Una fiesta sensorial

Éxito. El V Salón del Vino de la Bodega de Lalo no defraudó y todos pudieron exhibir sus excelentes elaboraciones

Una fiesta sensorial
Margarita Lozano

09 de noviembre 2014 - 01:00

EN los dos últimos meses han abundado en Granada las presentaciones de vinos y productos gastronómicos de calidad, no solo de nuestra provincia, sino de toda España. En mi opinión esto demuestra que los paladares granadinos están preparados para abrirse a nuevas experiencias. Que somos gourmets como el que más y que ya no nos conformamos con cualquier cosa: reconocemos la calidad y la variedad, las demandamos y los profesionales de la distribución granadinos han asumido el reto.

El pasado 3 de noviembre se celebró en el claustro y los salones anejos del Hotel AC Santa Paula la V edición del Salón del Vino organizado por La Bodega de Lalo, una de las grandes empresas granadinas en cuyo portfolio encontramos vinos espléndidos, las cervezas artesanas granadinas Sacromonte, delicatesen gastronómicas como los panes navarros de piñones, cebolla, manzanas, etc. de Horno Teresa San Martín, cafés de la casa Cumbal, además de otros productos, que ya podemos disfrutar en muchos negocios de hostelería de Granada. Allí se cruzaban profesionales como sumilleres, restauradores y maîtres de restaurante con autoridades municipales y sobre todo, con un público entregado al descubrimiento y al disfrute. Porque cuanto más probamos y más conocemos más nos damos cuenta de lo vasto que es el mundo del vino y de la gastronomía y de cuánto aún nos queda por descubrir, lo que nos incita a interesarnos más. Es un maravilloso círculo vicioso en el que nuestros sentidos y nuestro hedonismo son los protagonistas y los grandes ganadores. Siempre.

A continuación, algunas recomendaciones de las que ya pueden ir tomando nota para las fechas que se avecinan, llenas de celebraciones con amigos y familia.

Bodegas Martínez Corta (D.O.Ca. Rioja) presentaba su Cepas Antiguas Tempranillo y su Tentación Tempranillo (de ambos hay un monvarietal de Garnacha que no llegué a probar). Ambos, vinos con gran tipicidad riojana (realmente el aroma y el sabor de los "riojas de toda la vida" y, algo muy importante: con una fantástica relación calidad-precio. Como dice el propio eslogan de la bodega, una gran frase de Oscar Wilde, "la mejor manera de vencer la tentación es caer en ella".

De Alianza de Grarapiteros probé los Glárima (para los conocedores, antes se elaboraban bajo la marca Absum), de la D.O. Somontano: un blanco de Sauvignon Blanc, Chardonnay y Gewürztraminer con una crianza en barrica sobre sus lías de tres meses, con muchos matices florales, frutales y melosos, una entrada algo dulce y un final ligeramente amargo que configuran una boca muy elegante; y un tinto, Tempranillo, Merlot y Syrah con ocho meses de crianza en barrica sobre sus lías: una verdadera explosión de fruta envuelta en notas especiadas en nariz y una entrada en boca amable y elegante, con marcado sabor frutal y notas de torrefactos de una madera noble y fina bien integrada. En cuanto a sus vinos de la D.O. Calatayud, probé el blanco Nietro Macabeo, con tres meses de crianza en barrica sobre lías, una forma de elaboración que extrae de esta variedad (también llamada Viura en ciertas regiones) muchos aromas y matices. En tinto, el Nietro Cepas Viejas Garnacha es una de esas garnachas aragonesas de excelente corte que tanto nos están haciendo disfrutar en la última década. Su vino de "alta expresión", La Mina, también monovarietal de garnacha, representa la fuerza de la variedad dominada por el enólogo y convertida en una delicia para los sentidos.

También estaban presentas las bodegas de la Rioja Alavesa Pujanza, con un vino que probé por primera vez y me encantó: Pujanza Cisma, monovarietal de Tempranillo elaborado con una pre-fermentación en frío durante 5 días y 30 días de maceración con hollejos. También la fermentación maloláctica se llevó a cabo en depósitos de roble. Un vino complejo, con aromas de fruta roja y negra madura, tostados y especias sobre un fondo balsámico y mineral.

Pero, ¿quién dijo que siempre hay que buscar complejidad? Un buen ejemplo es el tinto joven Avaniel (D.O. Ribera del Duero), de Bodegas Monteabellón, con una relación calidad-precio fantástica, estupendo para copear tomado un poquito más frío de lo habitual. En otro extremo, en el de tintos capaces de acompañar platos y asados contundentes tenemos también, de la Ribera del Duero, los vinos de la bodega Viña Sastre, todo un clásico. Su Pesus (Tempranillo, C. Sauvignon y Merlot) es uno de los riberas mejor puntuados por los "gurús" del vino, aunque su Pago de Santa Cruz (100% Tempranillo) con sus aromas de fruta escarchada, especias y cacao envolviendo los aromas de frutas en licor (cerezas y marrasquino) es, quizás, mi preferido.

Saltamos a Galicia para probar el Dávila (Albariño, Loureiro) de Adegas Valmiñor (D.O. Rías Baixas), criado sobre lías, lo que le otorga volumen y untuosidad en boca. Encontramos aromas tropicales (mango, piña), de hierba recién cortada y de pastelería. Un vino delicado y con mucha personalidad. Nos quedamos en las Rías Baixas con un verdadero clásico de la zona: Marqués de Vizhoja. También emplea Albariño en sus elaboraciones, como es imperativo en la Denominación de Origen, a veces solo y otras acompañado de otros varietales autóctonos gallegos, sobre todo el Loureiro. Vinos aromáticos, con cierto matiz tropical, aromas de tarta de manzana y de fruta blanca muy madura.

De Granada, la presentación contó con la presencia de Pago de Almaraes, de cuyos vinos ya he hablado en otras ocasiones en estas páginas: una bodega dinámica que no falta a casi ningún certamen.

Completaban la miniferia bodegas de Toro, Rueda, algunas más de Rioja y Ribera de las arriba mencionadas, Bierzo, La Mancha, Priorato, Mallorca, Montsant, Utiel Requena, Jerez (espléndidos los vinos y brandies de la bodega Rey Fernando de Castilla) Almería, Cavas y espumosos de varios orígenes… Y una selección de productos franceses e italianos de la empresa de importación Primeras Marcas entre los que tengo que destacar uno de los grandes champagnes que se comercializan en España: Roederer, cuyos vinos se distinguen por su delicadeza y elegancia: no por nada su Cristal es uno de los champagnes más codiciados del mundo.

Todo esto ya está en Granada: pregunten, busquen y prueben. Ya me contarán…

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