El gimnasio Mi Gym cierra por impagos y deja a los usuarios en la estacada

El pasado sábado, Ana Abarca, una vecina de La Zubia se apuntó al gimnasio Mi-Gym situado en el centro comercial Alhsur. El personal que la atendió lo hizo amablemente y ese mismo día pudo probar las instalaciones junto a su pareja y una amiga que también entraban en la oferta. En concreto, el gimnasio les ofreció acceso libre a las instalaciones a los tres por tan sólo 50 euros con una condición: debían pagar en efectivo. Un precio difícil de rechazar en los tiempos que corren. Sin embargo, el martes cuando se acercaron al centro comercial, Mi Gym estaba cerrado. En un cartel se informaba de "problemas administrativos". Sin embargo, según informaron ayer fuentes de la asociación de consumidores Facua, detrás del cierre se encuentran los problemas económicos y las deudas que arrastra la empresa que gestiona el citado centro. Un hecho que "se venía reflejando en las deficiencias existentes en la prestación de sus servicios y que al final han llevado al cierre del mismo", remarcaron.

Desperfectos que constata Mariló Barquero, una de las usuarias habituales del gimnasio. Según explica, en varias ocasiones las instalaciones han permanecido días sin calefacción y la piscina con bajas temperaturas en invierno. Además, Barquero avanzó que en el centro se rumoreaba desde hace meses sobre un supuesto embargo previsto para el 3 de febrero. Lo más sorprendente es que hasta ese día el gimnasio ha seguido aceptando a nuevos usuarios y cobrándoles las cuotas de inscripción de hasta cinco meses en efectivo. "Hacían ofertas muy buenas, como 50 euros tres personas con esa condición", remarca Barquero. Ella no está tan preocupada por la devolución de la cuota, pues al tener los recibos domiciliados confía en poder devolverlos en el banco. Sin embargo, quienes pagaron en efectivo las mensualidades por adelantado podrían correr peor suerte. Según pudo saber también Facua, el gimnasio arrastra una deuda superior a 800.000 euros. Lo más curioso es que los usuarios de este centro deportivo ya vivieron una situación similar en 2013. En aquel entonces el centro se llamaba Massam y también cerró de forma repentina a cal y canto. Con la apertura de Mi-Gym los usuarios fueron traspasados a este centro. Algo que también se espera que ocurra en esta ocasión ya que se especula sobre una posible reapertura a cargo de otra gerencia.

No obstante, el responsable de comunicación de Facua, David Avellaneda, explica el procedimiento habitual para estos casos. "Lo normal es que los usuarios pongan las correspondientes hojas de reclamaciones para exigir la devolución de las cuotas adelantadas, pero dada la situación de cierre es obvio que nadie va a estar allí para darlas por lo que dichas reclamaciones deberían gestionarse a través de los diferentes servicios de consumo competentes en este caso". A este respecto desde la asociación se espera una "muestra de responsabilidad" por parte de la empresa My Gym y que sea ella misma la que proceda al abono de las cuotas que haya podido cobrar por adelantado.

Este centro deportivo figura entre los siete gimnasios a los que el Servicio Provincial de Consumo de la Junta de Andalucía había abierto expediente sancionador tras una denuncia interpuesta por Facua Granada. El presidente de la asociación en Granada, Luis Romero,detalló que "la causa principal es la falta de información que tienen las diferentes páginas web a la hora de contratar a través de internet". No incluían, por ejemplo, la información previa completa que deben facilitar legalmente, lo que deja a los consumidores en una posición de indefensión en caso de optar por contratar utilizando la red.