reconocida por su modelo de finca-laboratorio, que combina producción ecológica certificada desde 2014 con un enfoque pionero en agricultura regenerativa.

En Pontevedra, Mare Monte Setas elabora conservas de setas con recetas originales como la de setas á feira. Con envases de ecodiseño, riego con agua de lluvia, energía solar y alianzas con entidades sociales, la empresa fusiona innovación gastronómica, sostenibilidad ambiental y fuerte vocación social. Sus productos están presentes en comercios locales, fruterías y restaurantes de km 0.

El proyecto Entrecabrito ha sido premiado en Teruel por su apuesta por una ganadería extensiva con cabras en libertad como herramienta de prevención de incendios y regeneración del suelo. Su actividad incluye acciones educativas, reforestación, medición de huella de carbono y participación en programas europeos.

Santo Domingo SC, en Menorca, cultiva el tradicional tomate rosa de Barbastro en una finca autosuficiente en energía, gestionada con técnicas de agricultura ecológica y regenerativa haciendo su propio compost. Destacan por su fuerte integración con el territorio, la colaboración con otras entidades y la distribución directa a través de su tienda propia, comedores escolares y comercios de proximidad.

En el Alt Empordà, Vinyes d’Olivardots combina viticultura biodinámica con prácticas innovadoras como la fitoterapia vegetal y la reutilización del CO₂ generado en la fermentación. La bodega cuenta con placas solares, riego automatizado uso de agua natural de pozo y compostaje integral.

Desde Cantabria, La Lleldiría elabora queso de pasto de montaña ecológico, fomentando la etnografía local y la colaboración con pequeños ganaderos. Utilizan tecnologías limpias como placas solares, aerotermia y sistemas de fitodepuración, además de investigar nuevos usos alimentarios del suero lácteo.

En Asturias, Arándanos La Peña produce y comercializa directamente arándanos frescos ecológicos. Su modelo de ciclo cerrado permite un control total de la calidad, minimizando el desperdicio y la huella logística. Utilizan envases 100% biodegradables desde 2018 y tecnología de riego inteligente.

Agrícola Marvic es la empresa familiar alicantina que combina tradición y modernización en la producción ecológica de brócoli. Con más de 60 empleados, destacan por sus certificaciones ambientales, automatización, reutilización de materiales y adquisición de 85 hectáreas de monte forestal como medida de compensación.