Un hombre mata a golpes a sus padres tras una acalorada discusión

El trágico suceso ocurrió pasadas las once y media de la mañana en una casa de campo situada en un paraje de Albolote conocido como La Joya, a unos 600 metros de la estación de servicio El Torreón. Trascendió tras la llamada de un vecino, que en un primer momento alertó a los Servicios de Emergencias del 112 de que un hombre se encontraba herido. El particular había acudido al inmueble alertado por los fuertes gritos procedentes del domicilio y que, al parecer, el resto de vecinos también habían escuchado.

Pero, cuando los agentes de la Guardia Civil se personaron en el cortijo, el panorama era mucho peor de lo que habían imaginado. Los cadáveres de Eliseo y Antonia, un matrimonio ya anciano, yacían dentro del recinto vallado, pero fuera de la casa que, además, se ubica muy cerca del domicilio de su hija. Presentaban en la cabeza signos de una gran violencia y en el mismo recinto se encontraba el hijo de la pareja, cubierto de sangre, sentado en un escalón y aparentemente tranquilo. Tanto que el hombre no huyó a la llegada de la patrulla de la Guardia Civil al lugar de los hechos.

Los cadáveres pertenecían a un hombre de 70 años, E. A. N. y su esposa A. P. N, de 69, que fallecieron presuntamente a manos de su hijo, que supuestamente les mató a golpes con una escardilla, un apero de labranza que se usa habitualmente en el campo para remover la tierra.

Fuentes del Instituto Armado precisaron que el presunto parricida, que responde a las iniciales de E. A. P. y que tiene 46 años, fue detenido y se encuentra desde ayer en la Comandancia de la Guardia Civil de la capital, donde ayer prestó declaración y está a la espera de pasar a disposición del juez.

Antes de ingresar en las dependencias de la Benemérita fue atendido en un centro hospitalario, donde recibió unos puntos de sutura, ya que también resultó herido en el altercado, según indicaron fuentes cercanas al caso.

El detenido se encontraba en el domicilio de sus padres junto a su hija, menor de edad, porque "estaba arreglando la casa para que los ancianos se volvieran al pueblo, donde eran muy queridos". Aunque por el momento se desconocen los motivos que originaron la discusión, todo apunta a que los hechos ocurrieron por algún comentario de los abuelos relacionado con su nieta, si bien ya habían discutido horas antes.

Así, fuentes policiales indicaron que, al parecer, "el abuelo regañó a la niña y su padre se molestó", tras lo que se enzarzó en "una acalorada discusión" con sus progenitores y "comenzó a agredirles con la escardilla".

Sin embargo, la menor huyó rápidamente a pedir auxilio, por lo que no habría presenciado el desenlace. La fuerza y la corpulencia de su padre acabó con la vida de la mujer de 69 años y con la del hombre de 70 que, al intentar defenderse, hirió al agresor en la cabeza.

Así lo aseguró uno de sus vecinos que, además, relató que el presunto asesino, que trabajaba como albañil y en estos momentos estaba en paro, "se encontraba rehabilitándose de su adicción a las drogas", extremo que posteriormente desmintió la Policía Local del municipio.

Así, un agente relató que el hombre "llevaba una vida aparentemente normal" y que "no tenía ningún problema" salvo que "acababa de ser operado por una dolencia de espalda que le provocaba pinzamientos". Quienes, según la misma fuente, sí estuvieron relacionados con asuntos de drogas fueron dos hermanos que, según aseguró, fallecieron "debido a sus adicciones".

La toma de declaración del arrestado -que se llevó a cabo durante el día de ayer- de los vecinos y de los posibles testigos podrán clarificar las circunstancias en las que se produjo el homicidio.

Además, está previsto que en la mañana de hoy se realicen las autopsias a los cadáveres, que ayer fueron trasladados hasta el Instituto Anatómico Forense ante las caras de estupor y duelo de numerosos familiares que salían del cortijo fuertemente afectados por lo ocurrido.

La alcaldesa en funciones de Albolote, Marta Nievas, indicó que los fallecidos eran conocidos en la localidad y que el presunto agresor, del que no consta que sufriera ningún tipo de trastorno mental, llevaba una vida "aparentemente normal".

Sin embargo, Eliseo y Antonia ya vivieron hace unos años un trágico incidente cuando dos sujetos que fueron identificados como vecinos del pueblo les agredieron brutalmente en su domicilio, donde robaron algunas pertenencias.

Sin embargo, fuentes policiales aclararon que los agresores no tenían nada que ver con el presunto parricida, por lo que el hecho ocurrido ayer no está relacionado con este incidente.