La borrasca Karlotta está dejando un maravilloso viernes de lluvias intensas en prácticamente toda la provincia de Granada. Pero un fenómeno atmosférico asociado a las características de este ciclón ha llamado la atención de muchos granadinos, que se han encontrado una distribución desigual de las lluvias. Mientras los habitantes de la zona Norte de la capital y de los pueblos de la cornisa septentrional del Área Metropolitana estaban empapados de agua, los de la zona más sureña se despertaban mojados, pero un poco menos. Las cuentas de meteorólogos aficionados de diferentes redes sociales se hacían eco de las diferencias y le ponían nombre: efecto Föhn.

Este fenómeno meteorológico consiste en un "calentamiento del aire producido al descender éste por las vertientes de las montañas opuestas a la dirección de los vientos", explica el Instituto Geográfico Nacional en su página web, que añade que "en origen, se denominaba así en Suiza a este tipo de vientos secos y cálidos, propios de las vertientes alpinas de sotavento". Foehn era el nombre local del viento que posteriormente se generalizó para explicar el proceso una vez estudiado.

De esta manera, las características de esta borrasca, con vientos que soplan con componente sur-suroeste, "empuja" las cortinas de precipitación que entran desde el Atlántico por el Mediterráneo sur, llegando a Granada durante la noche pasada por las sierras del Poniente (Alhama, Tejeda y Almijara). Las nubes quedan restringidas en esa zona, donde el agua descargó en la vertiente de la cuenca Mediterránea granadina y también de la malagueña, unas de las más necesitadas de precipitación. "Estos macizos actúan de barrera con vientos del suroeste", explica el aficionado @Samuel_RM17.

Esta imagen es muy aclaratoria. El hueco en la zona sur y cortinas en los pueblos más al norte. La capital, que lleva unos 13 mm, en mitad https://t.co/YJcnVLLu6u pic.twitter.com/7khDS4Gj5S

— Samuel☃️ (@Samuel_MR17) February 9, 2024

Los datos a mediodía de este viernes indican que en las estaciones de la cabecera del río Verde, por encima de Almuñécar, se habían recogido en total 23,4 y 22,3 litros por metro cuadrado en el puerto de La Cabra Montes y en la Sierra de Cázulas, subiendo a 30,9 en Los Guájares. En la Alpujarra, el municipio más alto de la Penísula, Trevélez, roza los 40 litros por metro cuadrado en esta borrasca. Este agua desemboca en la presa de Rules.

Al superar estas sierras, el aire caliente 'desmenuza' las masas de nubes, abriéndose claros en lo que sería el Área Metropolitana sur, donde la lluvia no ha sido tan importante. Sin embargo, en pocos kilómetros, las nubes se vuelven a concentrar al encontrar una nueva barrera física en las Sierras de Huétor y Arana, lo que reactiva la fuerza de las precipitaciones.

Así los datos, a primera hora de la mañana en el las estaciones de medición del pantano de Cubillas, Alfacar, Güevéjar y Peligros se habían recogido 32,5, 30,5, 29,5 y 24 litros por metro cuadrado, respectivamente; mientras que en Churriana de la Vega, Las Gabias, Otura y Alhendín se habían medido entre 5,6 y 0,8 milímetros de precipitación. A mediodía, los datos oficiales indican que Huétor Santillán es el punto de la cuenca del Guadalquivir en Granada donde más ha llovido con 42,4 litros por metro cuadrado, mientras que en el túnel de desvío del embalse de Cubillas había subido el agua recogida a 37,2. Por el contrario, en Padul, apenas se suman 2 milímetros de precipitación y en el río Dílar, 3.

También sufre este efecto la comarca de Los Montes Orientales, a espaldas de las sierras de Huétor y Arana. En Alamedilla-Puente del Hacho, apenas se han recogido 1,9 litros por metro cuadrado. En las comarcas del norte de la provincia, el problema de este fenómeno se agrava aunque en estas es histórico, a espaldas de Sierra Nevada y Baza. En Orce solo han llovido 2,8 litros por metro cuadrado.