Granada espera para dentro de unos días un nuevo episodio de lluvias que ayuden a mitigar los efectos de la falta de precipitaciones en los últimos años. Los chubascos de los primeros días de enero se han dejado sentir en los embalses de la provincia, pero de forma moderada. De media, según la información de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que gestiona todos los embalses de la provincia menos Béznar y Rules- estas infraestructuras están al 21,07% de su capacidad. Atesoran 211,912 hectómetros cúbicos. Son 2,366 hectómetros más que cuando comenzó 2024.

Esa es la media, un 21,07%. Pero hay embalses que están mucho peor. Es el caso, según la información de la Confederación, de San Clemente, al 8,3% de su capacidad. Este pantano, al norte de la provincia, es el que ostenta el peor dato a nivel provincial. No es una situación excepcional en esta infraestructura o que pueda achacarse únicamente a la falta de lluvias. El embalse, que data de los años 90, recibe el agua del río Guardal y embalsa muy poca agua por problemas geológicos. El agua se filtra.

Del resto de los embalses de la provincia el de Colomera está a apenas un 10% de su capacidad con unos raquíticos cuatro hectómetros cúbicos de agua embalsada cuando puede albergar hasta 40. Bermejales también está en horas bajas. De los 91 hectómetros que puede almacenar apenas tiene 13,4. Este embalse, que es muy apreciado por el paisaje que ofrece, está a un 14,7% de su capacidad.

El de Negratín, el mayor de la provincia tampoco está para tirar cohetes. Está a apenas el 21% de su capacidad, signo inequívoco de que la falta de lluvias es ya desesperante y sus efectos palpables en las reservas hídricas de la provincia de Granada. El Francisco Abellán, a un 14% de su capacidad, es otro de los que están en situación crítica.

Por otro lado, algo mejor que la media se encuentran los embalses de Cubillas (43%), Quéntar (51%) y Canales (46%).

En cuanto a la cuenca mediterránea, gestionada por la Junta -la CHG depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico-, el de Béznar está a un 46,2% de su capacidad y el de Rules, que está a la espera de las canalizaciones, a un 32,9%.

El último informe de la sequía publicado por el Ministerio el pasado 31 de diciembre señala que las unidades territoriales de Hoya de Guadix y Bermejales pasan de alerta a estar en situación de emergencia, lo que supone un paso más en cuanto a los indicadores de falta de agua. También está en situación de emergencia Regulación General (que abarca parte del norte provincial), aunque en este caso esta catalogación no supone un empeoramiento de la situación. La Vega Media y Alta pasa de prealerta a alerta, en la que ya estaba la Vega Baja.