Entre 150 y 900 euros al mes por el espacio y hasta 250 por colocarlas

Averiguar cuánto se han gastado los partidos en las vallas que ahora deben quitar es misión casi imposible. Fundamentalmente porque ellos no lo desvelan (salvo el PSOE de Granada, que sí confesó sus gastos), con lo que la alternativa sería hacer la cuenta de la vieja, asignando un precio a una valla y multiplicándolo por todas las colocadas.

Pero no es así de simple, porque una valla cuesta más o menos en función de diversas circunstancias, como su tamaño, su ubicación, su altura o detalles como si está colocada sola o junto a otras. Además, no valen igual en Granada capital que en Huétor Vega.

Este periódico ha consultado a una empresa de publicidad que se dedica, entre otras cosas, a gestionar su colocación y al menos da algunas pistas fiables. Por ejemplo: una valla de tres metros de alto por ocho de ancho, que son las más habituales, puede costar en torno a 350 euros al mes en un municipio del Área Metropolitana, si es una valla que esté sola, sin ninguna alrededor. En la capital el precio está en una horquilla entre los 600 y los 900, disponiendo las más caras del interesante complemento de estar iluminadas. Aunque también se pueden alquilar más baratas si es en una zona donde abundan los carteles. Por una cuestión de lógica, la vista de viandantes y conductores se parará menos en ella si tiene varias alrededor.

En otros pueblos con menos tráfico y habitantes, el anunciante lo tiene un poco más fácil, porque las puede encontrar a 150 euros. Eso sí, su repercusión es menor.

Pero no sólo hay que pagar el espacio, sino también la colocación, un gasto que también fluctúa. Una valla de papel es más barata que una de vinilo, pero la desventaja es que se desgasta con más facilidad. La de papel puede durar en torno a un mes y la de vinilo se mantendrá sin problemas varios meses. Esta última, incluidos los gastos de colocación, vale entre 250 y 400 euros. Si se opta por el papel, el desembolso se situará en torno a los 120.

Con independencia de que sea mucho o poco lo que se han gastado, los partidos reconocen que la inversión ha merecido la pena. "Sabíamos que tendríamos que retirar esas vallas el 29 de marzo, pero afrontamos el gasto como uno más de la campaña. Hacía falta un primer impulso para dar a conocer a nuestros candidatos", señalan desde el PSOE. Parecidas respuestas se obtienen en las sedes de PP e IU.

Respecto a si esas vallas seguirán ahí en abril, pese a la ley, es algo que dependerá, en última instancia, de la ley de la oferta y la demanda. "Hoy en día ha bajado muchísimo la venta de vallas", comentan desde la empresa publicitaria que ha servido de fuente. Eso quiere decir que va a ser complicado encontrar a sustitutos. Aunque hay rumores, quién sabe si malintencionados, que apuntan a que empresas cercanas al PP estarían dispuestas a comprar los espacios que ocupaban los adversarios, y viceversa.

Lo que sí está confirmado es que los partidos se han gastado ese dinero, no lo han dejado fiado. "Tal como está la cosa, te viene alguien diciendo que te va a contratar varias vallas por cuatro meses y se te hace la boca agua, pero sabemos que si no se les cobra por adelantado, malo. Mejor recibir el dinero antes de trabajarles. Si no, luego pierde y a ver quién les cobra...", apunta el publicista.