Covid-19

Los héroes del coronavirus en Granada: “He llegado a estar nueve días sin poder ducharme”

  • Los camioneros no han cesado de suministrar víveres a los supermercados y material para las industrias, unos héroes no reconocidos en esta crisis

Un camión de lonas circula por la A-44 cerca de Ogíjares en dirección Granada estos días

Un camión de lonas circula por la A-44 cerca de Ogíjares en dirección Granada estos días / Jesús Jiménez (Photographerssports)

Se han convertido, muy a su pesar, en los reyes de la carretera. Apenas les adelantan. Son ellos y el asfalto. Los camioneros se han convertido en el torrente sanguíneo que mantiene las constantes vitales de un país devastado por el confinamiento y por el cese de casi toda la actividad económica. Se suben a sus tráilers y devoran kilómetros alejándose de su familia para mantener a los supermercados con frutas, verduras, carne y pescado frescos, o distribuir materiales básicos para la elaboración de material médico. Pero no es fácil esta rutina. Es ahora cuando más solidaridad se ve en carretera, pero hasta la semana pasada, a algunos les costaba incluso encontrar dónde darse una simple ducha.

No se consideran del todo héroes en esta situación, en la que hay muchos nuevos ídolos y heroínas, pero "un poco sí porque imagina que pararan todos los camiones, que faltaran la mitad de las cosas en un supermercado...", dice Juan Ramos, que desde la tarde de ayer va camino de Italia con su Volvo a distribuir, seguramente, cítricos. También es modesto José Manuel Peña, conductor de Comotrans: "Lo hemos estado haciendo siempre pero ahora se nos valora más y somos más visibles".

Ramos, que trabaja para Lanjatrans, relata con resignación que la semana pasada se pasó nueve días son poder asearse bien, "con toallitas o con lo que pillaba", porque "no había áreas abiertas", ni en España, ni en Francia, y muchos menos en Italia... "Tampoco lo hacía porque no me fiaba del todo", añade. "Sobrevivimos llevándonos nuestras cosas, metiéndolas en la nevera, y con un hornillo para calentarnos algo en la cabina", describe Ramos el último viaje con su Volvo frigorífico a Fondi, una población dependiente de Latina, al sur de Roma.

"No ver a los italianos, siendo como son en carretera, me pone el cuerpo malo. También ha reaccionado tarde. En el almacén estaba la gente normal, con mascarillas. Ya no te podías bajar del camión, te abren ellos las puertas, te sellan el CMR, y cuando estás listo, a correr", cuenta este camionero que hasta lava con alcohol la tarjeta del gasoil.

José Manuel Peña se mueve más por dentro de España, llevando más bien material industrial, con su Scania de lonas con el logo de Comotrans: "Se ven los mismos camiones pero la situación es extraña". Ahora teme por una bajada en la cantidad de pedidos por el descenso de la actividad industrial, y tener el camión parado no es bueno para el negocio: "Ya se siente en Barcelona y en el extranjero empieza a notarse".

Peña se queja de que, pese a las recomendaciones sanitarias, las medidas en los transportes, sobre todo para las cargas y descargas, "no se cumplen en todos sitios y algunos seguimos igual", aunque tomando medidas de seguridad. En otras empresas van más allá y hasta "te toman la temperatura".

"Ha sido muy feo ver todo cerrado en carretera", se queja incluso con tono de pena este camionero, que sale a ruta unas dos veces por semana. Por eso, y porque "entendemos que somos necesarios, reivindicamos que se abran las estaciones de servicio, que al principio nos lo encontrábamos todo cerrado, y en los que había abiertos, había muchas esperas para ir al baño o comer", sentencia.

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