Éxito del rejoneo en Granada

Triple Puerta Grande como colofón de la Feria Taurina del Corpus. Los caballeros rejoneadores no defraudaron a los asistentes a los tendidos con el manejo de sus diferentes caballos ante unos buenos oponentes. El granadino Sebastián Fernández, tras su confirmación en Las Ventas, vuelve a llamar a la puerta de los primeros puestos del escalafón.

Abrió plaza Andy Cartagena con Gamo, al que mantuvo bastante tiempo encelándolo, tras amagos de radares, clavando un rejón de castigo. Compartió banderillas, dos con cada uno, con Cartago y Cupido. Finalizó la faena con Piccaso, que emocionó a los tendidos. Tres banderillas cortas al violín, y un par a dos manos, abrieron el camino al rejón de muerte, que clavó entero, aunque trasero, pero suficiente para acabar con un buen toro. Fue premiado con una oreja y se escuchó una fuerte petición de la segunda.

Diego Ventura, con un toro más parado, perdió los trofeos con el rejón de muerte, viéndose obligado a descabalgar y utilizar el verduguillo. La faena fue completa, clavó un rejón de castigo con Joselito, y compartió banderillas con Sueño y Nivaldo, destacando este último con dos palos, parado frente al toro y quebrando en la cara. Acabó a lomos de Quizás, poniendo tres rosas. Se silencio su labor.

Llegó el turno para el granadino Sebastián Fernández. De salida recibió al toro, de 668 kilos de peso, acompañado de la garrocha, y poniendo dos rejones de castigo. En banderillas se muestra peligroso, arrancando solo cuando veía ventaja, sorprendiendo con veloces arreones. Tres banderillas largas con California y cuatro cortas con Junco. Las tres primeras sin salir de la suerte. A la hora de matar, el toro se emplazó en el tercio y cantó la gallina, poniendo al caballero rejoneador en dificultad, que resolvió, al segundo intento, entrando por dentro junto a tablas a la altura de chiqueros. Cortó una oreja.

Andy Cartagena, en su segundo, cuarto de la tarde, cortó dos orejas. Un toro que salió con muchos pies, pero que al recibir el rejón de castigo, a lomos de Mediterráneo, sangró más de lo normal, ocasionando que se apagara antes. No obstante el rejoneador supo clavar con acierto en banderillas, primero con Sol y Sombra, después con Pericalvo al violín. Tres cortas con Picaso, que utilizó para rejón de muerte, con éxito, a pesar de que el toro estaba totalmente emplazado.

Salía Ventura con las alforjas vacías, obligado a exprimir su oportunidad. Comenzó con Joselito poniendo un rejón de castigo. De seguido sacó a la arena a un caballo con historia, Bronce, que es capaz de dar vueltas completas al coso templándolo con la cola, ejecutó tres banderillas a Africano, un buen toro, bravo, fuerte y con movilidad. Lució Ventura la calidad del toro, primero con Mezcal y finalmente con Goloso, que tras tres banderillas al violín, hizo la suerte del teléfono con su sombrero. Rejonazo en dos tiempos que acabó con el excelente animal en tierra. La faena fue premiada con dos orejas, asegurando la salida a hombros junto a Andy.

Cerró la tarde el rejoneador local, sabedor de que sus dos compañeros de cartel tenían premio de Puerta Grande. La responsabilidad del joven jinete granadino era notoria, necesitaba arriesgar y lo hizo, tanto con Pan de Oro y Judíos en banderillas, como con Junco, que finalizó con un gran rejonazo de muerte, después de ejecutar varias cortas sin salir de la suerte. Nada más clavar el rejón, puso pie en tierra, esperando en la misma cara y de rodillas que rodará. Su faena fue premiada con dos orejas, acompañando a Andy y a Ventura por la Puerta Grande.

Buena tarde de toros, con disfrute de los aficionados, que puso el lazo final a la Feria. Vivan los Toros.