El juzgado de Primera Instancia número 8 de Granada ordenó ayer paralizar las obras del nuevo edificio que se construye desde junio en la Ribera del Genil, junto al Violón, y contra el que los vecinos del bloque trasero continúan su batalla judicial para evitar que los empareden.

El juez ha admitido a trámite la demanda civil de las comunidades de viviendas y de la de cocheras, que denuncian que la construcción del nuevo bloque, que se inició en junio con el movimiento de tierras pero que en septiembre recibió un mayor impulso, les deja sin condiciones de habitabilidad. Esto afectaría a unos 20 vecinos cuyas viviendas dan a esa fachada junto al río, y a la totalidad de las cocheras, que verían afectada su actividad.

Según el abogado de las comunidades, Alejandro Parra, "antes de septiembre se envió un requerimiento notarial a la promotora denunciando la situación en la que colocaban a los vecinos, que pierden la situación de habitabilidad", según denuncian. El motivo es la cercanía del nuevo bloque. "Según la normativa urbanística la fachada tendría que estar a 9 metros y sólo dejan 3, por lo que afecta a la ventilación y seguridad de las viviendas y también a la de las cocheras, ya que se tapa las extracciones de humo y supondría incluso clausurar esa actividad a un bloque que está ahí previamente", explica el abogado.

Esos requerimientos fueron desatendidos por la constructora y por eso han recurrido a la demanda civil mediante un procedimiento de suspensión de obra nueva. El juez notificó ayer a la promotora la paralización de la obra y el juicio será en tres o cuatro meses con una sentencia que dirá si la paralización es correcta o no. 

"Aunque ellos digan que la licencia formalmente cumple con los requisitos, lo que denunciamos es en la situación que coloca al edificio preexistente. Si no hubiera fachada o balcones no causaría daño pero ahora sí, por lo que el nuevo edificio tiene que permitir las condiciones de habitabilidad", detalla el abogado de las comunidades, que asegura también que la nueva construcción no cumple con la normativa para acceso de Bomberos.

Paralelamente, los vecinos iniciaron un contencioso administrativo impugnando la licencia que está pendiente de resolución.