Estudiar en la UGR

Los estudiantes granadinos que han tocado el cielo en la Selectividad de las mascarillas

  • Minerva y Joaquín rozan la perfección en la prueba de acceso a la Universidad más atípica, marcada por la crisis sanitaria y la interrupción de las clases presenciales en marzo

Los estudiantes granadinos que han tocado el cielo en la Selectividad de las mascarillas

Los estudiantes granadinos que han tocado el cielo en la Selectividad de las mascarillas / Photographerssports

Nunca olvidarán este curso. Por el Covid, por el confinamiento, por ser el último año de instituto y, también, por el excelente broche que han colocado a su expediente. Minerva Bermúdez Ferrer, estudiante del IES Arabuleila de Cúllar Vega, y Joaquín Javier Camacho Tapia, del Sagrada Familia, están en la cumbre de los 5.424 estudiantes que han aprobado la Selectividad en la convocatoria ordinaria de julio por la Universidad de Granada (UGR). El 91,53% de los que se presentaron a la prueba de acceso a la Universidad la han superado. Esto supone un auténtico logro tras un curso excepcional. Desde el 13 de marzo no hay clases presenciales, los alumnos han tenido que prepararse en sus casas y, sin embargo, el porcentaje de aprobados se mantiene con respecto al año anterior (91,55%). También aguanta el envite del Covid-19 las notas medias. La de Bachiller es idéntica a la de 2019 (7,97), mientras que la media de Acceso incluso sube: del 7,465 de hace doce meses se pasa al 7,611.

Joaquín reside en Maracena, tiene un 10 en Bachillerato y un 9,965 en Acceso. Cursó Infantil y Primaria en el Sagrado Corazón y desde primero de ESO cursa sus estudios en el Sagrada Familia. El próximo mes de septiembre, si todo sale según lo esperado, estará en la Facultad de Medicina de la UGR. Su nota es de 13,735, lo que en principio da para acceder a estos cotizadísimos estudios.

"No tengo ni idea de cómo será el próximo curso", reconoce Minerva, que todavía no ha decidido qué va a estudiar

Tras decretarse el estado de alarma no aflojó el ritmo y siguió a rajatabla el horario marcado por su centro. “Los profesores nos han ayudado mucho”. “No es lo mismo” que ir a a clase de forma presencial, pero Joaquín ha logrado mantener el ritmo de estudio intenso hasta julio.

Minerva Bermúdez. Minerva Bermúdez.

Minerva Bermúdez. / Photographerssports

Minerva, que reside en Cúllar Vega, reconoce que todavía no sabe qué grado elegir. En el bolsillo tiene un 10 de Bachillerato y un 9,965 de nota de Acceso. La nota más alta que calcula para acceder a los estudios universitarios es de 13,9 sobre un máximo de 14. A un paso del cielo. Pese a esta excepcional calificación confiesa que salió “bastante descontenta” de algunos exámenes de Selectividad. Sobre todo el Física le dejó un regusto amargo del que ahora, vistas las calificaciones, puede desquitarse.Joaquín enumera con timidez a través del teléfono que sus aficiones son las propias de un chaval de su edad, ver pelis, estar con los amigos... aunque reconoce que no recuerda cuál es la última serie que ha visto. Sí tiene claro que el próximo año volverá al karate, a su club, el Olimpo de Maracena. Está muy cerca de obtener el cinturón negro y su propósito es conseguirlo.

A Minerva lo que le va es subirse a las tablas. María Begoña Chacón Arrabal, directora del CEIP Genil de Granada y que fue profesora de esta excepcional estudiante recuerda que era “tímida”. También “brillante” y “excelente” a la hora de trabajar. La docente también recuerda con indisimulado orgullo que Minerva destacaba por su creatividad, un talento que ahora ejercita en la asociación teatral de Cúllar Vega Oniria. Hasta esta campaña sus papeles eran coreografías. En este 2020 tenía previsto debutar (y cantar) en el papel de María de la mítica Sonrisas y lágrimas. Lo suyo es la música, como demuestran sus estudios de piano, violín y canto.

Es posible que tanto el karate como el teatro regresen con fuerza al día a día de estos dos jóvenes, que recuerdan lo complicado que ha sido vivir el confinamiento y el estado de alarma. Joaquín reconoce que sus profesores han estado “al pie del cañón” y “no hemos parado” de trabajar en estos meses tan complejos y que han estirado al máximo las costuras del sistema educativo. Ha podido seguir con sus clases mediante videollamadas.

Joaquín Javier Camacho. Joaquín Javier Camacho.

Joaquín Javier Camacho. / Photographerssports

“No nos han dejado solos”, sentencia sobre cómo ha sido la rutina del tercer trimestre. Pese a estar a las puertas de la Selectividad, asegura que ha sido capaz de controlar la presión. “Tenía claro que ponerse nervioso no ayuda” a conseguir la meta que se había propuesto. Pudo controlar los nervios hasta que se vio sentado en un aula de Caminos, donde hizo la Selectividad. Llevó, como no pudo ser de otra manera, la mascarilla durante las horas de exámenes. Aguantó el intenso calor que Granada sufrió esos tres días –“Del de Historia salí que ni sentía los brazos”– y descansó sin mayor problema. “Dormí bien los tres días”, recuerda. Ayer, a las ocho, pudo consultar las calificaciones. “Estamos muy contentos”, asevera. Ahora le queda por delante otro reto, un examen de idiomas que será el sábado. Después, adelanta que asumirá “el derecho a aburrirnos un poco”.

"No hemos parado de trabajar en estos meses. Los profesores no nos han dejado solos", recuerda Joaquín

Minerva -que tiene un recuerdo especial para su profesora de Matemáticas, Gema- en estos días posiblemente deshoje la margarita de cuál será su próximo destino académico. Hizo el Bachillerato de Ciencias, y puede que en septiembre sea una alumna más de la Facultad de Ciencias de la UGR. “Estamos todos muy contentos”, con las notas conseguidas por esta estudiante, que reconoce que no tenía precisamente prisa por conocer las calificaciones. “Ha venido mi madre a buscarme” para abrir la web de la Universidad de Granada y proceder a la consulta.

Detrás queda el esfuerzo de unos meses extraños. “Intentaba terminar lo antes posible las tareas” para aprovechar el tiempo y estudiar. Minerva reconoce que llegó a “agobiarse” un poco. “Lo recuerdo como algo difícil, agobiante”, calificativos que asigna a su confinamiento. En esa tesitura se fueron conociendo detalles de cómo sería la Selectividad. “Me alegré mucho de que hubiera más optatividad, por lo demás, han sido los mismos ejercicios.

¿Qué ocurrirá en septiembre? “No tengo ni idea de cómo será el próximo curso”, reconoce la estudiante, que ya ha tenido tiempo de descansar en la playa con sus amigas. Por delante días de piscina, salir y descansar.

Los mismos planes, posiblemente, rondarán por la cabeza de los 7.070 estudiantes matriculados en la Prueba de evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad (Pevau), sobre todo entre quienes hayan aprobado (91,5%). El número de inscritos fue superior al de años anteriores debido a la mayor tasa de aprobados en Bachillerato. Las notas pueden consultarse en la web de la UGR y ya está abierto el plazo para solicitar plaza para estudios de grado. La institución granadina oferta un total de 10.928 puestos en primer curso. Las clases comenzarán el 21 de septiembre y se trabaja en una modalidad de docencia que permita una “presencialidad segura”, lo que implica que también se recurrirá a clases on line. El plazo para formular la preinscripción concluirá el martes 21 de julio a las 23:59 horas. En menos de una hora ya se habían registrado más de 5.000 solicitudes de grado., informó la Junta de Andalucía.

De nuevo la UGR ha sido la que ha tenido una tasa de aprobados más baja en Andalucía. A nivel regional la media está en 92,7%. Almería tiene un 92,7%; Cádiz, 93,7%, Córdoba, 91,6%; Huelva, 92,4%; Jaén, 91,9%; Málaga (93,1%); Pablo de Olavide, 95,1%; y Sevilla, 92,6%.

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