El Parque de las Ciencias de Granada acoge desde el pasado martes y hasta el viernes el encuentro del equipo internacional que trabaja en el diseño de ingeniería del IFMIF Dones, el proyecto que se construirá en Escúzar y que forma parte de una iniciativa científica que prevé dar a luz un nuevo modelo energético basado en la fusión nuclear, el mismo fenómeno que se da en el Sol.

Son técnicos y científicos de 17 países europeos que han abordado en estos días aspectos relacionados con la coordinación de toda la ingeniería de los sistemas que componen IFMIF Dones. Ya está confirmado que será en Escúzar donde levante la infraestructura en la que se validen los materiales que, posteriormente, se emplearán en las centrales donde se genere energía. Pieza a pieza, se crea un enorme engranaje que suma años de trabajo y se prevé revolucionario en el ámbito de la investigación.

El coordinador del diseño de ingeniería de todos los sistemas del acelerador, Philippe Cara, de Fusion 4 Energy, destaca que el hecho de que Granada sea el emplazamiento elegido para el proyecto es una "buena oportunidad" para el desarrollo del entorno. Ya se ha comprobado el efecto transformador de este tipo de proyectos en Japón, concretamente. En Rokkasho se ha construido un prototipo, también relacionado con el proyecto al que está ligado IFMIF. "Hasta que no empieza, no se ve lo transformadores que son", añade Cara, que ha sido hasta fechas recientes project leader del proyecto japonés. La imbricación de la iniciativa científica nipona y la europea es un elemento clave, indica el director de la Oficina IFMIF Dones, José Aguilar, que destaca que el acelerador es "único en su especie, nunca se ha hecho nada igual".

Cara apunta a otro de los elementos singulares de esta iniciativa que se pergeña en Granada. Además del impacto en el entorno, el acelerador puede tener un hondo calado en la sociedad. "Es importante de cara a las futuras generaciones, que se ilusionen" en un proyecto científico capaz de generar alianzas con otros países.

Nicolas Chauvin, físico del CEA Saclay (organismo francés análogo al Ciemat español) apunta a la importancia del reto que supone poner en marcha el acelerador. "Es único", un proyecto que bordea los límites del conocimiento actual y que suma años de trabajo en esta andadura para hallar una nueva fuente de energía. 

El inicio de las obras en Escúzar es inminente. Se prevé para este mismo verano que comiencen a levantarse las primeras edificaciones ligadas a la infraestructura, añade Aguilar, que apunta a que el proyecto podría estará en funcionamiento en 2033. Uno de los primeros edificios será el centro de administración donde  trabajará el equipo de ingenieros, técnicos y científicos que en los próximos diez años desarrollarán IFMIF y que en las siguientes décadas trabajarán en la fase de explotación de la instalación. El encuentro de estos días en Granada tiene como principal objetivo coordinar los trabajos de ingeniería de esta apuesta internacional, que avanza gracias a la contribución de varios países. España pone el 50%, mientras que Croacia colabora con otro 5% del presupuesto. 

El Parque de las Ciencias, además de acoger este encuentro, apuesta por divulgar qué es el IFMIF y cómo funciona. Así, muestra un cono de cobre en el que se paran y disipan los haces de partículas durante la fase de puesta en marcha del acelerador. En Granada, se construirá para experimentar el comportamiento de diferentes materiales en las condiciones extremas que necesitan las futuras centrales en las que se generará energía de fusión. Además de los trabajos de coordinación en ingeniería, la cita en Granada también sirve para afianzar los lazos entre los distintos miembros del proyecto y, de paso, mostrar a la comunidad internacional el lugar donde se va a emplazar la infraestructura.