"Las diferencias entre gitanos y guardias civiles son ya un tópico"

guasapeando que es gerundio

Manuel Llamas, hasta ahora responsable de la Comandancia de la Guardia Civil, asciende a general y es trasladado a Toledo. Dice que la malafollá granadina es una leyenda urbana

El general Llamas y su esposa se hacen un selfie delante de la Comandancia de la Guardia Civil
Andrés Cárdenas

04 de junio 2017 - 02:32

Resulta difícil tratar de 'tú' a un general. Y más en una entrevista. Pero si el entrevistado es Manuel Llamas Fernández, no lo es tanto. En absoluto se opone al tuteo amistoso. El general Llamas nació en Viñuela (Málaga) en 1959. Ha estado cuatro años en Granada como jefe de la Comandancia. Ahora se va a Toledo ascendido a general. La carrera de Llamas se ha expandido de la misma manera que su apellido y ha alcanzado destinos muy distintos y especializados, desde el GAR (Grupo de Acción Rápida), al Servicio de Seguridad de Casa Real, los servicios antiterroristas, la UCO (Unidad Central Operativa) o la Comandancia de Granada de la Guardia Civil. Después de diplomarse en la Academia General Militar, se licencia en Derecho y Criminología. Es doctor en Ciencias Políticas y Máster en Direccion de Seguridad Global. En el extranjero ha desarrollado varias misiones internacionales. Está casado y tiene dos hijos. Se le ve como un hombre satisfecho con su vida.

-Hola general. ¿Cómo estás?

-Bien, muy bien, gracias. Aunque algo atareado con tantos cambios.

-Nuevo destino, ¿no?

-Así es. Nueva etapa profesional por tierras manchegas.

-Has vivido en Zaragoza, Madrid, Navarra, La Rioja, Canarias, Melilla… ¿No se harta uno de hacer mudanzas?

-Bueno, por un lado te da pereza volver a iniciar una 'nueva vida', pero por otro te ilusiona emprender esa 'nueva vida'. Al final compruebas que un cambio siempre enriquece.

-¿Deseabas este nuevo destino?

-Sí porque era la consecuencia lógica del ascenso. Y no porque con ello tengo decir adiós a mi etapa granadina, que se me ha antojado demasiado corta.

-¿Qué te dejas en Granada?

-Muchas cosas, especialmente magníficos amigos, que sé que seguiré teniendo. Pero también muchas extraordinarias experiencias personales y profesionales.

-¿Y qué te llevas?

-El alma enamorada de esta tierra y de su gente. Me he sentido en casa. Me he sentido granadino.

-¿Te ha quedado alguna zona de la provincia por visitar?

-Creo que no. Quizá en alguna hubiera pasado más tiempo, pero creo conocer bien la provincia, aunque está plagada de preciosos rincones y seguro que alguno se me ha escapado.

-¿De cuál te llevas mejor recuerdo?

-Como soy senderista te diría que de todas sus sierras, pero por frecuencia de visitas y proximidad, la de Alfaguara. Es preciosa y está ahí al lado

-¿Jamón de Trevélez o habas de Huétor?

-¿Hay que elegir? Aunque me da igual, seguramente mi colesterol preferiría las habas.

-Has estado cuatro año aquí… ¿Has aprendido lo que es la malafollá?

-No. Sigue siendo un misterio para mí. No sé por qué a la gente le gusta regodearse de una leyenda urbana que no tiene base alguna. Mi familia y yo solo hemos encontrado gente hospitalaria y amable.

-¿Cambiarías algo en la ciudad de Granada para que funcionase mejor?

-Me lo pones difícil en lo que es la sociedad civil. En cuanto al entorno, quizá las infraestructuras de transporte dentro de la ciudad y hacia fuera. Aunque reconozco que es un tema muy complejo y no está muy claro por dónde deben ir las soluciones.

-¿Has visitado muchas veces la Alhambra?

-Sí, varias. Al principio solo o con la familia. Luego haciendo de humilde guía en visitas de amigos que han venido a vernos. En cada visita descubría algo nuevo.

-El otro día en tu homenaje había representantes de todas las instituciones. Eso dice mucho de tu labor en Granada.

-Granada ha sido especialmente generosa conmigo. Han sido cuatro años de continua complicidad con todas las instituciones en todas las facetas de mi trabajo. Les estoy muy agradecido. Me lo han puesto muy fácil.

-Aunque eché de menos en el homenaje alguna asociación de gitanos.

-Es un tópico lo de nuestras diferencias con ese colectivo. La relación hoy suele ser extraordinariamente buena. Quizá a nivel de Jefatura de Comandancia es mucho más esporádica esa relación.

-Era una broma.

-Bueno, entramos en el campo de los manidos clichés sobre el Cuerpo. Hoy ya se han caído muchas de esas barreras y prejuicios y nuestra relación con esa cultura está muy normalizada.

-¿Te ha parado alguna vez la Guardia Civil de Tráfico?

-No. Nunca. No he entrado circunstancialmente en ningún control de alcoholemia ni por haber excedido los límites de velocidad. Quizás he tenido suerte.

-Muchos conductores se quejan de que los radares están para recaudar más que para proteger.

-Entiendo la queja. Pero nuestros radares móviles intentamos moverlos en puntos de más o menos siniestralidad. Los fijos dependen de la DGT, ellos tienen sus propios criterios.

-¿Cambiarías algo de la Guardia Civil actual?

-Algunas cosas, pero en esencia está muy bien vertebrada para atender las necesidades en materia de seguridad que la ley nos marca.

-¿Hacen falta más cuarteles?

-No. Hace falta que los que están estén algo mejor dotados y mantenidos.

-En Zagra hubo hasta una suscripción popular para mantener el cuartel de la Guardia Civil. Eso dice mucho del cariño al Cuerpo.

-Así es. Ese es un botón de muestra del cariño de este pueblo, no solo de Zagra, sino granadino en general por la Institución.

-Por cierto, ¿es el verde tu color preferido?

-En tono oliva, sí. Pero tengo otros para vestir de paisano.

-¿Has sentido en el pasado alguna vez miedo de sufrir un atentado?

-No, la verdad es que no. A pesar de que he vivido en Navarra muchos años. Si piensas en ello renuncias a tu libertad.

-¿Está de acuerdo en que los guardias civiles tengan más derechos laborales que los que tienen al ser un cuerpo militarizado?

-No. Como tales militares tenemos los que estatutariamente nos corresponden y los derechos individuales que dicho estatuto contempla están suficientemente defendidos.

-¿Quién gana más un guardia civil o un mosso de escuadra?

-No lo sé, pero probablemente este último.

-Eres del sur... ¿alguna vez has perdido el norte?

-No. Creo que no. Me siento identificado con mis raíces andaluzas, pero me siento igual de integrado en cualquier rincón de España.

-¿Cómo te gustaría que se titulara esta entrevista?

-La marcha de un profesional cautivado por Granada.

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