El pasado 18 de diciembre, técnicos municipales y Policía Local se presentaron en Villa Pineda para realizar la limpieza y demolición en la parcela entre el Estadio de la Juventud y las vías de Renfe, la antigua Repsol, para proceder al desalojo del campamento instalado en la zona y al derribo de la nave. Sin embargo, al no llevar autorización judicial y ante la negativa de medio centenar de personas de abandonar Villa Pineda, el operativo finalizó. Ahora, cinco meses después, han comenzado los trabajos de derribo.
El objetivo era dejar el solar "raso". Sin embargo, la actuación chocó con el hecho de que una veintena de personas residían en la zona. Ante la negativa a abandonar las chabolas, la Policía Local levantó acta y solicitó al juzgado que tramitara un expediente de desalojo. Y ahora, el esqueleto de la antigua Repsol se está reduciendo a escombros, como está pasando en numerosas parcelas de la capital en un segundo boom inmobiliario.
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