estudiar en Granada

Los dos expedientes perfectos que se encontraron en la Universidad de Granada

  • Guillermo Caro y Juan Castellano eligieron estudiar el doble grado de Matemáticas y Física en la UGR tras conseguir la máxima nota en el proceso de admisión, sendos excepcionales 14

Juan Castellano (izda.) y Guillermo Caro (dcha.) en la Facultad de Ciencias.

Juan Castellano (izda.) y Guillermo Caro (dcha.) en la Facultad de Ciencias. / Jesús Jiménez (photographerssports)

“Cuando vi la nota no me lo podía creer. Dije ‘no puede ser’. Llamé a la Universidad para preguntar si era un error”. No, no lo era. Guillermo Caro consiguió la máxima calificación posible para acceder a los estudios universitarios en la última convocatoria de la Selectividad, la Ebau de las mascarillas. Un redondo y excepcional 14. El suyo era un expediente inmaculado que le permitía no sólo elegir titulación, sino universidad. Y escogió Granada. Ahora, en la puerta de la Facultad de Ciencias de la UGR, valora sus primeros días en el doble grado de Matemáticas y Física, el título con la nota de corte más alta de toda Andalucía y que cuenta no con un estudiante con un 14, sino con dos.

Estas primeras semanas son “durillas”, reconoce. Lejos de casa –es de Valdepeñas, localidad de la provincia de Ciudad Real de unos 30.000 habitantes– compagina docencia online con las jornadas presenciales en el aula. Todavía no ha podido recorrer la Facultad.

Guillermo Caro llamó a la Universidad porque pensó que su nota era un error

A su lado, Juan Castellano, natural de Montalbán, municipio de unos 4.500 vecinos de la provincia de Córdoba, próximo a Montilla. Le une a Guillermo Caro tener las raíces en tierras de vinos, estudiar en el mismo curso del mismo grado y lo excepcional de su nota. Otro 14 que le abrió las puertas de unos estudios a los que ya optó hace dos años y a los que no pudo acceder por unas décimas. Han pasado dos años y Castellano no ha perdido el tiempo. Se matriculó en un Ciclo Formativo de Grado Superior, se preparó de nuevo para Selectividad y salió por la puerta grande. Rascó las décimas que le faltaban en el examen Química y lo bordó. Un diez que era la guinda a su excepcional expediente. “Si no hubiera tenido el día redondo, no hubiera entrado”, reflexiona sobre la tremenda exigencia que tiene el doble grado de Matemáticas y Física. Tras la primera adjudicación la nota de corte se quedó en 13,850. Es más, los dos estudiantes aseguran que, pese a tener el 14 en el bolsillo, no tenían claro que pudieran entrar en Granada dado el ‘subidón’ que han experimentado las notas de corte.

Los dos estudiantes, junto a la entrada de Ciencias. Los dos estudiantes, junto a la entrada de Ciencias.

Los dos estudiantes, junto a la entrada de Ciencias. / J. J.

Caro eligió Granada por motivos familiares (Valdepeñas está a mitad de camino de Granada y Madrid), económicos y también por el buen nombre de su Universidad. “Es más acogedor, los servicios de la Universidad están bastante bien”. En Castilla-La Mancha no se oferta este doble título que, reconoce, no se parece en nada a lo que había visto en el instituto. “Alguna asignatura sí se parece en algo, pero Física... y en Matemáticas es todo nuevo”.

Pese a reconocer que echa de menos su familia y amigos y lo complejo que se hace cursar estos estudios en la nueva normalidad, Caro asegura que “no me planteo dejarlo”.

Juan Castellano no pudo entrar hace dos años por décimas y ahora lo ha conseguido

Juan Castellano le secunda en este propósito. “Es lo que toca”, reconoce. El vio truncado el pasado curso su estancia en Alemania para realizar las prácticas de su ciclo de Laboratorio de Análisis y Control de la Calidad, que cursó en Córdoba. “En mi pueblo sólo hay hasta Secundaria. Para hacer el Bachillerato hay que ir a La Rambla”.Hace dos años tocó a la puerta del doble grado. Se quedó fuera por unas décimas y sacó de dentro el espíritu perfeccionista y autoexigente. “Me dijeron que me metiera en Matemáticas o en Física... pero no”. Prefirió cursar un ciclo de Formación Profesional, terminarlo y volver a intentarlo en Selectividad, a la que se presentó únicamente en la fase específica. El pasado año, en 2019, también solicitó entrar, “pero desistí en la segunda o tercera adjudicación”.

En el ciclo pudo ver lo que le gustaba y lo que no, además de cuestiones que no se ven en la Universidad y que considera importantes a la hora de salir al mercado laboral.“Nos enseñan qué es un contrato”, explica. Obtuvo su título de forma brillante y tuvo un mes para preparar la Ebau. Lo consiguió y no se lo pensó. Eligió Granada.“Lo teníamos ya pensado, Es más asequible, tengo amigos, en el piso lo comparto con dos estudiantes de mi pueblo, que está a una hora y tres cuartos...”. “Creo que hemos elegido bien”, concluye.

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