La dimisión de Sebastián Pérez de la presidencia del PP de Granada el pasado mes de enero y el posterior nombramiento exprés de Pablo García suma ahora un nuevo capítulo dentro de las tensiones internas de la formación.  El senador del PP y alcalde de Güéjar Sierra, Jose Robles,  no ha cedido en sus aspiraciones a hacerse con el control del partido y ha encontrado en Teodoro Garcia Egea, secretario general a nivel nacional, un aliado perfecto para remover de nuevo los cimientos de los populares en Granada dejando 'tocado' y casi 'hundido' a García. Y un tercero en la sombra, el diputado por Granada Pablo Hispán, que fue jefe de gabinete de Pablo Casado y que ha tejido también una estrecha alianza con Robles.

En el PP hay voces disidentes con la gestión de  Pablo García, que sigue sin nombrar a su secretario general pese a que desde Génova se insistía en que este puesto tendría que ocuparlo José Robles. Y la marejada se ha transformado en un tsunami con el acuerdo alcanzado el 4 de septiembre entre Robles y García Egea para pactar la dimisión de Pablo García y el nombramiento de  Francisco Rodríguez, alcalde de Alhendín.

Elías Bendodo llamó de urgencia a Pablo García ante este movimiento, casi una declaración de guerra del PP de Madrid a los populares andaluces, que se remonta a las primarias en las que Juanma Moreno apoyó sin fisuras la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría frente a la de Pablo Casado. 

Así que el siguiente capítulo se escribió en Madrid, en una reunión con Teodoro García Egea, el propio Pablo García y otros invitados como Vicente Azpitarte. Aquí, el secretario general del PP nacional le dio un plazo de 24 horas para presentar su dimisión por "falta de tiempo para dedicarle al partido" . "No queremos un presidente que esté en el equilibrio, queremos un presidente que esté alineado", según dijo el propio García Egea a Pablo García en estas reuniones en las que llegó a amenazar con imponer una gestora.

 El pasado viernes, aprovechando la visita de Juanma Moreno para inaugurar la estatua dedicada a los sanitarios, se produjo otra reunión en Granada en la que el escenario que se plantea ya es cómo 'vender' este trasvase de poder al sector de José Robles y minimizar el impacto en el PP-A, el gran perdedor. Y como telón de fondo, las primarias que debe afrontar el PP de Granada en este curso, donde partir con el control del partido hace que crezcan de forma exponencial las opciones de ganar el proceso.

 A la inauguración asistió Sebastián Pérez, donde chocó su codo con Juanma Moreno y coincidió con Pablo García, que puede compartir con él en un futuro cercano el cargo honorífico de expresidente del PP granadino.

En su abrupta salida cargó contra García Egea por "vender" Granada y por su intervencionismo en la política municipal cuando pactó la alcaldía de Granada para Cs. Ahora, el sector de Juanma Moreno también se topa con el omnipresente secretario general que ya demostró que no le tiembla el pulso cuando apartó a Cayetana Álvarez de Toledo.