Cristina Jiménez, chef del Restaurante Faralá de Granada: "Ahora toca seguir trabajando para defender esa Estrella Michelin"

Tras recorrer media España formándose, asumió ser jefa de cocina hace apenas año y medio, donde asegura desarrollar una cocina "sencilla pero elegante"

Así es el Restaurante Faralá de Granada, primera Estrella Michelín de la capital: tres menús con alma granadina repletos de sabor de la provincia

Cristina Jiménez posando con la chaquetilla que la acredita como ganadora de la Estrella Michelin
Cristina Jiménez posando con la chaquetilla que la acredita como ganadora de la Estrella Michelin / Francisco Neyra / PicWild

Apenas 12 horas después de recibir la chaquetilla que la acredita como chef con Estrella Michelin, Cristina Jiménez asegura que aún está "emocionada". Después de subir al escenario del teatro Sohrlin Andalucía de Málaga para recibir el premio este martes, dice tener el móvil colapsado de felicitaciones y mensajes. Y no es para menos, ya que bajo su mando ha conseguido que el Restaurante Faralá sea el primer establecimiento gastronómico de la capital en conseguir el galardón culinario más alto del mundo, rompiendo una 'maldición' que mantenía a Granada sin el máximo reconocimiento gastronómico a nivel internacional.

Mientras regresaba tras la ceremonia, porque este miércoles el restaurante ha abierto para ofrecer su servicio con normalidad, Jiménez aseguraba a Granada Hoy que todavía estaba tratando de asimilarlo. "Tardaremos un tiempo en creérnoslo, seguro, pero estamos super contentos de haber recibido el reconocimiento. Estoy deseando ver a todos mis compañeros y compartir este premio con ellos", destacaba con la voz ligeramente ronca, después de celebrar la estrellada noche.

Preguntada sobre si se lo esperaba, la respuesta de la chef es clara: "no". "Teníamos una invitación para ir a los premios, pero no lo sabíamos y nadie nos había dicho nada ni que estuviéramos preparados. El hecho de que se celebrara en Málaga invitaba al optimismo, pero la verdad que nos cogió de sorpresa", ha recordado. Pero cuando Jesús Vázquez dijo su nombre, la explosión de alegría fue muy grande. "Fue muy emocionante, estábamos nerviosos y cuando te llaman sueltas todo. Luego ya fue todo entrevistas y con el móvil a punto de explotar", valora.

Equipo del Restaurante Farala celebrando la reciente Estrella Michelin
Equipo del Restaurante Farala celebrando la reciente Estrella Michelin / Francisco Neyra / PicWild

Ahora toca hacerse a la idea de que Faralá tiene una Estrella Michelin, aunque Jiménez aún quiere celebrarlo primero junto a su equipo. Será después de dar el servicio del mediodía en el restaurante, al cual se dirigían. "Hay que volver a la realidad, al final esto no para. Toca digerirlo, hacerte a la idea y ya deseando de hablar con el equipo. Porque no es lo mismo que lo vieran ayer por la tele o que se lo dijéramos por Whatsapp, a que ahora cuando lleguemos darnos un abrazo y festejarlo todos juntos".

Nacida y criada en Granada, Cristina Jiménez se formó en la escuela de hostelería Hurtado de Mendoza de la capital. Pasó a estar a las órdenes del chef Juan Morilla para más tarde trasladarse a Girona, al restaurante Els Branscs (1 estrella Michelin). Su inquietud por la pastelería la hizo saltar a Barcelona para trabajar junto a Oriol Balaguer, considerado como el guardián de las pastelerías históricas. Antes de volver a Granada, pasó por Mallorca para trabajar con Simon Petutsching, y actualmente presenta su proyecto culinario desde los fogones de Faralá.

Una vez conseguida la estrella, la cual pronto será colocada junto a la puerta del establecimiento, toca defenderla. "Ahora ya hay nervios, pero porque tenemos que seguir con nuestro trabajo, porque ya hay que defender nuestro nombre y conservar la estrella. Yo en el restaurante llevo seis años trabajando, y como jefa de cocina relativamente poco, un año y medio. Hay que seguir trabajando como lo estamos haciendo, porque nos ha dado frutos", ha considerado.

El equipo del Restaurante Faralá en las cocinas
El equipo del Restaurante Faralá en las cocinas / Restaurante Faralá

Cocina "sencilla, pero elegante"

Preguntada por como define su cocina, asegura que es "sencilla dentro de la vanguardia culinaria", para que todo tipo de comensales pueda entenderla. "Tenemos mucha base a la que le añadimos técnica, y eso acompañado de una buena salsa y un buen acompañamiento es nuestro sello de identidad", ha concluido.

Otra de las artífices del éxito es Lidia Outeda, la jefa de sala y sumiller, que está al mando del restaurante junto a Jiménez. Utilizando esa "sencilla, pero elegante" cocina, Faralá toma su nombre de los volantes de los trajes de flamenca para ensalzar su querencia por este arte, íntimamente ligado a su propuesta gastronómica. "Muchas veces vamos a los restaurantes y hay tantísimas técnicas en los platos que nos olvidamos de lo que estamos comiendo", ha afirmado.

Sevillana e hija de hosteleros, Outeda ha tenido la suerte de apreciar desde bien pequeña la gastronomía como pocos saben hacerlo. En constante formación, y habiendo trabajado en algunos de los mejores restaurantes de Sevilla y Mallorca, decide venirse a Granada a formar parte del ilusionarte proyecto que es Faralá. Con una destacada clientela internacional, pero también local y nacional, suma a su cocina espectáculos flamencos que pueden presenciarse en el mismo local al margen del restaurante, o como experiencia anterior a la cena.

Fachada exterior del Restaurante Faralá, en la Cuesta de Gómerez
Fachada exterior del Restaurante Faralá, en la Cuesta de Gómerez / Francisco Neyra / PicWild

"Llevamos un año de trabajo haciendo las cosas bien, y cuando se hacen bien y con corazón llegan los reconocimientos", ha señalado Outeda, para quien la ciudad de Granada, muy enraizada en la tapa, está evolucionando gastronómicamente "a pasos agigantados" y quizá es ahora el momento, dice, de su despegue.

Faralá es, tal y como se autodefine, "un variado catálogo artístico de sabores y texturas que ofrecen un viaje sin igual por la provincia con una explosión de sensaciones". El propio restaurante se presenta como "una experiencia única", y trabajan con esa filosofía. "Al cruzar la puerta, los sentidos se estimulan. Ponemos toda nuestra creatividad al servicio de nuestros productos, que son más que platos", destaca el establecimiento.

El restaurante, situado en la entrada a los jardines de la Alhambra, en el corazón de Granada, conjuga arte y luz a la perfección, en un ambiente selecto y acogedor, perfecto para vivir una experiencia gastronómica inolvidable. A través de sus platos, se disfruta de la provincia en cada bocado: su historia, su pasado y su patrimonio inmaterial, así como de todos esos pueblos de la provincia que forjaron nuestra tierra. Salaíllas, guisantes de Huétor, cordero segureño y caviar ecológico de Riofrío son sólo algunos de los ejemplos de los productos que se pueden degustar.

stats