Coronavirus

El gran ensayo general de la pandemia y su vacuna en Granada cumple once años

  • El 16 de noviembre de 2009 los primeros granadinos comenzaron a recibir la vacuna de la gripe A, un producto desarrollado y fabricado contra reloj para la primera pandemia mundial declarada en este siglo 

El gran ensayo general de la pandemia en Granada cumple once años

El gran ensayo general de la pandemia en Granada cumple once años

¿Quién se debe vacunar primero frente a la pandemia? ¿Habrá dosis para todos? ¿Es seguro para la salud, pese al poco tiempo de los ensayos? Estas preguntas son hoy la referencia de nuestra actualidad, pero están extraídas del arranque de un reportaje publicado por este medio el 2 de agosto del año 2009 y no era una profecía. Durante aquel verano y el otoño siguientes, el mundo se enfrentó a la primera pandemia sanitaria declarada del siglo XXI, la de la gripe A, con consecuencias finales mucho más leves de las esperadas, pero que activó casi todos los mecanismos que ahora se han puesto en marcha y están por llegar en la lucha contra el coronavirus. Aquello fue como un gran ensayo general

Esta semana se han cumplido once años del 'día D' de aquella pandemia, la jornada en la que algunos granadinos comenzaron a recibir las primeras dosis de la ansiada vacuna, diseñada, autorizada y fabricada en tiempo récord para tratar de contener la expansión de un virus que se temía mucho peor de lo que resultó ser. En los tres primeros días desde que Salud abrió las agendas para la vacunación, más de 400 personas consiguieron su cita y comenzó una campaña de algo más de un mes, en la que 30.790 personas recibieron la única dosis en Granada. 

En estos días de novedades sobre el desarrollo y avance de la vacuna de coronavirus, con varias farmacéuticas a la cabeza de esta carrera, la pregunta más recurrente es cuál será el criterio para priorizar a los grupos de riesgo o cómo se va a articular el sistema de vacunación en España. Esto ya ocurrió en 2009 y Sanidad diseñó unos protocolos que sirvieron para establecer las prioridades. En un primer momento, todos los colectivos reclamaron la vacuna por considerarse de riesgo y se cuestionaba al Gobierno sobre por qué no se establecía la vacunación para toda la población española. Luego sobraron millones de dosis de la vacuna, porque la pandemia remitió por sí sola a finales de año y porque sus efectos resultaron leves. 

En Granada, la provincia que también fue la más afectada por aquella pandemia en toda Andalucía, solo se llegó a vacunar menos del 20% de la población de riesgo que estaba llamada a recibir su dosis. Aquel 16 de noviembre que comenzó la campaña estaba previsto que se vacunaran 181.500 personas, pero al final fueron algo más de 30.000. Los profesionales sanitarios tuvieron que hacer labores de "captación" para vacunar a esa población de riesgo. 

La evolución de la pandemia de gripe A en Granada hace once años tuvo su pico más alto en la tercera semana de octubre, con una tasa de 562 casos por cada 100.000 habitantes, la más alta de Andalucía con diferencia. Se desplomó en pocas semanas, casi al inicio del periodo de vacunación, que comenzó cuando la epidemia ya remitía. Al final, unas 29.000 personas pasaron esa enfermedad en esta provincia durante aquel periodo de susto colectivo. Las muertes fueron una rara excepción, por complicaciones, y los síntomas padecidos eran muy leves. En total, requirieron hospitalización por la gripe A 290 pacientes en Granada.

En estos momentos, en esta provincia ya han pasado el coronavirus casi 40.000 personas, unas 3.000 han tenido que ser hospitalizados en algún momento, 226 han estado en las UCI y ya se cuenta 690 muertos en menos de 9 meses. La situación no solo difiere en las cifras de afectados. Hay un factor clave que distancia ambas pandemias, que es la edad de la población más afectada. La gripe A escogía a los menores de 15 años como su blanco perfecto (los mayores apenas se contagiaban), mientras que ahora es justo al revés. Esto puede tener mucho que ver en el efecto tan diferente que está produciendo en la salud. 

Enormes similitudes en la gestión de las pandemias

Con independencia de la diferencia abismal que al final ha llegado a separar aquella pandemia declarada por la OMS en 2009 de la del SARS-Cov-2 que aún padecemos a finales de 2020, las prevenciones iniciales, las medidas adoptadas, el miedo que germinó en la población y los protocolos adoptados por los gobiernos llaman la atención ahora por la gran similitud.

Desde la Junta (la consejera de Salud era la actual ministra María Jesús Montero) había temor a la afluencia masiva de la población a los centros de salud, se adelantó la campaña de vacunación de la gripe estacional, el inicio del curso escolar fue un momento crítico, con la aplicación de protocolos de lavado de manos, limpieza de aulas y enlaces sanitarios, y la vacuna de la gripe A era la gran esperanza, con algunos temores entre la población por la rapidez del proceso de investigación y desarrollo. 

Anuncios de geles limpiadores contra la gripe A en 2009 Anuncios de geles limpiadores contra la gripe A en 2009

Anuncios de geles limpiadores contra la gripe A en 2009

En aquel momento España tenía otro gobierno socialista, en el que destacaba un alto cargo de Sanidad, el granadino José Martínez Olmos, que se hizo cargo de buena parte de la gestión de aquella pandemia. El especialista en salud pública no ha dejado de intervenir públicamente durante esta crisis para ofrecer ideas y soluciones. A través de este periódico, que publica sus artículos, ha defendido la necesidad de tener en España una planta de fabricación de vacunas, que debería ser un objetivo en el que hay que trabajar a medio plazo.

En 2009, Martínez Olmos colaboró en la firma de un convenio del Gobierno, la Junta y Rovi, para crear en el PTS de Granada una planta de vacunas. La evolución de aquel virus hizo innecesario el desarrollo del acuerdo, pero ahora el panorama parece diferente, con un coronavirus que no tiene interés en marcharse rápido.   

El protocolo que fue diseñado en aquel momento por el Ministerio de Sanidad para establecer las prioridades de vacunación podría valer ahora solo a medias, dado que la población de riesgo es diferente en esta ocasión. Los candidatos prioritarios de 2009 eran los trabajadores sanitarios (incluidos los empleados de residencias y centros asistenciales), los servicios públicos esenciales (fuerzas de seguridad sobre todo), niños, embarazada y adultos con problemas de salud previos. Los mayores no eran la mayor preocupación y esto es lo que más va a cambiar.     

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