Ayer y Hoy

El general Narváez y el maestro Chueca

  • El general granadino Narváez, el Espadón de Loja, encarceló al compositor Federico Chueca, el autor de la zarzuela ‘Los Arrastraos’, la obra que ahora se representa en Granada

El general lojeño Narváez y el maestro Federico Chueca

El general lojeño Narváez y el maestro Federico Chueca / J. L. D.

Veo anunciado en los carteles del Teatro Isabel la Católica la representación de la zarzuela Los Arrastraos, el simpático sainete lírico compuesto por el maestro madrileño Federico Chueca y al que pusieron letra José Jackson Veyán y José López Silva.

Si Chueca levantara la cabeza no sé si le haría mucha gracia recordar quién fue el granadino Narváez y lo que pasó en la Puerta del Sol de Madrid allá por el año 1865 cuando tuvo lugar la dura represión del 10 de abril contra una manifestación de estudiantes, en lo que los libros de Historia llaman la Noche del Matadero o la Noche de San Daniel. Porque en ella tuvo mucho que ver nuestro paisano de Loja, el general Narváez.

Sucesos en la Puerta del Sol (1895) Sucesos en la Puerta del Sol (1895)

Sucesos en la Puerta del Sol (1895) / J. L. D.

Curiosa la personalidad del madrileño Federico Chueca que, aparte de sus aficiones musicales que lo llevaron a la fama como compositor de zarzuelas tan populares como La Gran Vía o La alegría de la Huerta, debió ser un estudiante bastante inquieto y algo comprometido contra el gobierno de entonces, encabezado por el general Ramón María Narváez perteneciente al Partido Moderado, partidario de la monarquía de Isabel II.

Y es que Narváez había prohibido la libertad de cátedra en la Universidad y todas aquellas manifestaciones que fueran contrarias a la reina Isabel II; de ahí sus diferencias con el representante del Partido Democrático Emilio Castelar, al que Narváez quiso apartar de su cátedra de Historia de la Universidad de Madrid.

Escena de Los Arrastraos en el Teatro Apolo de Madrid. 1899 Escena de Los Arrastraos en el Teatro Apolo de Madrid. 1899

Escena de Los Arrastraos en el Teatro Apolo de Madrid. 1899 / J. L. D.

Los estudiantes organizaron en la Puerta del Sol una serenata de apoyo a los represaliados por Narváez y, aunque esta manifestación fue autorizada por el gobernador de Madrid, a la hora de la verdad fue brutalmente reprimida por el Ejército y la Guardia Civil con cargas, disparos, algunos estudiantes muertos y otros encarcelados. El periódico liberal La Iberia aseguraba que hubo 14 muertos y 143 heridos.

En los años siguientes se sucedieron las manifestaciones en contra de las medidas de Narváez y del ministro de la Gobernación González Bravo y entre los manifestantes estaría el joven de 20 años Federico Chueca que fue apresado en 1866 permaneciendo tres días en la cárcel de San Francisco de Madrid, donde parece que compuso una serie de valses bajo la denominación Lamentos de un preso.

Cartel de la Zarzuela ‘Los Arrastraos’ Madrid. 1899 Cartel de la Zarzuela ‘Los Arrastraos’ Madrid. 1899

Cartel de la Zarzuela ‘Los Arrastraos’ Madrid. 1899 / J. L. D.

Los sucesos del 66 anunciaban en España la caída de la monarquía de Isabel II; se estaba fraguando el levantamiento revolucionario del septiembre de 1868 (la Revolución Gloriosa o la Septembrina), levantamiento militar que supuso el destronamiento de la reina y el paso al Sexenio Revolucionario o Democrático (68-74). Narváez murió en abril de 1868.

Federico Chueca iba para médico; era la ilusión de su padre que estudiara Medicina, pero era evidente su afición a la música; trabajaba de pianista en un café y dirigía la orquesta del Teatro de Variedades de Madrid hasta convertirse en uno de los más populares representantes del mal llamado “género chico”, siendo autor de numerosas zarzuelas como La Gran Vía, El bateo o esta otra de Los Arrastraos que ahora se anuncia en el Teatro Isabel la Católica de Granada para los días 15 y 16 de junio. Esta simpática obra fue estrenada en mayo de 1899 en el Teatro Apolo de Madrid y ahora, 120 años después, tenemos oportunidad de disfrutarla en Granada de la mano del director Sánchez Ruzafa.

Dicen que la música de Chueca era tan popular y conocida que hasta el pueblo más llano la tarareaba de memoria; incluso los delincuentes callejeros le devolvían la cartera cuando se enteraban de que la víctima robada era el muy querido maestro Chueca.

A Narváez le queda en Granada el recuerdo de una bocacalle de Recogidas y un monumento en su Loja natal. El nombre de Chueca lo lleva una calle del barrio Fígares y, parece que con orgullo arcoíris, un popular barrio de Madrid.

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