"Tenemos una línea roja: la bajada de sueldo del 5%"

La partida entre trabajadores y empresa volvió a quedar ayer en tablas. Algo previsible teniendo en cuenta que ambas partes ofrecen posturas inamovibles. Inagra reconoció ante la prensa unas horas antes de la reunión que su propuesta es la única salida a la huelga, y los trabajadores le han dejado claro que tienen una línea roja que no están dispuestos a traspasar: la bajada del 5% de sueldo.

"No nos vamos a bajar más el sueldo porque eso nos llevaría a aceptar un sueldo inferior al que cobrábamos hace cinco años", apuntó Eduardo Aragón, presidente del comité de empresa de CGT. La reunión comenzó a las siete de la tarde con varios reproches por parte de los trabajadores, entre ellos la manipulación de los meses de vacaciones por parte de la empresa.

"Lo que les pedimos es que nos den una postura que se pueda negociar. Nosotros estamos dispuestos a trabajar más pero queremos que nos expliquen con datos los objetivos de la empresa, la ganancia y por qué se utilizan esos criterios salariales. No queremos que la empresa haga caja a nuestra costa", explican los trabajadores.

Antes de finalizar la reunión la empresa le pidió a los trabajadores que preparen alguna propuesta nueva sobre la que puedan seguir trabajando, aunque los empleados no parecen dispuestos a modificar su postura. "Nosotros no vamos a buscar el desequilibrio económico de la empresa pero la empresa sí se garantiza la estabilidad a nuestra costa porque todas las medidas que le aplican a ella las asumimos y las pagamos nosotros", lamentaba el presidente del comité de empresa de CGT en la empresa de limpieza y recogida de basura.

Para seguir adelante con la negociación los trabajadores le reclaman a la empresa un documento en el que aparezca cuál es la bajada real que el Ayuntamiento ha hecho en el contrato y cómo influye ese descenso en las cuentas de la empresa. Hoy volverán a encontrarse en una nueva reunión que tendrá lugar a las once de la mañana en la sede de Inagra situada en la plaza de los Campos.

La huelga comenzó en la madrugada del pasado lunes, después de que el encuentro entre las partes en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla) finalizara sin avenencia, pese a que los trabajadores aceptaron una congelación salarial durante 2012. Pero la empresa reclama también la ampliación de la jornada laboral a 37,5 horas, lo que supone 16 días más de trabajo al año y la renuncia a los descansos los sábados y en periodo vacacional. Calculan que estas y otras medidas suponen la pérdida de un 20% de los sueldos actuales.