"Escuchen a Daniel": cuatro víctimas de maltrato infantil alzan la voz en apoyo al hijo menor de Juana Rivas

A menos de 17 horas de que Daniel, el hijo menor de Juana Rivas, de solo 11 años, sea entregado este martes a su padre, Francesco Arcuri —exmarido de Rivas y acusado de maltrato—, la plataforma de Mujeres Contra la Violencia de Género ha lanzado una campaña urgente bajo el lema #EscuchenADaniel.

El objetivo es que las instituciones escuchen al menor antes de que su regreso a Italia sea irreversible. Cuatro adultos que vivieron el maltrato en su infancia han alzado la voz para pedir algo que, según la plataforma, debería ser simplemente “de sentido común”: escuchar a Daniel "antes de que sea demasiado tarde".

Dolor con nombres

La campaña #EscuchenADaniel lanza un potente mensaje desde el corazón de quienes saben lo que significa crecer bajo el miedo. Niños y niñas que fueron silenciados, y que hoy alzan la voz como adultos.

Antonio, Blas y Sonia son tres personas con historias marcadas por la violencia machista en su infancia que han grabado vídeos breves, directos y estremecedores, en los que relatan lo que vivieron, cómo no fueron escuchados, y por qué es urgente proteger a Daniel.

De esta forma, Sonia, enfermera e hija de un maltratador, asevera que “yo lo conté y no me escucharon”. La mujer denuncia cómo creció en un entorno violento asegurando que no entiende cómo su padre quiso su custodia "si ni siquiera me atendía lo mas básico. Comía mal, no tenía ropa, lo único que le importaba es que no tuviera relación con mi madre, que no me pudiera cuidar y querer".

El segundo testimonio corresponde a Antonio, jefe de máquinas e hijo de un maltratador: "Me escucharon, pero no me creyeron. Dijeron que mi madre me manipuló."

Antonio relata cómo, de niño, fue a sede judicial a contar la violencia que sufría. Nadie le creyó. Años después, como adulto, confirma lo que vivió. “Hay memoria. Hay verdad”.

La entidad que ha impulsado la campaña en a plataforma dedicada a la recogida de firmas online, change.org, ha denuncia que el caso de Antonio no es un error aislado, sino un patrón sistémico de violencia institucional. Por ese motivo, su mensaje es claro: “Por favor, #EscuchenADaniel. Tiene derecho a contar lo que ha vivido. Su padre será juzgado en septiembre por ello”. "Firma la petición, cada firma es un grito por Daniel".

Por su parte, Blas, opositor a profesor e hijo de un maltratador, visibiliza en el tercer vídeo la violencia vicaria y la violencia institucional que se ejerce cuando no se escucha a la infancia. Su historia personal es testimonio de un silencio que duele y que se perpetúa. "Al sistema judicial español no le bastó con una condena de 14 años de prisión por violencia de género a mi padre para retirarle la patria potestad, viéndome obligado a visitar en un centro penitenciario al hombre que tanto daño y destrucción causó en mi familia. Un maltratador nunca fue, es, ni será un buen padre", afirma el joven en el vídeo.

Finalmente, el cuarto vídeo corresponde a Rafa, guardia civil y padre separado, que, pese a no contar con una historia marcada por la violencia de género, defiende que escuchar a un niño que pide ayuda no es una opción, es un deber.

Rafa conoce el peligro de cerca, porque lo ha combatido profesionalmente. Hoy pide a la justicia y a las instituciones que no ignoren las palabras de Daniel. "mi hijo de trece años vive con su madre a 100 km de donde yo vivo. Disfrutamos de nuestros días de vacaciones y fines de semana haciendo todo tipo de actividades. El resto del año vive con su madre y su hermano mayor. Si en algún momento sintiera miedo y un tribunal decidiera sobre su vida, me gustaría que fuese escuchado. Por eso pido que se escuche a Daniel y a Gabriel", ha concluido.

Cuenta atrás

Mientras se espera el pronunciamiento del Tribunal Constitucional respecto al amparo presentado por la defensa de Rivas para solicitar que se adopten medidas cautelares para evitar la entrega prevista este martes a las 10:00 horas, la recogida de firmas y los testimonios publicados por personas adultas que vivieron situaciones similares intentan incidir en la necesidad de una evaluación más profunda del caso.

Antonio, Blas, Sonia y Rafa ya han hablado, aunque será la Justicia la que decida si lo hará Daniel.