El libro que indignó a la red de redes

'Indignaos' es el relámpago que ha hecho arder un bosque que llevaba tiempo creciendo y extendiendo sus ramas en internet por grupos muy diversos pero con la raíz común del descontento

22 de mayo 2011 - 01:00

"Ante la imposibilidad de asistir a vuestra convocatoria, deseo con estas líneas manifestar mi adhesión a la iniciativa ¡Democracia real ya! (...) El 15 de mayo ha de ser algo más que un oasis en el desierto; ha de ser el inicio de una ardua lucha hasta lograr que, efectivamente, ni seamos ni nos tomen por mercancía en manos de políticos y banqueros".

Con estas palabras, extraídas de la carta que José Luis Sampedro ha enviado a la página de Facebook de Toma la calle 15.05.11 se adhiere a un movimiento que él mismo ha ayudado a levantar con su librito Indignaos.

Pero ese texto ha sido sólo el relámpago que ha hecho arder un bosque que llevaba tiempo extendiendo sus ramas por las redes sociales a través de grupos muy diversos, de tamaños muy distintos, pero con la raíz común de su descontento con el sistema.

Las que se han creado estos días bajo el título de Acampada en Granada con motivo de las movilizaciones de la Plaza del Carmen sirven de paraguas a muchos de esos grupos que de Facebook, Twitter y otras redes que mostraban su postura contra el fondo y la forma el sistema político y de poder, aunque por motivos muy diversos.

Por ejemplo, la página española Yo también quiero una revolución como en Islandia explica en su información abierta el público: "Aunque parezca que aquí no ha pasado nada, llevan luchando desde 2008. Creemos que es justo que se sepa lo que ha peleado este pueblo para conseguir sus derechos. Ya que ningún medio de (in)comunicación ha dado la noticia, nos haremos eco gracias a las redes sociales".

Entre los perfiles que también han mostrado su apoyo se encuentra la Plataforma de Voluntades ciudadanas, que realiza la siguiente propuesta: "Castiguemos. Demos una lección a todos los políticos no votando a ninguno de los dos grandes partidos, pero vota porque sino ellos se volverán a repartir la torta y nosotros nos quedaremos con la misma hipocresía política de siempre. Vota al partido más pequeño y minoritario. Empecemos a cambiar las cosas. Pásalo".

Entre los miles de perfiles individuales que se han sumado a la comunidad de la acampada se encuentra el perfil granadino Compromiso 22 de mayo, que reclama que "todo candidato a un cargo político, o aquellos que estén desempeñando ya algún cargo, deben firmar ante notario un documento en el que se comprometan a dimitir voluntariamente en caso de ser condenados por delitos relacionados con su cargo, así como a no volver a presentarse en ninguna candidatura nunca más. Quien cometa un delito debe desaparecer para siempre de la vida política de nuestro país".

Como son grupos nacidos al amparo de internet, su herramienta de combate también pasa por el ciberespacio. "Los candidatos y políticos profesionales deben mostrar en su web y en sus perfiles de cualquier red social que tengan ese documento firmado, de tal forma que sea muy fácil y rápido saber quien ha firmado y quien no. A quien no lo muestre, no se le vota", dicen en Compromiso 22 de mayo.

Muchos llevaban trabajando desde hacía tiempo desde el ámbito de la cultura. Entre ellos destaca La ciudad despierta, un perfil de Granada que busca convertirse "un espacio de intervención y transformación social desde el arte, la cultura y la participación, usando como principal herramienta el Teatro del Oprimido (Boal)".

También se han sumado otros que llegaban desde una reflexión más irónica sobre la clase política, como Movimientosaramago Ensayo sobre la lucidez, que anuncia en su perfil: "La derecha, el centro y la izquierda se ven burladas por un derecho más viejo que la democracia misma. Y eso, los asusta, más que una guerra, más que una bomba química, la simple sapiencia de la gente... La simple verdad que puede suceder, la gente pensando, dejando pasar y pensando, decretándose en negativa, sin bombas, sin humo, sin guerras, simplemente declarando la abstinencia permitida".

Pero hasta la plataformas de Facebook y Twitter de Acampada en Granada han llegado colectivos desencantados procedentes de muchos otros rincones de las zonas más marginadas del sistema: movimientos ecologistas, antiespecistas, okupas... Y muchos individuos, como los que todavía tienen en su foto de perfiles el signo de Granada en Off. O, todo un clásico en estos días, la máscara de V, la novela gráfica de Alan Moore, en muchos casos con la bandera de España superpuesta en su rostro.

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