La noche en la discoteca granadina Mae West discurría la noche del lunes como tantas otras hasta que, en mitad del jolgorio, apareció un majestuoso caballo blanco por el escenario de la sala de fiestas. No había programada ninguna fiesta rociera ni estaba prevista la aparición estelar de María del Monte; el evento iba en la línea del cabaret, pero a algunos asistentes les chocó la presencia del caballo a la una de la madrugada.

Así que llamaron a la Policía Local, que se presentó a los pocos minutos para comprobar que el caballo estaba al cuidado de tres personas y que en ningún momento había sufrido maltrato alguno, según fuentes de la Policía Local, que recalcan que incluso llevaba herraduras de goma para no trastabillarse en la pista de la discoteca.

Sin embargo, al requerir los permisos para llevar a a cabo esta performance equina comprobaron que no habían pedido el permiso necesario, por lo que la Policía Local acabó denunciando los hechos.

El caballo blanco regresó al establo y los clientes de la Mae West a sus quehaceres habituales.