El lucas de la Universidad de Granada se pone la mascarilla

UGR

Cientos de jóvenes liderados por el capitán Salazar y Davy Jones se reúnen para festejar el patrón de Medicina y ‘recibir’ a los estudiantes de primero

Estudiantes de primero y segundo, pintados.
Estudiantes de primero y segundo, pintados. / Antonio L. Juárez / Photographerssports
A. A.

18 de octubre 2021 - 16:02

¿Por qué están aquí? “Es para pasarlo bien, y quitarle tensión” a la carrera. Carla y Alba esperan ser ‘recibidas’ como estudiantes de primero de Medicina de la Universidad de Granada por sus compañeros ‘veteranos’, los de cuarto curso. En la Placeta Profesor Galdó Villegas –muy cerca del Espacio V Centenario, antigua Facultad– hacen cola junto a otros cerca de 200 matriculados en primero y otros tanto de segundo la para embadurnarse de pintura y brillantina y, después, enfilar a la Facultad de Derecho, donde el lucas, el personaje que cada año representa a la promoción que cursa cuarto y que lidera a sus compañeros en este recibimiento, lanzó su tradicional discurso. Este año la novedad es que fueron dos.

La larga jornada comenzó a las seis y media de la mañana de hoy. A esa hora el séquito del lucas pasaba por maquillaje y peluquería. La Escuela de Estética D y D fue la responsable de la caracterización de un Jack Sparrow que mañana a las ocho tiene prácticas, Will Turner, Elizabeth Swann –que superó su “miedo escénico” y encandiló con su voz–, piratas terroríficos y demás personajes de la popular saga cinematográfica Piratas del Caribe. También crearon al mismísimo lucas, este año doble: el del curso corriente fue el pirata Davy Jones, y del 2020 –que no pudo ser por la pandemia– fue el capitán Salazar. “Recordadme como a un héroe”, clamó éste cuando su trono enfiló la rampa de acceso –no sin ciertas dificultades en la maniobra– hacia la placeta.

María Molina caracterizada como Elisabeth Swann.
María Molina caracterizada como Elisabeth Swann. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Davy Jones reconocía antes de iniciarse la performance –el acto en sí cuenta con una puesta en escena que año tras año gana en teatralidad, con música en directo, una representación y aires de musical– que estaba “emocionado” y con “palpitaciones”. Adelantó entonces que su discurso haría referencia a algo evidente, la pandemia. La crisis del Covid obligó a suspender la celebración de San Lucas, patrón de la Facultad de Medicina, en octubre de 2020. Este mismo año la cita peligró. Los estudiantes solicitaron permiso para ocupar la vía pública hace semanas, cuando la provincia se encontraba en fase 2, lo que hacía inviable la autorización por parte del Ayuntamiento de Granada del acto, que reúne a centenares de personas. Finalmente –ya con la capital en fase 0– se concedieron los permisos. La “incertidumbre” estuvo ahí, reconocen algunos de los matriculados en cuarto. “Cuando empezamos [a prepararlo] teníamos muchas dudas”, admiten. Y comenzaron hace meses. En julio se hizo un molde de la cabeza para crear la máscara de Jones.

Davy Jones, durante el discurso.
Davy Jones, durante el discurso. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Al inicio del acto se recordó desde la organización la necesidad de mantener la distancia social y llevar mascarilla. De lo primero hubo menos que de lo segundo y, de hecho, los tapabocas fueron de lo poco que recordó a la pandemia. Todo lo demás fue calcado al vestigio de las novatadas con las que los universitarios de los cursos superiores recibían a los recién matriculados, a los “borregos”, denominación que, de nuevo, volvió a escucharse. En el discurso de Jones se justificó que no se trata de “novatadas con mucha parafernalia”, sino el comienzo de la andadura universitaria de los recién matriculados.

Salazar ondea la bandera pirata.
Salazar ondea la bandera pirata. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Se corearon de nuevo los clásicos “útero, vagina, Medicina” y el “illo, illo, illo, Derecho es un cursillo”. La última vez corrió a cargo de Voldemort, el malo malísimo de la saga Harry Potter, en 2019Harry Potter. Por cierto, hoy Voldemort se ha pasado por la antigua Medicina, donde reconoció sentirse emocionado.

La arenga conmovió a más de uno, sobre todo cuando lucas mencionó a su padre. También dio un repaso por unos estudios que sufrieron la suspensión de la docencia presencial en 2020 y en 2021. A los de sexto espetó “debe ser una sensación inexplicable la que vosotros tenéis viendo la luz al final del túnel oscurísimo que es la UGR”, antes de pedir a sus compañeros un último esfuerzo previo al MIR. A los que se preparan para éste recordó que superaron el rotatorio en pandemia. El alegato en favor de los estudiantes finalizó reivindicando la Atención Primaria, “principal ejemplo de por qué quiero ser médico”.

Estudiantes.
Estudiantes. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

De los casi 250 matriculados en cuarto, unos 200 participaron en la celebración que marca el ecuador de sus estudios. Cada uno aportó 65 euros –además de sumar la recaudación obtenida en fiestas y barriles, que irá a parar al viaje de ecuador de la carrera– para seguir el modelo de festejo de los últimos años. En 2012 –cuando los que ahora están en primero de carrera cursaban cuarto de Primaria– se intentó poner coto a la fiesta con amenazas de sanción desde el Rectorado. No fue hasta 2016 cuando dejó de lanzarse huevos y curry. De aquellas novatadas que siempre se defendieron por ser “voluntarios” los que se sometían a ellas se ha llegado a esta celebración, sin huevos pero con la misma argumentación.

Desde la Policía Local de Granada se indicó que el acto convocó a unas 800 personas, sin que se registraran incidentes. Fuentes del cuerpo sí señalaron que hubo llamadas de vecinos, pero se comprobó que la celebración se desarrollaba según lo indicado, con plásticos para proteger el mobiliario urbano.

A las dos de la tarde, tras los discursos –dos lucas, dos arengas– los estudiantes se marcharon a un establecimiento para continuar con la fiesta. Un estudiante de quinto, exultante, reconocía sentir “muchísimas ganas” y querer recibir a los de segundo tras un año de parón en el que, sin embargo, “sólo perdimos una fiesta”.

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