Granada arranca con la ZBE el modelo para limpiar su aire y mejorar la salud

'Granada Hoy' organiza un Desayuno de Redacción con la alcaldesa de la ciudad, Marifrán Carazo, y el catedrático de la UGR Nicolás Olea para dialogar sobre la Zona de Bajas Emisiones y su objetivo de mejorar la calidad del aire

Guía fácil para conocer la Zona de Bajas Emisiones de Granada

De izquierda a derecha, la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo; la directora de Granada Hoy, Lola Quero y el experto en disruptores endocrinos Nicolás Olea. / Antonio L. Juárez / PicWild

Granada acaba de implantar lo que es el mayor cambio en la movilidad de la ciudad en las últimas décadas: la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Y tras un año de información sobre perímetro, vehículos afectados, matrículas vetadas, puntos de control por cámara y las excepciones incluidas en la lista blanca, hay que profundizar no solo en lo técnico o en lo político o en lo estrictamente relativo a la movilidad sino en el verdadero objetivo de las ZBE que es la reducción de la contaminación, que no se hace solo por estadística sino por una máxima que tendría que movilizar a sociedad y políticos juntos: mejorar la salud de los ciudadanos y limpiar el aire que respiramos. Ese análisis más en profundidad ha sido el motivo del Desayuno de Redacción Zona de Bajas Emisiones: Hacia una mejor calidad del aire en Granada, organizado este jueves por Granada Hoy en el Hotel Hospes Palacio de los Patos y en el que la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, y el catedrático de Radiología y Medicina Física de la UGR y experto internacional en disruptores endocrinos, Nicolás Olea.

Moderados por la directora de Granada Hoy, Lola Quero, han mantenido un coloquio sobre la necesidad de las Zonas de Bajas Emisiones, los resultados y sobre todo el paso dado para luchar contra la contaminación para cuidar nuestra salud. Porque la estadística lo confirma: la exposición a la contaminación afecta a la salud, por lo que era necesario, más en Granada al ser una de las ciudades más contaminadas tras Barcelona y Madrid, poner coto a las emisiones, los gases, el petróleo e incluso el caucho de los neumáticos.

Carazo, que constata la normalidad en la ciudad dos días después de la implantación completa de la ZBE, ha explicado que la intención –y por eso se ha estado un año trabajando y favoreciendo autorizaciones hablando con todos los colectivos– es “arrancar el movimiento, dar comienzo a un nuevo modelo de ciudad no solo sensibilizando respecto a vehículos altamente contaminantes sino hacia el uso del transporte público, que va de la mano. Hay que hablar de salud y de respirar mejor”. Por eso asegura que el proyecto de la ZBE hay que vincularlo no solo a una exigencia normativa sino al cuidado de la salud de los granadinos. “Tener ese índice de contaminación tan elevado afecta a enfermedades respiratorias, cardiovasculares. Hay que pensar en la salud y cuidar Granada para vivir mejor”, ha dicho.

Los intervinientes, antes del coloquio celebrado en el Hotel Hospes Palacio de los Patos de Granada. / Antonio L. Juárez / PicWild

Y no es algo nuevo. Nicolás Olea ha refutado con datos el trabajo que lleva décadas realizando en una lucha titánica contra los plásticos, contra la industria. “En el año 2000 comenzamos un estudio con 3.600 madres embarazadas que tuvieron a sus hijos en el Clínico de Granada. Y esos niños nos ha servido 24 años como indicadores de la contaminación”. Los citan cada dos años para pesarlos, medirlos y tomar muestra de orina, pelo y uñas. Y los datos son claros: “Desde el principio se vio que la exposición era para todos. Por vía aérea, alimentaria, digestiva, dérmica. Estos niños, todos de la generación Z y Alfa, son los conejillos de indias de una sociedad que hemos cambiado introduciendo el petróleo y sus derivados: gasoil, detergentes, perfumes”, explica. Y los estudios demuestran que causan bebés como bajo peso al nacer, prematuridad asociada con la contaminación atmosférica en Granada. “Quieres más? esa prematuridad va a marcar al niño toda la vida”, además de enfermedades como asma. Olea ha insistido que no solo la exposición ocurre desde el vientre materno, por lo que lanza un mensaje directo: “Alguien tendría que haber hecho por ti algo antes”.

¿Y con lo que hay es suficiente? ¿Podemos ir más allá? La alcaldesa ha reiterado que se harán evaluaciones de las medidas para comprobar su eficacia pero lo tiene claro: “Estamos hablando de salud. Tenemos que tomar decisiones para proteger la salud y que sean eficaces. Estamos en un momento clave para seguir afrontando esto como el inicio de un gran cambio de mentalidad, social, de adaptar nuestros desplazamientos, cuidarnos,... todos pensamos en cuidarnos más.

Marifrán Carazo, alcaldesa de Granada. / Antonio L. Juárez / PicWild

Retomando el debate que hubo con la ley antitabaco, “que en ese momento parece que se iba a caer el país y no ha pasado nada, de hecho hoy no se concibe de otra manera”, asegura que igual que aquello fue “una decisión importante para velar por la salud”, el reto ahora es cuidar la salud atajando la contaminación, algo posible en una ciudad de las que hoy en día se denominan de los 15 minutos, a lo que aspiran las grandes ciudades del mundo. De hecho, asegura que hay muchos granadinos y también empresas decididos a participar en este objetivo. Esa ventaja, al igual que la red de transporte público o la conexión con el Área Metropolitana con los autobuses o Metro, es la que también quiere aprovechar Granada para un mayor éxito en la medida, por lo que también Carazo es tajante sobre el apoyo que tiene que haber en el Cinturón y la toma de medidas en los municipios ya que el aire se comparte, más separando en algunos casos la ciudad con otro municipio por otra calle. “Esa fortaleza también nos tiene que hacer ver que tenemos un reto compartido”, insiste, señalando a la concienciación entre los jóvenes.

Olea ha insistido en la sensibilización especial de la mujer hacia el cuidado no solo personal sino de los demás a partir de la maternidad. “Las madres tienen más conciencia. En el varón quizá sea menor y en el adulto parece que impera eso que es muy de los granadinos de cómo vamos a cambiar si siempre ha sido así; los buenos viejos tiempos. Pues esos tiempos eran terribles, de altísima exposición. No hay recuerdo social de una historia natural sin circulación, químicos o plásticos. Regular el tráfico, la contaminación, la accesibilidad al transporte colectivo. Me acuerdo cuando se hizo la transformación de la red de agua en Granada, que estaban levantadas todas las calles. El alcalde que tuvo la valentía de hacerlo se enfrentó a muchas críticas”, recuerda.

Y esa crítica, existente sobre todo por los partidos de la oposición, no se le escapa a la alcaldesa: “Hay que afrontar las decisiones con valentía, seguridad, en base a un modelo con mediciones. Esto no es una ocurrencia. La oposición no dejó nada hecho y en Granada ya está restringido acceso a la ciudad desde hace años y también fue controvertido con el sistema de cámaras y pilonas. Un vecino de La Chana no pueden entrar en el Albaicín. Eso también fue un cambio de modelo. Si nos hubiéramos quedado en esa almendra restringida, que ya solo permite el acceso a vehículos autorizados y residentes, nos hubiéramos quedado igual que hace 20 años. Eso el granadino necesita refrescarlo. Y había que dar un paso al frente y ampliar el perímetro”, aclara.

Nicolás Olea, catedrático de Radiología de la UGR. / Antonio L. Juárez / PicWild

Y va a más, pidiendo que los demás municipios cumplan también la normativa y apliquen sus restricciones. Lo que también pide Olea: “Compartimos la misma mala calidad del aire. La orografía especial y la ausencia de vientos hace que la balsa en la que vivimos tenga una pésima renovación atmosférica, por lo es un problema de todo el Área Metropolitana. Deberían estar todos los alcaldes diciendo basta”.

Carazo, a los alcaldes: “¿Quiere coches contaminantes en su municipio?”

La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, tiene claro que la medida de la Zona de Bajas Emisiones es la correcta no solo por cumplir la ley sino por mejorar la vida en Granada. Y frente a las críticas de la oposición y los municipios de otro signo político del Área Metropolitana, defiende que se ha hecho un proyecto común y fortaleciendo conexiones con el Consorcio Metropolitano. Y lo expresa claro: “Los que no han querido colaborar y han criticado el modelo es política exclusivamente y ya está”. “Al día siguiente los alcaldes socialistas hubieran venido a manifestarse hubiéramos hecho lo que hubiéramos hecho. Pero no vale todo, hablamos de salud y esto es un proyecto de envergadura superior”, dijo Carazo, recordando que los municipios de más de 20.000 habitantes están obligados a tomar medidas “con la envergadura que decidan”, aludiendo expresamente a Maracena, Armilla, Las Gabias y La Zubia.

Y retomando el argumento de Olea del mayor cuidado de la salud por parte de las mujeres, ha retado a las alcaldesas de Armilla, La Zubia y Las Gabias a aplicar sus restricciones. “Mi pregunta siempre, y no es ser hipócrita, que es fácil serlo, es la misma. Me gustaría preguntar a todos los alcaldes que lo critican pero tampoco propician nada en sus municipios, si estarían de acuerdo en que vehículos altamente contaminantes circulen por su municipio. Yo por el mío, si lo puedo evitar, lo voy a hacer”, dijo tajante Carazo, para la que “lo primero es garantizar la mejora de la salud de la ciudad que diriges y después lo demás”. Según la alcaldesa, el problema en la respuesta que den es la sostenibilidad y el cuidado ambiental. “Yo he aceptado el reto y lo vivo con la ilusión de dar los primeros pasos a un movimiento imparable que hay que empujar entre todos”. Y no será la única medida, Después del tráfico habrá que actuar en las calderas, otro punto de emisiones en el que ya se trabaja con diferentes proyectos para cambiar calderas antiguas.

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