La lana de la oveja lojeña se convierte en biofertilizante

Ganaderos y criadores de la Raza Ovina Lojeña han participado en una reunión en Madrid con representantes del equipo italiano que desarrolla el proyecto europeo Life+GreenWoolf, dirigido a utilizar y recuperar la lana 'sucia', es decir, de menor valor para la industria textil, como abono ecológico a través de un proceso sostenible. La Asociación de Ganaderos, que ha visto en esta iniciativa una salida rentable a la producción de lana de su cabaña, ha valorado en unos 500.000 euros el precio que alcanzaría en el mercado los 100.000 kilos de lana ya transformados en biofertilizante de esta especie.

A partir del mes de octubre, un equipo de técnicos italianos se desplazará a España, en concreto a Loja, para explicar el funcionamiento in situ de la conversión de la lana en fertilizante orgánico a través de un proceso denominado hidrólisis verde.

El presidente de la Raza Ovina Lojeña, Juan Antonio Moreno, ha explicado que este proyecto europeo encaja con los objetivos de la asociación. "Hasta ahora la lana se está vendiendo a bajo precio y apenas cubre el coste de la esquila, por lo que la venta de lana para tejidos naturales es una buena opción que cubriría parte de los costes que supone la esquila de las ovejas", explica Moreno, quien añade que el resto de lana, la de menor valor, podría destinarse a la producción de fertilizante ecológico. Según las estimaciones del colectivo ganadero, la raza ovina lojeña produce más de 100.000 kilos de lana con un precio en el mercado de unos 45 a 50.000 euros. Al transformarlo en fertilizante le otorgaría un valor de hasta 500.000 euros. "Por cada kilo de lana, cuyo coste sería de aproximadamente 1 euro, se obtendría 2 litros de bio fertilizante, que en el mercado alcanzaría un precio de hasta 5 euros", según el presidente de los ganaderos. En este proyecto está previsto que participen otras organizaciones ovinas como la Merino o Assaf coordinados por la Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto (FEAGAS).

La ovino lojeña es una especie autóctona en peligro de extinción y que está en vías de recuperación y conservación. Tiene una cabaña de unas 45.000 cabezas de ganado de las cuales 10.000 están inscritas en el Libro Genealógico de la Raza Ovina Lojeña. La zona de producción se encuentra localizada principalmente en los municipios de Loja, Alhama de Granada, Zafarraya y Salar, además de las sierras de Parapanda (Íllora), Villanueva del Trabuco (Málaga) y María (Almería), donde también residen algunos núcleos de población de esta raza y de ganaderos que pertenecen a la asociación.